Científicas argentinas estudian si el “wakame”, un alga de origen asiático que invadió sectores del mar y las playas del Golfo San Jorge, en Chubut, pueden ser utilizadas como fertilizante y para consumo humano, se informó esta última semana.
Se trata del “wakame” o Undaria pinnatifida, una macroalga marrón considerada un alimento natural de alta calidad y con numerosos beneficios para la salud que ya se utiliza en sopas y ensaladas en Europa y Japón.
Un grupo de científicas argentinas demostraron que tanto las algas que crecen en las aguas patagónicas como aquellas que se depositan en las playas, contienen una alta concentración de minerales, aunque “se requieren más estudios antes de poder llevarlas con seguridad a la boca”, detallaron en un informe presentado por la Agencia CyTA-Fundación Leloir.
La más consumida
“El wakame es una de las algas más consumidas en el mundo, no sólo por sus minerales, sino también por sus vitaminas, antioxidantes y fibras”, dijo Vanesa Salomone, directora del estudio e integrante del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (IIIA) del Conicet y de la UNSAM.
Y agregó que una aplicación posible de estas algas sería como fertilizante natural. “Algunas investigaciones muestran que estimulan la germinación de semillas y mejoran la captación de nutrientes y agua por las plantas”, indicó Salomone.
Los estudios realizados hasta ahora indicaron que estas algas poseen 16 minerales, incluyendo calcio, bromo, cromo, potasio y manganeso.
Los resultados, publicados en la revista <Biological Trace Element Research<, “revelaron que el contenido mineral del wakame es alto, especialmente en otoño”, puntualizó Salomone, quien advirtió que, en esa misma estación y en el verano, también suben sus niveles de arsénico natural, un elemento potencialmente tóxico.
Según la científica, el Código Alimentario Argentino reconoce como alimento al wakame, aunque no existe aún una regulación específica. “Sería necesario establecer límites máximos de arsénico inorgánico en las muestras de algas antes de promover o fomentar su consumo”, concluyó.