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Última chance para la ley de VIH: piden al presidente que incorpore el proyecto en extraordinarias

Activistas y organizaciones sociales confían en que Alberto Fernández lo incluya en el temario antes de que vuelva a perder estado parlamentario. La iniciativa introduce la perspectiva de género y derechos humanos para reemplazar a la antigua ley nacional de SIDA de los años 90’


 

Martín Paoltroni

A punto de perder estado parlamentario por tercera vez, el proyecto de ley sobre VIH, Hepatitis, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual se juega su última carta: es el presidente Alberto Fernández quien tiene la potestad para incluirla en el temario de las sesiones extraordinarias del congreso nacional que comenzarán a mediados de enero. Aunque todavía no se conoce el listado de los proyectos, activistas y referentes que trabajaron en la propuesta aseguran que existe un compromiso del Ejecutivo Nacional para que sea tratado en la cámara baja.

“Sabemos de manera informal que podría entrar en el temario”, comentó a El Ciudadano Matías Muñoz, presidente de la Asociación Civil Ciclo Positivo. A fines del 2021, el Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH le envió una carta al primer mandatario en el que le recuerdan un tweet del 1 de diciembre del 2019 en donde el entonces presidente electo se comprometía a volver a asumir la responsabilidad del Estado en la respuesta al VIH: “Desde ese entonces a la fecha no se enlista ningún logro de gestión en la temática. Sr. Presidente, es hora”, le recriminan las organizaciones en la esquela.

Además, le recuerdan que mientras el proyecto navegaba de manera infructuosa en el parlamento, en el país se produjeron 28 mil nuevos diagnósticos de VIH, 12 mil 600 de hepatitis, y 65 mil de tuberculosis en el término de seis años. “Si el proyecto no se trata, es por decisión política del Gobierno. Es urgente, ¿cuántas muertes más hay que esperar? Usted puede hacer que se trate en la próxima sesión. Nuestras vidas valen”, señalan en la misiva que llegó hasta el despacho presidencial.

La iniciativa se presentó por primera vez el 12 de septiembre del 2016, y desde entonces fue ingresado de manera consecutiva en el 2018 y en el 2020, en el que finalmente logró dictamen favorable en la comisión de Salud y Acción Social  tras las dilaciones que impuso el ex diputado tucumano Pablo Yedlin y después de haber obtenido el visto bueno en las comisiones de Legislación General y Presupuesto. A partir de allí, se esperaba su pase al pleno de la cámara, algo que nunca sucedió. “Por alguna razón, por decisiones políticas, el proyecto no fue tratado”, apuntó Muñoz en un video que difundió en las redes sociales.

Por su parte, José Di Bello, presidente de la Fundación Grupo Efecto Positivo, expresó: “Esperamos que el gobierno y la oposición cumplan con sus promesas y que traten y aprueben el proyecto en extraordinarias. En los seis años que el proyecto está dando vuelta en diputados más de 15 mil personas fallecieron, algunas a causa del VIH y otras a causa de las hepatitis virales, estas muertes se podrían haber evitado si el proyecto ya fuera ley”.

En tanto, Mariana González, presidente de la Asociación Civil VOX de Rosario, también indicó que existe un compromiso del presidente de la cámara de diputados Sergio Massa y del presidente Fernández para que el tema sea discutido de manera prioritaria durante el mes de enero: “Nos queda esa pequeña esperanza de que no pierda estado parlamentario”.

Una ley con perspectiva de género y derechos humanos

Entre las principales modificaciones que propone la nueva ley de VIH, se destaca la incorporación de la perspectiva de género y derechos humanos, una mirada que se encuentra ausente en la antigua ley nacional de SIDA 23.798 vigente desde la década del 90’. “Va a traer muchos beneficios, fundamentalmente a las personas que vivimos con VIH en Argentina porque reconoce derechos y actualiza la mirada con respecto al VIH y al SIDA, totalmente diferente a la ley actual que es muy retrógrada para los tiempos que vivimos”, explica Mariana González.

Esto se expresa, por ejemplo, en la incorporación de las llamadas poblaciones claves: mujeres, personas trans, travestis, trabajadoras y trabajadores sexuales, infancia, adolescencia, usuarios de drogas, personas en contextos de encierro, adultos mayores, discapacidad y migrantes.  También se incluye a quienes nacieron con VIH, y se extiende la provisión de leche materna para las personas gestantes positivas hasta 18 meses, ya que en la actualidad solo es de 6.

En relación a las modificaciones en el sistema previsional, se establece un régimen especial de pensiones no contributivas para personas positivas de VIH, o hepatitis B o C que tengan las necesidades básicas insatisfechas, así como la posibilidad de pedir la jubilación anticipada para quienes hayan tenido tratamiento con antirretrovirales durante más de 10 de años.

Además, el texto incentiva la investigación para el tratamiento y la cura, y habla de soberanía sanitaria para garantizar la producción pública de medicamentos y su acceso universal.

Para la presidenta de VOX, otro de los aspectos centrales del proyecto tiene que ver con la protección de las personas seropositivas en el mundo del trabajo: “En los últimos 20 años se multiplicaron los reclamos por las injusticias en el ámbito laboral con la realización de los exámenes preocupacionales donde los empleadores en connivencia con los laboratorios realizan el test de VIH sin consultar, y en caso que de positivo no toman a esa personas aunque calificara en otros aspectos para realizar esa tarea”, explica Mariana. El texto actual prohíbe explícitamente ese tipo de prácticas.

 

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