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Zona sur

Un auto rociado a balazos y dos nenas alcanzadas por los plomos

El destinatario era Diego Cuello, un hombre que figura en la lista de enemigos de la banda de Los Monos.


Dos ataques con tinte mafioso en las últimas horas parecen llevar el sello de la banda de los Monos. Ayer, el auto que conducía Diego Fabián Cuello, un hombre que supo ser alfil de la banda Los Monos y luego un acérrimo enemigo, fue blanco de un atentado de más de 15 tiros en la zona sur de la ciudad y a plena luz del día. Aunque salió ileso, dos de sus hijas, de 2 y 7 años, fueron alcanzadas por los plomos en las piernas. Un poco más al sur y horas antes, el padre de Facundo “Macaco” Muñoz, uno de los detenidos por el homicidio de Claudio “Pájaro” Cantero, fue asesinado de siete disparos en su casa de Villa Gobernador Gálvez (ver abajo). Ambos hechos se inscriben a menos de una semana de que la Justicia santafesina alcanzara un polémico acuerdo abreviado con 14 miembros del clan Cantero.

Minutos antes de las 17 de ayer, Diego Cuello llegó a su casa, ubicada en Hilarión de la Quintana 1957 a bordo de un VW Gol Trend color gris oscuro con vidrios polarizados.

No alcanzó a descender, ni él ni sus cuatro hijos pequeños que viajaban en la parte trasera, cuando otro auto color champagne se detuvo a su lado y un hombre lo roció a tiros. “Le vaciaron un cargador entero”, dijo una fuente del caso que contó 15 vainas calibre 9 milímetros y dijo que los atacantes eran por lo menos dos. La peor parte se la llevaron sus hijas de 2 y 7 años que resultaron heridas en las piernas.

Mientras los agresores huían a toda velocidad, un vecino cargó a las nenas y las llevó junto a sus padres al hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde quedaron internadas fuera de peligro, agregó un vocero para aclarar que no fueron operadas ya que pudieron extraerles los proyectiles sin intervención quirúrgica.

Al cierre de esta edición, Cuello se encontraba en la seccional 21ª, que tiene jurisdicción en la zona, donde esperaban tomarle declaración testimonial por orden de la fiscal de Flagrancia Marisol Fabbro, a cargo de la pesquisa.

Narcochacra

El nombre de Cuello apareció en las crónicas policiales el 4 abril de 2013 por una escandalosa causa judicial en la que el juez Juan Carlos Vienna ordenó allanar una chacra de la localidad de Alvear en busca de electrodomésticos sustraídos en un escruche y se encontró con unos 20 kilos de cocaína y marihuana. La medida estuvo minada de desprolijidades policiales al punto de que la Cámara Penal la declaró nula y el fiscal de alzada Guillermo Camporoni la calificó como “una de las peores actuaciones a nivel policial”. Sólo quedó un expediente en la Justicia federal por estupefacientes por el que Cuello será sometido a un juicio oral. Entre los detenidos en la narcochacra también estaba Miguel “Japo” Saboldi, a quien asesinaron en prisión diez días después, en un incendio intencional. Una muerte que su mujer Norma Acosta había anunciado.

Sin embargo, voceros del caso aseguran que Cuello había caído en desgracia tiempo antes. La pista se remonta al 8 de septiembre de 2012 con el asesinato de Martín
“Fantasma” Paz, un homicidio que sirvió de apoyo al juez Vienna para construir la megacausa Monos, activada tras el crimen del Pájaro Cantero el 26 de mayo de 2013 y la sangrienta ola de homicidios que siguió después.

De esa investigación surgió que en el teléfono del Fantasma, un contacto agendado como “Fabián” le reclamaba el pago de una deuda pocas horas antes de su asesinato. Investigadores dicen que “Fabián” era Cuello.

Con el juicio abreviado firmado la semana pasada, la Justicia dio cierre a una polémica causa judicial que mientras era investigada en Tribunales tuvo su paralelo en las calles rosarinas con ajusticiamientos que parecen haber recrudecido en los últimos días.

Investigadores creen que la saga de crímenes violentos desatados tras la muerte del Pájaro, volvió al ruedo tras la firma del acuerdo abreviado alcanzado la semana pasada.

Otro padre muerto y la fatal marca de la venganza

Cerca de las 20 de anteayer, Rubén Antonio Muñoz, de 51 años, se encontraba arreglando la cerradura de la puerta de ingreso a su vivienda ubicada en Pasaje Baigorria al 800 de Villa Gobernador Gálvez. Cuando el hombre colocaba grafito en la cerradura, la puerta fue atravesada por dos disparos de arma de fuego. Un desconocido ingresó al domicilio y sin mediar palabra disparó contra la víctima. Según refirió el fiscal Adrián Spelta, el agresor bajó de un vehículo negro aunque no se determinó todavía la cantidad de ocupantes y, si bien aún no cuentan con el informe de autopsia, la víctima recibió al menos 4 disparos calibre 9 milímetros –algunos de ellos en el tórax y uno en el ojo– cuyas vainas servidas quedaron en el lugar.

Muñoz fue trasladado por personal policial al hospital Gamen de Villa Gobernador Gálvez, aunque falleció en el camino.

Para Spelta, “la agresión fue dirigida al señor Muñoz”. Y ante la posible vinculación de este crimen con otros homicidios relacionados con familiares del resto de los procesados en el asesinato de Claudio Cantero, el fiscal sostuvo: “Se está trabajando, cotejando la evidencia que se recabaron en otros homicidios para ver si tienen algún denominador común o alguna vinculación con homicidios anteriores mas allá de la circunstancias de que tres familiares estén relacionados con otro homicidio anterior que es el de Cantero”.

Victimas y victimarios

Luís “Pollo” Bassi, Facundo Macaco Muñoz y Miltón Damario fueron procesados en julio de 2014 por el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero ocurrido el 26 de mayo de 2013 a metros del boliche Infinity Night, ubicado en Villa Gobernador Gálvez. El trío fue procesado por el Juzgado de Instrucción 11ª por los delitos de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego y lesiones graves agravadas por el uso de arma de fuego. Al primero en carácter de instigador, mientras que Macaco y Damario fueron considerados autores del crimen.

Poco después Luís Ángel Bassi, padre del Pollo, fue asesinado en la puerta de su remisería de Villa Gobernador Gálvez por un solitario atacante que se bajó de un auto, caminó algunos metros y descerrajó varios disparos contra el hombre que perdió la vida el 22 de octubre de 2014. Antes, dos de sus hijos habían tenido el mismo destino. La tarde del 31 de diciembre de 2013 Leonardo Bassi fue asesinado en el interior del comercio familiar por un hombre que ingresó y le pidió un coche para ir al cementerio y dos meses después Maximiliano Gerardo Bassi fue asesinado a tiros mientras arreglaba un camión estacionado frente a la remisería en Chile al 2000.

En diciembre pasado, Miguel Ángel Damario, padre de Miltón, fue ejecutado cuando circulaba en una motocicleta. El hombre, que tenía una dificultad física en una pierna, fue baleado desde otra moto en Lola Mora y Grandoli. Fueron dos proyectiles 9 milímetros que impactaron en la cabeza y el omóplato derecho del hombre de 57 años y le causaron la muerte. Ayer fue el turno del progenitor de Facundo Muñoz. Todos estos hechos tienen puntos en común: los autores llegaron en vehículos y a cara descubierta desenfundaron armas calibre 9 milímetros y dispararon a zonas vitales. Ninguna de estas causas tiene autores individualizados. Es por eso que ahora desde la Fiscalía investigan la posible conexión entre estos homicidios que se sucedieron tras la muerte del Pájaro.

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