Espectáculos

Un cuento chino de Ricardo Darín

Comedia dramática de Sebastián Borensztein, sobre un hombre rutinario que ve alterada su realidad por la irrupción de un muchacho chino, con el que entabla una profunda amistad. Completan Muriel Santa Ana e Ignacio Huang.

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El actor Ricardo Darín protagoniza Un cuento chino, una comedia dramática de Sebastián Borensztein, en la que encarna a un hombre huraño y rutinario cuya aburrida y solitaria tranquilidad se ve afectada por la irrupción de un joven chino, que no sabe ni una palabra de español pero con el que inicia una relación de profunda amistad que le cambia la vida.

De tono oscuro y hasta trágico, esta nueva comedia del director de La suerte está echada (2005) sigue las desventuras de esta pareja despareja, en una relación que genera malos entendidos vinculados con las diferencias culturales que hay entre ambos, algo que de todos modos no impide que cada uno de ellos –a pesar de sus defectos y contradicciones– deje aflorar lo más solidario y humano de sí.

“Tuve mucha suerte de que apareciera esta historia en la que transitamos un humor muy poco frecuente”, afirmó Darín, y explicó: “El humor generalmente nace en el dolor y esta es una buena oportunidad para demostrarlo. La película está plagada de situaciones complicadas y difíciles, pero el humor nos permite recorrerlas”.

En una conferencia de prensa donde también estuvieron presentes Borensztein, Muriel Santa Ana y el actor argentino de origen chino Ignacio Huang, el protagonista de Nueve Reinas, El secreto de sus ojos y Carancho afirmó:“Esas cosas pasan, la vida nos propone ese tipo de situaciones y cada uno apela a la madera de que está hecho”.

“A pesar de estar enojado con la sociedad en general, Roberto (su personaje) está hecho de buena madera y no puede dejar a nadie en la calle, ni siquiera a este extraño. Así, asistimos a los padecimientos de alguien con un temperamento muy particular, ya que es tan gruñón y hosco como solidario”, agregó Darín.

Un cuento chino narra la historia del encuentro entre Roberto y un chino llamado Jun, que es robado y abandonado en la calle apenas llega a la ciudad de Buenos Aires, a donde vino desde China –luego de perder a su prometida a causa de una vaca que cayó del cielo y la aplastó– en busca del único familiar que tiene vivo, su tío. Roberto es un ferretero obsesivo y ermitaño, coleccionista de noticias absurdas, veterano de la guerra de Malvinas, cuya vida parece haberse detenido hace 20 años a causa de un duro revés del destino y desde entonces vive recluido en su casa, atrincherado, sumergido en una vida gris y rutinaria, lejos de todo contacto con las personas y el mundo.

Su rutina perfectamente programada y cronometrada (todos los días se acuesta y apaga la luz exactamente cuando su reloj marca las once de la noche) se rompe completamente cuando la aparición de este extraño, con el cual se ve obligado a convivir en su propia casa, y con quien sólo puede comunicarse a través de señas, lo despierta y lo trae de regreso a la vida.

“Lo que más causa gracia en la película es la acumulación de capas y de situaciones absurdas que atraviesan los dos personajes”, sostuvo Darín con respecto al humor que provocan las desventuras de Roberto y Jun, y agregó: “Uno tiene que ser fiel a su personaje y a sus sufrimientos, porque el resto lo pone el espectador”.

Rodada en Buenos Aires y Alicante (España), esta coproducción argentino-española en la que están involucrados Pampa Films, Tornasol Films y Telefé fue escrita y dirigida por Sebastián Borensztein, quien recordó: “Al personaje de Roberto lo escribí sin rostro. Lo cierto es que me siento tan identificado con él que no necesité ponerle ningún rostro mientras lo escribía”.

“Hace tiempo quería escribir sobre un personaje que había estado en Malvinas. Me pegó muy personalmente el tema y sentía como una asignatura pendiente”, señaló Borensztein y afirmó que la película está basada en un hecho real ocurrido en el mar de Japón, donde una vaca caída del cielo, desde un avión ruso, hundió un buque.

“Quería darle al personaje un golpe emocional fuerte para despertarlo y sacarlo de esa trinchera en la que vive. Y por eso busqué un personaje opuesto que le produjera algo que lo sacara de su estado”, puntualizó el cineasta. Por su parte, en relación a Borensztein, Darín señaló: “Me interesó mucho y me gustó que esta historia viniera de la mano de Sebastián, a quien respeto y admiro muchísimo. Es una comedia bastante oscura y divertida, que tiene tantas interpretaciones como apertura mental tenga quien la vea”.

A su turno, Muriel Santa Ana, muy conocida por su papel protagónico en la serie “Ciega a citas” que actualmente se repite en las tardes de la TV Pública, destacó que este es su “primer personaje importante y con desarrollo en cine”. “Estoy recién aprendiendo y descubriendo, y por suerte me toca esta experiencia de la mano angelada de Sebastián y Ricardo, que fueron todo para mí en esta película”, sostuvo.

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