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Última voz de los fueguinos

Murió Anne MacKaye Chapman, la antropóloga francoamericana que hace medio siglo convivió con los selknam y yámanas de Tierra del Fuego e investigó y documentó una cultura que se extinguió con ellos.

La muerte de la antropóloga francoamericana Anne MacKaye Chapman, autora de célebres trabajos sobre los pueblos selknam y yámanas de Tierra del Fuego, conmueve a la comunidad científica luego de haberse conocido ayer. Chapman murió el viernes último a los 88 años en París y su fallecimiento dejó trunco un trabajo que había comenzado con la investigadora argentina María Estela Manzur, del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic), quien desde Ushuaia dijo que se trata de una investigación sobre los selknam de la que incluso presentaron un anticipo en el Centro Cultural Borges, de Buenos Aires.

“(Chapman) iba a venir en mayo a Ushuaia, pero postergó el viaje a noviembre por compromisos”, lamentó Manzur y agregó que en adelante verá si el estudio iniciado está en condiciones de ser publicado.

“Lo importante es continuar con todo su trabajo, que no se pierda. Ella es la única investigadora del mundo que entrevistó a pobladores indígenas, hijos de padre y madre indígenas, y que fueron testigos del final de esa vida originaria”, explicó.

Recordó Manzur que realizó esas entrevistas “siendo muy joven, en su primer viaje a Tierra del Fuego, en el marco de una expedición francesa”.

“Los conoció bien, vivió junto a ellos e hizo un trabajo maravilloso. Recuperó mucha información gracias a la memoria de las últimas personas que vivieron en libertad con sus pueblos”, agregó.

Las más célebres descendientes directas de la etnia selknam entrevistadas por Chapman en los años ‘60 fueron Lola Kiepja y Angela Loij, cuyas fotos y testimonios son conocidas en todo el mundo, y permitieron conocer a los pueblos originarios fueguinos, que sufrieron trágicamente el contacto con el hombre blanco.

Hoy en día sólo quedan descendientes mestizos de aquellos pobladores, que con su extinción también se llevaron su cultura.

“La principal fue Lola Kiepja, con quien vivió todo un invierno en la cabecera oeste del lago Fagnano, en el centro de la provincia. Cuando regresó al año siguiente ya había muerto”, explicó Manzur.

Recordó que con Chapman la unió “una amistad de treinta años y muchos trabajos juntas”, y destacó que dejó un trabajo “monumental, muy valioso para investigadores de todo el mundo”.

Chapman nació en 1922 en California y completó su educación científica en Francia, desde donde dedicó su vida profesional al estudio de los pueblos originarios del continente americano.

Entre numerosos premios y distinciones, se destaca la maestría que obtuvo en 1951 en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en México, y el doctorado de 1958 de la Facultad de Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia en Nueva York, Estados Unidos.

En 1981 logró el doctorado en la Universidad de París, Francia, y fue galardonada por todos los países de Centroamérica y América del Sur.

Chapman se desempeñaba en el Centro Nacional de Investigación Científica de París, que dirigía el sociólogo Claude Lévi Strauss, y estaba concentrada en Honduras, estudiando a la etnia tolupán de Honduras, cuando decidió viajar a Tierra del Fuego para encarar sus trabajos más célebres.

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