Daniela Barreiro
Con la participación de más de 700 usuarios mirando en simultáneo, el sábado tuvo lugar el Festival El Club del D7, un evento virtual feminista, disidente y con paridad que reunió a más de 60 artistas que mostraron sus producciones, músicales, literarias y performáticas, desde siete escenarios. Con un sonido y una estética cuidada, los shows contaron con Ring Lights, esas populares luces circulares que cada vez se ven más en redes sociales para iluminar fotos y videos, que aunaron las estéticas dando lugar a que cada propuesta los use a su forma, permitiendo también la expresión a sus singularidades. Desde las 18 a través del canal de YouTube del espacio se sucedieron solistas y bandas, entrevistas y lecturas, expresiones de amor, de conciencia social, solidaridad, autogestión y se hicieron presentes el pedido de una Ley de Humedales, y el de justicia por Eduardo Trasante y por Facundo Astudillo Castro, entre otros. El evento contó con una transmisión por FM 103.3 Radio Universidad, y la cobertura exclusiva de El Ciudadano.
La Tati y La Lucero fueron las encargadas de la conducción y la apertura. “Estoy contenta de volver, montarme y decir acá estoy yo”, dijo Lucero poco antes de empezar a presentar el Line Up que estaba apunto de comenzar y que iba a terminar con la presentación de La Esencia de La Cumbia. “La última vez que vimos a La Esencia fue en los 7 del D7. Fue un quilombo”, recordaron las artistas entre risas y poco antes de perder el aire para tomar “a pelucasos limpios”, como dijeron, la clase de salsa que estuvo a cargo de Sol y María de Pa Ti Pa Mi, la salsera que funciona en el D7 desde el año 2013.
Después fueron ellas las encargadas de entrevistar al músico e instragramer Lichi, en una divertida charla en la que contó su peor experiencia como youtuber, cuando grabó un video de 45 minutos sin darse cuenta que la cámara se había apagado a los 15, o el día en el que se montó y fue Serenita. “No sabia que el proceso era tan largo”, advirtió.
La música comenzó de la mano de Perro Fantasma que mostró algunos de sus temas en el espacio en el que trabaja la cooperativa que produce alimentos veganos y vegetarianos desde 2010, Hevale. Con temas como “Verano Roto” o “La Hora del Corchazo” la formación dio inicio a las pastillas musicales que el público agradeció con aplausos virtuales. “Gracias a todxs por llenar mi tarde con tanta energía creativa”, escribió John en el chat al que, en ese momento, se seguía sumando gente.
Las lecturas fueron también las protagonistas del evento. Los mensajes potentes y necesario de Gordura Estruendosa, con lecturas a cargo de Lucre Galaxia y Ale Benz, dieron por inaugurada esa sección por la que más tarde pasaron la talentosa Beatriz Vignoli, con un capitulo de “Molinari Baila” y Tomás Boasso, un pasaje en el que el público recordó que el pedido de una Ley De Humedales es urgente.
El patio de la librería feminista La Libre cobijó al multifacético Homero Chiavarino que interpretó parte de su repertorio chamamecero mientras que el estudio de grabación de Audio Buro fue escenario de la combinación de dos artistas locales de trayectoria: Dani Pérez, quien además de su carrera solista es conocido por ser la voz de Sucesores de la Bestia; y Sofía Maiorana, que está al frente de Kunyaza. Juntos intercalaron repertorio de ambos en un formato intimista.
Casi a las 20 el streaming ya superaba las 600 personas colmando la capacidad física que tiene del espacio autogestivo. Así lo apuntó Ain en el chat desplegado en la plataforma que contenía el streaming y las bromas sobre no haber hecho cola para entrar o para la barra, no tardaron en llegar.
Capítulo aparte para la participación del dúo La Perilla, que no sólo repasó su repertorio sino que también mostró su histrionismo, los artistas contaron anécdotas, rieron, e hicieron algunos covers que completaban las historias como el de “Llega la noche”, cuando Julia Pistono confesó que de chica quería ser una Bandana o el de “La Cobra” de J Mena cuando Mati Vant dijo que antes quería ser jugador de fútbol y ahora, cobrar por lo que hace.
El pedido de justicia por Facundo Astudillo Castro también se hizo presente en la presentación de La Perilla y en la interpretación de un tema que también reza: “Los maestros en la calle son el doble de maestros”. Y: “Cuantas Micaelas faltan para que te representen”.
De la mano de algunos videos también se hicieron presentes en el festival la Multisectorial de Humedales y el pedido de justicia por el crimen del pastor y ex edil Eduardo Trasante.
El hermoso espacio de Oliva Libros estuvo ocupado por Juan Iriarte, su banda y un repertorio de milonga que le puso ritmo cuando ya asomaba la noche. En el mismo lugar se disfrutó de las lecturas de la siempre genial y conmovedora Rocío Muñoz Vergara.
Uno de los más nombrados en el chat del reproductor de YouTube fue el joven y prolífico Gladyson Panther quien presentó desde Bon Scott algunas de las canciones que supo dar a conocer este año, seguido por la lectura de Julia Enríquez y el electropop de Maia Basso que mostró su producción desde la heladería local Bocha junto a la poeta Daiana Henderson.
La Tati y La Lucero también fueron protagonistas, junto a los conductores y periodistas Lucía Rodríguez y Gabriel Bisang, de una transmisión conjunta con Radio Universidad en un divertido repasó por lo que ya había tenido lugar en el festival y un adelanto de lo que faltaba. Además estos “bichos de radio” no dudaron en preguntar como se habían conocido estas drags y en señalar con humor que todos los artistas presentes habían sido “concebidos” en Rosario, incluso la artista plástica francesa Pauline Fondevila, vocalista de Perro Fantasma.
El pogo virtual se desató con Amor underground, donde sus vocalistas mostraron el manejo que tienen del espacio y las cámaras, interpretaron, entre otros el tema “Calórica” y el chat acompañó con la afirmación: “América latina va a ser toda feminista”. Le siguió la lectura de Orgullosa Itinerante.
Barrio Rucci “se picó” cuando, para finalizar el evento, La Esencia de la Cumbia desplegó su ritmo desde el escenario del D7 y Magali confesó haber sacado el parlante al balcón. La banda que encabezan Gonzalo Vieyra y Gina Costamagna le dio un pico de ritmo antes del gran final a cargo de la Dj Wayra. “Si el festival es una fiesta, ahora viene el after”, la presentaron La Tati y La Lucero.
El festival surgió con la premisa de tejer puentes, de mostrar parte de la producción rosarina y los espacios que de manera autogestiva trabajan en una ciudad que resiste a una pandemia que no da tregua, y lo logró dando también un poco de alegría y contacto a quienes, desde sus casas, pudieron encontrarse virtualmente, charlar, y saber que estaban al unísono disfrutando, riendo o emocionándose acompañados.
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