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UCR: solos en la madrugada

Tras largos discursos que oscilaron entre la intención de reformar la carta orgánica partidaria y los reproches por los magros resultados en las últimas elecciones, no hubo quórum en la convención radical. Tras el escándalo, los jóvenes radicales apoyaron a Barletta  Tensión en la UCR: Morales y Moreau, a los empujones

La Convención Nacional del radicalismo fracasó ayer en su intento de definir una reforma a la carta orgánica del partido, para elegir con el voto directo de sus afiliados a sus autoridades, al quedarse durante la madrugada sin quórum para sesionar en medio de fuertes cuestionamientos al alfonsinismo por el magro resultado electoral del pasado 23 de octubre.

Durante la deliberación –que tuvo por escenario el Centro Asturiano de Vicente López–, se produjeron incidentes y acusaciones recíprocas entre dirigentes que pretendían la renovación partidaria y aquellos que apoyaron el acuerdo electoral que la Unión Cívica Radical (UCR) llevó a cabo con el peronista disidente, Francisco de Narváez, en la provincia de Buenos Aires.

La convención se quedó sin quórum ayer a la madrugada cuando el presidente de ese cuerpo, Hipólito Solari Yrigoyen, permitió que se formara una larga lista de oradores, cuyos discursos fueron virando de la intención de una reforma a una catarsis por la derrota electoral.

Hacia las cuatro de la mañana de ayer (la convención se había iniciado el viernes por la tarde), se había retirado la mayoría de los dirigentes y convencionales que debían votar la intención de la reforma (que incluía la elección directa del presidente, cupo femenino obligatorio y la inclusión de jóvenes en las listas), lo que forzó a terminar la reunión.

Así, el debate sobre quién será el sucesor de Ernesto Sanz al frente del partido quedó trunco y se definirá ahora directamente en el plenario de delegados que la UCR celebrará el 16 de diciembre próximo.

Consultado por Télam, el diputado nacional Juan Pedro Tunessi, presente en la reunión y partidario del alfonsinismo, acusó a los dirigentes Leopoldo Moreau y a Federico Storani de “no querer que la juventud avance dentro de la estructura del partido”.

“Moreau ha sido una persona importante dentro de la UCR, pero busca su propio protagonismo dentro del partido”, dijo Tunessi, y reclamó que el ex candidato radical a presidente en 2003 “explique su relación con el peronismo bonaerense y por qué impulsaba a (el vicepresidente Julio) Cobos dentro del radicalismo”.

La jornada alcanzó su pico de mayor tensión cuando el jefe del bloque de senadores radicales, Gerardo Morales, y Moreau, protagonizaron un duro cruce verbal que estuvo cerca de terminar a los golpes.

Morales le recordó a Moreau los pobres resultados que obtuvo en la elección presidencial de 2003, y éste lo increpó acusando a la actual conducción partidaria de “hacer antikirchnerismo bobo” y de “darle la espalda a sus principios”.

El incidente fue acompañado por el lanzamiento de botellas y un tortazo desde la tribuna que impactó en el pantalón de Morales.

El diputado fue directo contra el grupo de militantes que supuestamente acompañaba a Moreau y los acusó de que cuando se cerraba la estrategia radical “ustedes estaban acompañando a otros candidatos que querían arreglar con Mauricio Macri”.

A todo esto, el ex candidato presidencial Ricardo Alfonsín escuchaba desde su banca dando muestras de estar avergonzado por el tono agresivo por el que discurría el debate.

En su discurso posterior, Alfonsín ensayó una suerte de autocrítica sobre el pobre resultado electoral del 23 de octubre al señalar: “Reconozco el error y lo asumo. Y los errores se reparan. Voy a seguir recorriendo el país para ayudar a la UCR”.

Con cánticos y desplegando una enorme pancarta con la leyenda “Nunca Más” y con boletas electorales de Alfonsín y De Narváez, miembros de la Juventud Radical, Franja Morada y de otros sectores internos interrumpieron en varias ocasiones a los oradores para recriminar la alianza con el peronismo disidente.

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