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Túnez mira al futuro con un gobierno de unión nacional

El premier Ganouchi anunció la formación del nuevo ejecutivo y que habrá elecciones en menos de 6 meses.

El primer ministro tunecino, Mohammed Ganouchi, anunció ayer un “gobierno de unión nacional” integrado por tres jefes de la oposición y parte del equipo saliente del presidente derrocado Zine el Abidine Ben Alí, así como la celebración de elecciones dentro de “seis meses como muy tarde”.

Tres días después de la caída del régimen y la huida de Zine el Abidine Ben Alí, tras un mes de revuelta popular, la “revolución del jazmín”, el nuevo ejecutivo se encargará de garantizar el desarrollo de la transición y de preparar las próximas elecciones presidenciales y legislativas.

Ganouchi también anunció toda una serie de medidas de apertura democrática: “libertad total de información”, liberación de todos los presos de opinión, levantamiento de la prohibición de actividades para las organizaciones de defensa de los derechos humanos y su legalización.

También dijo que todos los partidos políticos que lo pidan serán legalizados. El partido islámico Enahda y el Partido Comunista de los Obreros de Túnez (PCOT) están prohibidos en Túnez.

Último primer ministro de Ben Alí, Ganouchi aseguró haber formado “un gobierno que integra los diferentes partidos y los componentes de la sociedad civil”.

Entre los 24 ministros y delegados ministeriales del nuevo gabinete figuran tres jefes de partidos políticos de la antigua oposición al régimen de Ben Alí, que huyó a Arabia Saudita tras 23 años en el poder.

Se trata de Ahmed Nejib Chebi, jefe histórico del Partido Democrático Progresista (PDP, oposición laica radical), Ahmed Ibrahim, del movimiento Etajdid (Renacimiento, ex comunista) y Mustafá Ben Jaafar, que dirige el Frente Democrático para el Trabajo y las Libertades (FDTL).

Ocho miembros del antiguo gobierno de Ben Alí, incluido el primer ministro, siguen en el gabinete ocupando puestos clave como Interior, Defensa, Relaciones Exteriores y Finanzas.

Todos ellos presentan perfiles más tecnocráticos que políticos y gozan de una reputación de integridad.

En el gobierno de transición hay también representantes de la sociedad civil.

Los tunecinos analizarán con lupa el nuevo gabinete, ya que no están dispuestos a permitir que les confisquen su revolución tras un mes de revuelta popular reprimida de forma sangrienta en la que murieron al menos 66 personas. El opositor histórico Moncef Marzuki ya denunció una “mascarada”, una “falsa apertura” con el mantenimiento de ministros de Ben Alí.

Cientos de personas manifestaron ayer en todo el país para pedir la exclusión del gobierno de los políticos vinculados al antiguo régimen y a su partido, la Asamblea Constitucional Democrática (RCD).

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