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Un chico recibió un disparo mientras manipulaba arma

Tiene 16 años y estaba junto a dos amigos en su casa de barrio Martin. Está internado grave en el Heca.

Dicen que las armas las carga el diablo. Y el trágico episodio ocurrido anteanoche en un domicilio de barrio Martin no fue la excepción. Tres adolescentes manipulaban un revólver calibre 32 largo cuando se disparó en forma accidental e hirió de gravedad a uno de ellos. Se trata de Ángel L., de 16 años, quien ayer fue intervenido quirúrgicamente y al cierre de esta edición se encontraba en la sala de cuidados intensivos del Hospital de Emergencias con respirador mecánico y pronóstico reservado.

Fuentes policiales indicaron que el hecho se registró poco después de las 23 de anteayer en una vivienda de Zeballos al 300, donde reside un muchacho de 16 años junto con su familia. Un rato antes, el pibe –identificado con las iniciales C. A.– había recibido la visita de dos amigos oriundos de la zona sur (M. V. y Ángel L.).

Entre los tres se pusieron a jugar con un revólver que el dueño de casa escondía en su habitación desde hacía varios días y que, según contó a la Policía, se lo había entregado otro muchacho de su edad tiempo atrás. El arma tenía una sola bala en su tambor, cuya existencia los jóvenes dijeron desconocer, que resultó suficiente para ocasionar la tragedia.

Al dispararse el proyectil, impactó de lleno en la cabeza de Ángel, le atravesó la masa encefálica y quedó alojado en el interior del cráneo. El chico fue sometido a una cirugía de urgencia y su estado de salud era delicado.

Las primeras investigaciones indican que en el momento del disparo el arma era sostenida por M. V., de 17 años, domiciliado en la zona sur, a quien se le habría escapado el tiro por accidente, refirieron los voceros. En ese sentido, fuentes policiales y judiciales coincidieron en que no hay sospechas para pensar que existió alguna actitud intencional.

De todas formas, los dos adolescentes que acompañaban a Ángel en el momento del accidente fueron sometidos a peritajes de dermotest y tras contar lo sucedido en sede policial, el juez de Menores de la 4ª Nominación, Eduardo Fertita, ordenó una “permanencia obligada por 48 horas” en sus domicilios y a cargo de los padres.

Fuentes allegadas al caso indicaron que investigan la hipótesis de que el muchacho domiciliado en el lugar del hecho, adonde vive con su abuela, su madre y su hermana de 12 años, le hacía un favor a un amigo escondiéndole el arma por un tiempo. Según esa versión, C. A. había guardado el 32 largo en una caja de Play Station a escondidas del resto de su familia, y anteanoche la sacó de allí para mostrárselo a sus amigos.

Desde la comisaría 1ª, con jurisdicción en la zona, explicaron que realizaban tareas investigativas para dar con el cuarto adolescente en cuestión –que supuestamente llevó el arma al domicilio de calle Zeballos– y pedirle explicaciones sobre cómo llegó el revólver a sus manos y a quién pertenecía.

Durante la jornada de ayer, varios conocidos del chico herido se acercaron al Hospital de Emergencias para interiorizarse sobre su estado de salud y acompañar a sus familiares. Entre ellos estaba el papá de Ángel, visiblemente angustiado.

El hecho es investigado por el Juzgado de Menores de la 4ª Nominación junto con la comisaría 1ª, con jurisdicción en la zona.

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