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Un fantasma que ya se agita

Por Guillermo Griecco.- Con marchas y contramarchas, fue notoria la exageración al abordar las diferentes situaciones en Fiat, Alpargatas y el mercado de granos. El apuro por anunciar la llegada al país de la debacle internacional.

La debacle financiera, cuyos efectos lapidarios indignan a los pueblos de las principales potencias mundiales, se coló con fuerza esta semana en la discusión económica doméstica. Con marchas y contramarchas, y más allá de la lógica atención que invita a diseñar dispositivos para amortiguar el impacto por estos pagos, fue notoria la exageración a la hora de abordar diferentes situaciones como las presentadas en Fiat, Alpargatas y en los precios de los granos. A dos semanas de las elecciones presidenciales, formadores de opinión y dirigentes alarmistas se apuraron a darle la bienvenida al supuesto desembarco de la crisis global en tierras argentinas. El antecedente más cercano de un suceso similar fue en 2008-09, cuando el país sufrió las esquirlas del estallido financiero con epicentro en Wall Street, aunque el Estado nacional desplegó escudos de defensa del empleo, como los programas Repro. El fantasma de la recesión económica asusta de lejos y algunos por aquí parecen diseminar miedo entre los trabajadores de manera anticipada.

La hecatombe del paradigma neoliberal es alentada por calificadoras de riesgo y consultoras, que a pedido de los grandes bancos tienen la habilidad de camuflar una gran estafa en “crisis”. Algo así planteó el martes pasado la presidenta Cristina Fernández al inaugurar una fábrica de motos y presentar las conclusiones del plan industrial 2020 en Venado Tuerto, iniciativa que busca profundizar en los próximos nueve años un modelo de desarrollo industrialista y crear un millón y medio de puestos laborales más en el sector. La mandataria contrapuso el proyecto oficial mercadointernista con las políticas de ajuste impulsadas por los llamados países centrales.

Casi al mismo tiempo se anunció en la planta de la automotriz Fiat en Córdoba la suspensión de 400 operarios de uno de los turnos de producción, aunque al día siguiente la firma que comanda Cristiano Rattazzi dio marcha atrás con la medida. Una de las dificultades planteadas fue el freno al ingreso de automóviles al mercado brasileño, hasta que se habilitó el paso. Luego se aclaró que la decisión de suspender un turno se debía más que nada a cambios en los montajes de una línea de producción puesto que Fiat está por sacar a pista un nuevo modelo.

No obstante, el principal temor de los empresarios locales está depositado en lo que pueda ocurrir en Brasil. El vecino país recibe poco más del 80 por ciento de las exportaciones automotrices. Cabe recordar que a principios de año ya hubo un intento por detener ingresos de autos nacionales a partir de la aplicación de licencias no automáticas. Se verá si la mentada crisis internacional repite ese tipo de trabas. En la otra cara de la moneda aparecen mes a mes niveles record de patentamiento de autos en el mercado local, con proyecciones de crecimiento.

La fábrica de calzado y ropa fabril Alpargatas, de la firma brasileña Camargo Correa, también dueña de la cementera Loma Negra, adelantó vacaciones a una parte del personal pero sin suspensiones ni recortes salariales. El argumento fue que la medida respondió a una situación estacional de caída en las ventas. Los trabajadores se reincorporarán a sus puestos mañana (lunes 10), según anunció la empresa.

Después de alertar sobre el impacto de la crisis mundial en el país, el presidente de la Unión Industrial Argentina, José de Mendiguren, relativizó sus dichos y elogió la política económica de CFK. Igual, el empresario le pidió al gobierno que frente a la inestabilidad de los mercados internacionales conviene “no dormirse en los laureles”.

La viceministra de Trabajo Noemí Rial aseguró que lo sucedido en Fiat y Alpargatas no se podía considerar el comienzo del impacto de la crisis en el país y que se trató de cosas diferentes, vinculadas a la economía de Brasil. “Alpargatas es una empresa brasileña y Fiat tiene una sucursal en ese país”, recordó. Por su lado, la ministra de Industria Débora Giorgi aseguró que ante la debacle financiera internacional el país “está fuerte para enfrentar las turbulencias”, y agregó: “Fuimos pioneros en defender lo que hoy piden los pueblos de Estados Unidos y Europa: el desendeudamiento, reestructuración de la deuda, rechazo al ajuste y a la especulación financiera”.

El precio de la soja

El precio de la soja volvió a caer, ubicándose en 1.220 pesos la tonelada tras haber tocado los 1.400. En una comparación interanual, el precio es similar al de 2010. Pese al apuro de Federación Agraria Argentina (FAA) por pedir una baja en las retenciones ante la volatilidad de los mercados, el principal cultivo del país conserva aún importantes márgenes de rentabilidad. La FAA solicitó la baja de las retenciones e inició gestiones para lograr la segmentación de los derechos de exportación, como contemplaba la resolución 125 que en 2008 la misma entidad rechazó. Aquella medida también incluía la movilidad de la alícuota sujeta al comportamiento de los precios internacionales.

El 80 por ciento de la cosecha de soja 2010-11 ya se comercializó. Las ventas del actual período se concentrarán en el segundo trimestre del año que viene, y es difícil predecir el precio para esos meses. En el informe semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario se resaltó que si la producción de soja llega a los 52 millones de toneladas en la próxima campaña, tal como se espera, se exportarán alrededor de 45 millones y esto daría lugar a un ingreso de divisas por 24 mil millones de dólares.

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