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Un crimen con ensañamiento

Un hombre mató a su esposa prendiéndole fuego, cuando podía hacerlo con un arma de fuego o blanca, que tenía en su casa. Según la Justicia, la elección del método fue para aumentar el sufrimiento de la víctima.

El Tribunal de Casación Penal bonaerense consideró que un hombre decidió matar a su mujer prendiéndola fuego en su casa para aumentar su sufrimiento, ya que agonizó en un hospital cuatro días, y confirmó la condena a prisión perpetua dictada en su contra. Los jueces arribaron a esta conclusión teniendo en cuenta que el acusado tenía en su poder un arma blanca y una pistola, no obstante atacó a su concubina rociándola con nafta.

La víctima de este homicidio fue Estela Blanca Ortiz, quien antes de morir quemada era sometida diariamente a severos golpes por parte de su pareja, según declararon familiares y vecinos.

Al analizar el caso, la sala III del máximo tribunal penal bonaerense consideró que la acción “causó a la víctima padecimientos innecesarios entre la ejecución y la producción del resultado del homicidio”.

“Dicho plus aumentó el sufrimiento de Estela Ortiz y esto fue buscado deliberadamente, de forma intencional y cruel”, afirmaron los camaristas Daniel Carral y Ricardo Borinsky.

El suceso ocurrió el 12 de septiembre de 2007, cerca de las 22, cuando Estela y su pareja, A.A.S., mantuvieron una discusión delante de sus hijas en la casa que compartían en el barrio Las Catonas, del partido bonaerense de Moreno y el hombre amenazó con prenderla fuego.

Según se pudo reconstruir en el juicio oral realizado por el Tribunal en lo Criminal Nº 2 de Mercedes, en medio de la pelea el hombre le pegó a su mujer dos cachetazos, le golpeó la cabeza contra una pared y la tiró al piso, hecho que alertó al hermano de la víctima, Walter Ortiz, que estaba en la habitación de al lado.

Ortiz declaró que, temiendo que su hermana fuera blanco de una agresión por parte de S., fue a la habitación de ambos y le pidió a su cuñado que cesara en su actitud, pero éste sacó un arma blanca y lo echó.

Poco después, el hombre fue a su auto, sacó un bidón de nafta, regresó al cuarto y volvió a gritarle a su mujer que la quemaría, indicaron las fuentes.

El agresor, que tenía un cigarrillo encendido, roció con nafta la cama, el piso cerca de donde estaba Estela y por último le tiró a su mujer gran cantidad de combustible sobre la cabeza y el torso, reconstruyeron los pesquisas.

Cuando la víctima comenzó a mover los brazos porque se le llenaron los ojos de nafta y quería alejarse de su concubino, a éste le cayó combustible encima y se inició el fuego, según surge del fallo al que accedió Télam.

La mujer comenzó a gritar de dolor y a pedir auxilio para ella y sus hijas, ya que las llamas llegaron a los muebles y a la ropa que estaba en la habitación.

Finalmente, el propio imputado, varios vecinos y el hermano de la mujer apagaron el fuego, pero Estela sufrió gravísimas quemaduras en el 80 por ciento del cuerpo, fue internada y murió cuatro días después.

En tanto, S. dijo que iría en busca de auxilio, pero huyó del lugar tras tomar dinero y un arma de fuego.

“S. contaba con otros medios con los que bien pudo ocasionar la muerte de su concubina, pero con un procedimiento muy inferior, tal el arma blanca que esgrimió a Walter Ortiz cuando pretendió defender a su hermana o el arma de fuego con la que huyó”, afirmaron en el fallo los camaristas.

Al respecto, remarcaron que el imputado “optó por el medio que pregonara ante su víctima, familiares y vecinos: quemarla como lo hizo y en el modo en que lo hizo”.

Los jueces recordaron el “creíble” relato que dio en el juicio oral la hija de 12 años de la mujer, quien aseguró que su madre siempre terminaba “con moretones y la cara hinchada” tras ser castigada por S.

La niña también contó que, tras el hecho, el acusado primero le pidió perdón a su mamá, pero después le dijo que la culpa la tenía ella.

Tras rechazar el recurso de casación interpuesto por la defensa del acusado, los jueces confirmaron la pena a prisión perpetua por “homicidio agravado por ensañamiento”.

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