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Un cumpleaños diferente

El Hogar del Huérfano cumplió 140 años y lo celebró en un restaurante céntrico, por invitación de sus dueños. Deportistas rosarinos se sumaron a la fiesta y atendieron a los chicos como verdaderos reyes.

Luciana Sosa

El restaurante de Córdoba y Alvear se colmó ayer de chicos alegres y deportistas. También hubo una gran torta de cumpleaños. Fue durante el festejo por los 140 años del Hogar del Huérfano, que tuvo como protagonista a estos niños y niñas y a deportistas de la ciudad, entre ellos jugadores de Rosario Central y Newell’s, que se sumaron gustosos a colaborar en este almuerzo diferente propuesto por los dueños del local.

“Desde hace varios años los dueños de este restaurante, por motu proprio, nos han regalado cada 11 de noviembre un almuerzo especial. Han aportado la comida, el postre y los artistas que alegran la reunión. Pero este año me llamó Heldo (Milatich, impulsor de la idea) y me dijo que iba a ser diferente. Entonces contrató un transporte y trajo a todos los chicos del Hogar al restaurante”, dijo a El Ciudadano María Eugenia Saccone, presidenta de la institución.

Entre las mesas, los integrantes del Grupo de Teatro de Corazón (perteneciente al Colegio Sagrado Corazón), animaron a los chicos con algún que otro chiste, alguna historia corta que los hiciera reír, canciones y morisquetas. Del otro lado, los jugadores de los equipos de fútbol de Rosario Central, Newell’s, Central Córdoba y Argentino, además del yudoca Gastón García, colaboraron en este encuentro.

En diálogo con este medio, el mediocampista leproso Mauro Formica comentó que más allá de las expectativas por el partido de mañana, donde Newell’s se juega el campeonato, este tipo de encuentroslos ayuda a “distenderse”. “Me llamó Heldo para ver si me interesaba venir a acompañar a los chicos del Hogar. No lo dudé un minuto. Sé que a ellos, sean hinchas de Newell’s o de Central, les gusta la idea de estar charlando con los jugadores y, si bien es poco el aporte que puedo hacer, estoy a disposición de los chicos”, dijo mientras no paraba de firmar autógrafos.

Ante la pregunta sobre el partido de mañana ante San Lorenzo, el último y más importante encuentro del torneo, el jugador afirmó estar “tranquilo”, pero “atento” al juego que pueda presentar el rival. Por su parte, Fabián Basualdo, ex jugador de Newell’s y hoy dedicado a la representación de futbolistas, dijo que no es la primera vez que los deportistas de la ciudad se suman a colaborar con el Hogar. “Más allá de los colores siempre nos encontramos con gente de Central en estos eventos. Es muy importante darles un momento distinto, alegre, a los chicos que nos siguen en cada partido”. En tanto, también se refirió a la definición del campeonato: “Esta reunión con los chicos les ayuda a los jugadores a dispersarse un poco y a restar presión sobre sus espaldas por las expectativas para el domingo”.

“Para nosotros es una ayuda inmensa poder dedicarles una jornada distinta a la de todos los días y en este lugar hoy (por ayer) lo pudimos tener”, manifestó con emoción Saccone.

En tanto, Hernán Galíndez, arquero de Rosario Central, instaba a sus compañeros a “dar una mano con los platos”, mientras los mozos recolectaban las vajillas para luego repartir los helados del postre.

“Está bueno venir y alegrarles un poco el día a los chicos –dijo Galíndez–. Recién entramos a concentrar esta noche (por anoche) y podemos dedicarles unas horas a esta movida que nos parece muy interesante”.

Aprovechando la ocasión, se le consultó por el partido de mañana ante Vélez: “Son tres puntos que tenemos que ganar para seguir sumando y soy consciente de que al estar en el arco tengo una gran responsabilidad, pero también sé que puedo demostrar que puedo atajar en primera”.

Por su parte, el responsable de tan grato mediodía, Heldo Milatich (junto a su socio, Pablo Franchini), dijo que sabe que algo así ayuda a sonreír a los chicos del Hogar; por ende seguirá dedicándole muchos cumpleaños más.

Mientras los deportistas repartían los helados y se sacaban fotos con los chicos, un grupo de mariachis irrumpió en el restaurante para cantar el feliz cumpleaños al Hogar. Centímetros más adelante, los comensales de todos los días disfrutaban del espectáculo y la emoción de los chicos mientras los payasos, brujas, arlequines y hadas pertenecientes al grupo de teatro seguían robándoles sonrisas de un mediodía inolvidable.

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