Vecinos que viven en la ribera del arroyo Saladillo denunciaron ayer el derrumbe de una importante porción de la barranca, por lo que reclamaron una inmediata solución habitacional. Desde el municipio informaron que ya se relocalizó a los primeros 12 grupos convivientes. Pero las restantes 19 familias, principalmente aquellas instaladas más cerca de las márgenes del curso de agua, expresaron su preocupación justo en medio de pronósticos de fuertes precipitaciones para la región.
Habitantes de la zona contaron a este diario que los primeros desprendimientos se registraron “ayer (por el martes) cerca del mediodía” y que ya entrada la tarde se produjo el desmoronamiento de una importante porción de suelo, “de unos 48 metros cuadrados”.
Débora, una de las vecinas, contó que al momento del accidente sintió “un fuerte temblor” en su casa, por lo que rápidamente alertó a las autoridades sobre la situación.
“Personal de Defensa Civil y de Hidráulica recorrió la zona y constató que no haya más peligro de derrumbe. Nos dijeron que mañana (por hoy) van a venir de nuevo para evaluar las condiciones del terreno e intentar acelerar la mudanza de los vecinos. El problema es que nos ofrecieron un montón de alternativas pero todavía no nos dieron nada para firmar y, hasta que no tengamos un papel donde se explique la solución que nos van a dar, no nos vamos a mover”, sentenció la mujer.
En busca de una solución
Raúl Álvarez, titular del Servicio Público de la Vivienda (SPV), explicó que su repartición viene trabajando “desde hace ya varios meses” en este tema y que “la semana pasada se relocalizaron las primeras doce familias”, que eran las que estaban en mayor riesgo por la crecida del arroyo. “Ahora quedaron 19, que son las que esta semana deberían haber empezado a mudarse, aunque sus asesores jurídicos pidieron juntarse antes con nosotros para revisar algunas cuestiones, por lo que la situación se dilató un poco más”, expresó.
Las autoridades municipales recibieron el pasado mes a los ocupantes de la zona para brindarles algunas alternativas para avanzar en su reubicación. En líneas generales las propuestas fueron tres: la entrega de subsidios para contribuir a la compra de una propiedad, una ayuda para la construcción de viviendas en el terreno de algún familiar, y el pago de un importe que ronda los 3 mil pesos mensuales para alquilar un inmueble hasta tanto se les pueda dar una solución definitiva.
En ese sentido, Álvarez adelantó que mañana mantendrán una reunión con los asesores jurídicos de las familias para avanzar en las cuestiones formales y lograr la rápida ubicación de quienes se encuentran más cerca de la zona derrumbada.
Débora detalló que el martes estuvo durante toda la mañana junto a familiares en la zona siniestrada y que hasta bromeó con ellos con la posibilidad de un desprendimiento.
“Era una plataforma que salía y por la que uno podía bajar. Estuve ahí un largo rato, me di cuenta de que estaba floja. Alrededor de las 2 de la tarde se cayó una porción, pero después, a eso de las 5 de la tarde, se desprendió el pedazo más grande, de unos doce metros de largo por cuatro de ancho. Ahora se está empezando a rajar y aflojar el suelo, por lo que pedimos una solución rápida para esto”, reclamó.
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