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Un diamante puesto en bruto

Opinión, por Juan Aguzzi.

En Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Spinetta Jade, Los Socios del Desierto o en distintas etapas como solista, Luis Alberto Spinetta demostró ser un verdadero creador en la música y la lírica, materias con las que registro álbumes increíbles. Algunos de ellos llevan estos títulos: Almendra I, (1969) y Almendra II (álbum doble, 1970); Desatormentándonos (1972), Pescado Rabioso II (álbum doble, 1973), y Artaud (1973); Invisible (1974), Durazno sangrando, (1975), El jardín de los presentes, (1976); Alma de diamante (1980), Bajo Belgrano (1983); Madre en años luz (1984); Kamikaze (1982), Mondo di cromo (1983); Téster de violencia (1988), Don Lucero (1989), Pelusón of milk (1991); Spinetta y los socios del desierto (1997), Los ojos (1999), Silver sorgo (2001), Un mañana (2008), y el imprescindible Spinetta y las bandas eternas, en vivo (2010).

Rutas argentinas   hacia Rosario

El desembarco en Rosario de Spinetta fue con Almendra, la exquisita formación que armó junto a Emilio Del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García. Claro que no fue como una banda de rock con el escenario a disposición –aunque Almendra fuera una de las fundantes argentinas del género–, sino acompañando al cantante Johnny Tedesco en el Club Provincial. La gente, que esperaba escuchar a Los Iracundos o a Jolly Land, gente que aparecía con trajes de lamé y corbatita, apenas aplaudió a esos tipos desgarbados y en camiseta. Fue en 1968, y un año después, ya consagrados, volverían a tocar en el Cine-teatro Real de calle Salta y Oroño y conseguiría la primera camada de fans en la ciudad. Poco después, el desbordante talento de Spinetta logró armar uno de los grupos más influyentes de la historia del rock argentino, Pescado Rabioso, que vendría a tocar a Rosario ya sobre el final de su existencia, hacia 1973 también en el Real. En febrero de1976, antes de que el país estallara en pedazos, el Flaco desembarcaría nuevamente con el primer power trío al que en perspectiva pudo reconocerse como uno de los más potentes que conocería la escena nacional. Un teatro La Comedia a pleno recibió, en épocas en que comenzaba a dificultarse el deambular en grupo, a Invisible, que hizo un repaso a toda máquina por sus tres discos de estudio.

A partir de allí Spinetta tocaría muchas otras veces en Rosario, en sus etapas como solista y en las formaciones que vinieron luego de Invisible. Con Spinetta Jade, punto alto de la poética del Flaco; su presentación en La Comedia con Los Socios del Desierto, a mediados de los 90 volvió a sacudir en el formato trío, y más cerca ya en sus dos últimas actuaciones en la ciudad, en 2010 y 2011, en El Círculo y Metropolitano respectivamente, con grupos y músicos enormes como el fiel y talentoso tecladista rosarino Claudio Cardone.

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