Roberto Pereira da Silva, un alcalde de Biritiba-Mirim, una pequeña ciudad brasileña está impulsando una ley que determinaría que la muerte es “ilegal”, al exponer el hecho de que el cementerio de la ciudad completara su capacidad.
Según el proyecto de ley presentado por el gobernante, aquellos familiares de personas que mueran “antes de tiempo”, deberán afrontar fuertes multas o bien una condena en prisión.
De ser aprobada, la ley establecerá como una ofensa el hecho de que alguno de los 28 mil ciudadanos no cuide su salud.
El alcalde explicó que no hay forma de expandir el cementerio o construir uno nuevo ya que “el 98 por ciento de la ciudad son ríos y el resto del territorio está protegido ya que se trata de selvas tropicales”.
Tras la presentación del proyecto de ley, las inscripciones a los gimnasios se han multiplicado, al igual que las visitas a los médicos.
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