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Umberto Eco cumple 80 años

El semiólogo y  escritor comenzó su actividad literaria a los 50 años. En su último libro “Confesiones de un joven escritor” además de joven se consideraba un autor ‘seguramente prometedor’. Su primer novela, “El nombre de la rosa”, impresionó al mundo literario.

El jueves 5 cumple 80 años Umberto Eco, el escritor con cuya primera novela, «El Nombre de la Rosa», impresionó al mundo con una de las historias más tortuosas y misteriosas de la literatura universal.

 

Con refinamiento y diversión, el autodenominado «maestro del encubrimiento» mezcla realidad y ficción, con un gran éxito en el mercado editorial internacional. El escritor italiana escribe novelas tan intrigantes como tortuosas, llenas de inspiración y poesía histórico-cultural. «El Nombre de la Rosa, uno de sus mayores éxitos, llevado al cine por Jean-Jacques Annaud con Sean Connery en el papel protagónico, lo catapultó a la fama hace tres décadas.

 

Le siguieron cinco novelas, la última «El cementerio de Praga» sobre el antisemitismo y las trascendentales teorías de la conspiración al respecto.

 

Eco siempre se cuida de mantener en secreto sobre qué escribe. «Lamentablemente no está disponible para declaraciones, ni siquiera sobre su cumpleaños», lo excusa su editorial.

 

Pero lo que lo hizo famoso en todo el mundo está para él solamente en un segundo plano: profesionalmente se considera sobre todo un filósofo, humanista e intelectual que escribe novelas como «amateur», según afirma en sus «Confesiones de un joven escritor», reflexiones sobre la escritura y la literatura de hace un par de años que sin embargo siguen vigentes. Ya que empezó su carrera literaria a los 50 años con aquel drama monasterial ambientado en la Edad Media, Eco se considera «un novelista bastante joven y seguramente prometedor».

 

En las próximas décadas, dice, escribirá aún muchas novelas. Suena a ironía, pero describe bien la enorme dedicación de un escritor, que quiere mostrar la vida en su plenitud y presentar su contradictoria insondabilidad. No sólo quiere entretener, sino también provocar y no es uno de «esos malos escritores que afirman que escriben sólo para sí mismos».

 

Este investigador medieval, filósofo y semiótico une de forma magistral cada viraje de la acción, abre y cierra trampas y lleva al lector por laberintos de pensamiento científico-histórico en novelas como «El Péndulo de Focault», «La Isla del día de antes» o «Baudolino». Y todo entretejido con sueños, teorías, flashbacks y abstrusas fantasías, como en «El cementerio de Praga».

 

Nada es lo que parece, pero todo está finamente construido por el gran fabulador oriundo de Alessandria, en la región del Piamonte. Así lo formuló una vez el «Profesor de los bestsellers», título de un documental sobre Eco: «Un narrador no puede inventar nada que no se parezca a la comicidad y dramatismo de la realidad».

 

Pero Eco es sobre todo y desde el principio un científico: hijo de un contador, estudió filosofía en Turín, trabajo para medios y editoriales, en 1971 se convirtió en profesor de semiótica, la ciencia de los signos lingüísticos y no lingüísticos. Tras ser profesor invitado y recibir más de 30 títulos de doctor honoris causa dejó la enseñanza en 2007.

 

Uno de los intelectuales italianos más dedicados y conocidos está casado con una alemana desde hace medio siglo y es padre de dos hijos.

 

Ahora sigue siendo un misterio qué escribirá Eco en la Italia postberlusconiana, tras criticar y atacar verbalmente durante mucho tiempo al ex primer ministro Silvio Berlusconi, que recientemente perdió las riendas del país.

 

 

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