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Un conflicto intersindical paraliza puertos en el Gran Rosario

Un paro de amarradores provoca demoras en el complejo agroexportador en plena cosecha de soja.


Un conflicto intersindical de vieja data suma demoras en los puertos del Gran Rosario, en plena cosecha de soja, lo cual genera un caos logístico y la amenaza cierta de que se trabe la liquidación de divisas, clave para sostener las reservas.

Desde el 5 de abril último, una medida de fuerza aplicada por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu), que interviene en el amarre y desamarre de los buques que exportan productos de la agroindustria, provoca demoras en los puertos del complejo agroexportador del cordón industrial, que están paralizando las operaciones de exportación, comprometiendo la futura liquidación de divisas y ocasionando importantes pérdidas.

El trabajo a reglamento del Somu, surgido de negar el servicio de remolcadores a buques en presunta solidaridad con un conflicto gremial que se alega nunca existió en otro gremio, forma parte de un conflicto intersindical que explotó en 2012 y que está relacionado con la competencia en el manejo de la actividad portuaria con el Sindicato Unido Portuarios Argentinos (Supa), de San Lorenzo, que lidera el dirigente Herme Juárez. La confrontación recrudeció el año pasado cuando afiliados al Somu se pasaron al Supa.

Como consecuencia de esa medida de fuerza, los puertos en el Gran Rosario desde donde se exporta la mayor parte de la producción agroindustrial del país, comienzan a paralizar la salida de los buques, lo que provoca importantes perjuicios a la operación, cuando se inicia la cosecha de soja y la actividad hace converger a cientos de buques a la zona.

De esa manera, se retrasa la carga de buques porque otros no pueden salir de los muelles (el alquiler diario de cada uno de esos buques demorados asciende a un promedio de 20 mil dólares).

Además, se incrementa la cantidad de camiones parados (8 mil por día) al no poderse embarcar los productos estibados en los puertos, se va a detener el funcionamiento de las plantas industriales ante la incapacidad de salida de los bienes producidos (aceites y harinas proteicas) y generando un descalabro generalizado de la logística en el momento clave de la cosecha.

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