Con disturbios previos a la audiencia, este viernes arrancó la imputación a un albañil que en julio pasado mató a su vecino de un tiro en el abdomen. Lo que quedó claro es que entre las familias los problemas venían de tiempo atrás. La discusión entre las mujeres de los dos grupos era un clásico pero el día del crimen, la víctima y el imputado intervinieron. Daniel Ramón Zarate recibió un tiro en el pecho y falleció. El homicidio derivó en una pueblada que quemó el auto y la casa del sospechoso, quién se entregó en forma voluntaria el miércoles pasado en Fiscalía. La letrada que lo representó planteó una legítima defensa a su favor y el de su familia, pero la jueza Marcela Canavesio admitió la imputación por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.
Una vecina del sospechoso fue a la audiencia de este miércoles, según contó la defensora, esta mujer grabó parte de la secuencia del hecho que demuestra la teoría que el albañil David Hernán P. defendió a su familia. En el Centro de Justicia Penal el encuentro de la mujer y los familiares de la víctima terminó en disturbio, debió intervenir la Policía y la testigo tuvo que resguarse en el baño. Finalmente, no ingresó a la sala. La defensora dijo que a esta mujer ya le habían roto los vidrios de su negocio y la amenazaron con incendiar su casa.
Según el fiscal Miguel Moreno eran las 13.15 del 31 de julio cuando David P. y su hijo Víctor llegaron hasta Monteflores y Pueyrredón de Villa Gobernador Gálvez a bordo de un Renault 19. En ese momento, su hija se tiraba piedrazos con las hermanas de la víctima. Dos de la mujeres comenzaron a golpearse y el imputado salió con un arma de fuego y le tiró tres tiros a los pies a Natalia, hermana de la víctima. Entonces llegó, Daniel Zárate, de 47 años, que lo tomó por atrás, a la altura del cuello y cuando intentaba sacarlo se resbaló con basura.
El agresor le pegó tres tiros, uno de los cuales le entró por el abdomen, explicó el fiscal y lo acusó por el delito de abuso de armas, homicidio agravado por el uso de arma y portación.
Tras el incidente la víctima fue trasladada al hospital Provincial donde murió horas después y el agresor escapó junto a su familia, contó Moreno.
En la casa quedó custodia pero unas 80 personas se juntaron en el lugar y empezaron a agredir a los policías y golpear los móviles, hasta que se tuvieron que correrse unos 200 metros. Esa secuencia fue aprovechada por un grupo de personas para incendiarle el auto y, después, la casa del albañil. En los disturbios, intervino Gendarmería y la policía provincial, quienes lograron tener el control de la situación. Luego entraron los bomberos, pero ya todo se había perdido.
Las versiones
Hay dos versiones sobre el crimen. Ambas concuerdan en que hubo una pelea previa entre mujeres que se agarraron a las piñas, también hubo piedrazos y coinciden en que ambos hombres intervinieron. Las dos partes dijeron que la familia conflictiva es la otra.
La versión que sostiene la Fiscalía es que la víctima corrió para asistir a su hermana Natalia que se estaba peleando con algunas mujeres de la familia del imputado.
Según esta teoría Zarate vio cuando David P. se metió en la disputa y le tiró tres tiros a su hermana Natalia. Entonces llegó desde atrás y lo tomó por el cuello, lo llevó hacia un basural, pero resbaló y se cayó. Entonces David P. le disparó primero en la pierna, en un dedo, y finalmente, en el abdomen. Pasadas las 16, los médicos del hospital Provincial anunciaron que Zarate había muerto.
La que dice la defensa a cargo de Susana Zulkarneinuff tiene sustento en la declaración del imputado. Planteó una legítima defensa. David P. declaró que estaba trabajando cuando su hija lo llamo desesperada. También llamó a la Policía que llegó al lugar y dijo que se mataran entre ellas.
Cuando frenó en la puerta de su casa estaba Zárate en el ingreso a la cocina. También había otro hombre al que identificó como Canelo, David lo empujó y se le cayó un arma. Entonces Zárate se le vino encima, le hizo un corte en la cabeza y le dio un cuchillazo en la espalda. El acusado agregó que tomó el arma y, mientras forcejeaban con Canelo, éste le apretó el gatillo y el arma se disparó. “O me mataban a mi o iban a matar a mi familia” dijo el imputado.
Eran 4 mujeres contra esa cantidad enorme de gente, ellos fueron directamente a matar a alguien, aseguró.
La defensora entregó un pendrive con el video que filmó la vecina al fiscal, el que no fue reproducido en la audiencia. También su testimonio y el de la familia del imputado.
El fiscal dijo que el hecho de que no se haya presentado antes generó la perdida de algunas evidencias y mantuvo su hipótesis sobre el homicidio doloso. Esta imputación fue admitida por la jueza Marcela Canvesio sin perjuicio del avance de la investigación en otra línea, según dijo la magistrada quien dictó la prisión preventiva de David P. por el plazo de ley.
Comentarios