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Tsipras advierte a la Unión Europea sobre consecuencias

El primer ministro griego rechazó las “incomprensibles” propuestas y confirmó que no bajará sueldos en su país.


Grecia agudizó ayer su tajante enfrentamiento financiero con la Unión Europea (UE), y advirtió a sus dirigentes que deberán “hacerse cargo de las consecuencias para todos los europeos” si terminan forzando a Atenas a rechazar sus “incomprensibles” propuestas de austeridad con un definitivo “no”.

El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, que mantendrá hoy una reunión con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, durante el Foro Económico de San Petersburgo, agregó que su país quiere “una solución que garantice la supervivencia económica”.

El gobernador del Banco de Grecia, Yanis Sturnaras, aseguró, al presentar su informe de política monetaria 2014-2015, que el fracaso de las negociaciones entre el gobierno griego y las instituciones puede provocar el “Grexit”, es decir, la salida del país de la eurozona.

El informe del Banco de Grecia recalca que la incertidumbre de los últimos dos trimestres ha tenido consecuencias nefastas para la economía griega y recalca que entre octubre de 2014 y abril de 2015 salieron del sistema bancario griego “casi 30.000 millones de euros”, que en buena parte se quedaron en manos de particulares.

Por su parte, y en torno a la reunión del Eurogrupo de hoy, el presidente del Eurogrupo y ministro de finanzas de Holanda, Jeroen Dijsselbloem, afirmó en un debate ante el Parlamento holandés que las posibilidades de lograr allí un acuerdo sobre las reformas que Grecia deberá aplicar son “muy pocas”. Según la TV holandesa, Dijsselbloem afirmó además que la cuestión crucial no es la deuda, sino la necesidad de reformas estructurales en el país, algo que el gobierno de Atenas considera una injerencia en sus asuntos internos porque el gobierno de izquierda griego no quiere recortarle los salarios a jubilados y empleados públicos. Agregó además que a su entender la propuesta griega equivalía a una solicitud de condonación, con la que no estaba de acuerdo, informó EFE.

Coincidió con el holandés el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el francés Pierre Moscovici, quien en una entrevista en la radio belga Bel RTL urgió al gobierno griego a aceptar las propuestas presentadas por sus acreedores.

El ex ministro francés de Finanzas, por lo demás, declinó comentar las acusaciones dirigidas anteayer por el primer ministro heleno, Tsipras, contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que le atribuyó una “responsabilidad criminal” en la situación en la que está el país. El conflicto entre Grecia y la UE se endurece así cada vez más a medida que se aproxima el “día D” del 30 de junio, en que ambas partes tendrán que asumir las desconocidas consecuencias de un cese de pagos de Atenas si no logran conciliar sus opuestos puntos de vista.

Descartada la reunión de hoy, una de las últimas oportunidades que quedarán para acordar es la cumbre europea del 25 de junio, pero Tsipras aclaró que “las negociaciones y las soluciones hay que quererlas” tras recalcar que “necesitamos unos días hasta la cumbre para encontrar una solución, no podemos negociar en público”.

En una conferencia de prensa conjunta celebrada en Atenas tras una reunión con el jefe de gobierno austríaco, Werner Faymann, Tsipras aseguró que si los socios persisten en exigir drásticas subas del IVA a los medicamentos y la luz, o recortes de 1.800 millones de euros a las jubilaciones, el gobierno y el Parlamento atenienses dirán “no” en nombre de Grecia.

En tal caso, previno, no convocará a elecciones anticipadas o un referéndum –como proponen los conservadores, que negociaron los acuerdos financieros que ahora se discuten– sino que asumirá personalmente, en cooperación con su gobierno y el Parlamento, la “responsabilidad de decir no en nombre de Grecia”.

Hungría construirá una valla

Mientras Europa no logra ponerse de acuerdo sobre cómo frenar una ola migratoria sin precedentes, el gobierno nacionalista de derecha de Hungría anunció ayer la construcción de una valla alambrada en su frontera con Serbia para impedir la entrada de los inmigrantes.

El anuncio llegó el mismo día en que el papa Francisco criticó a los países que “cierran la puerta” a los migrantes que huyen de la guerra y la pobreza y días después de que Naciones Unidas (ONU) llamara a los países de Europa a recibir hasta un millón de refugiados.

El gobierno húngaro del primer ministro Viktor Orban dijo que no podía “esperar más” a que se tomen decisiones a nivel europeo y anuncio que construirá una valla de 4 metros de altura a lo largo de los 175 kilómetros de frontera con Serbia, por la que este año ingresaron unos 53.000 inmigrantes irregulares.

Anteayer, los ministros de Interior de la UE intentaron, sin éxito, superar sus diferencias sobre la elaboración de un sistema de cuotas, posiblemente obligatorio, para repartir a los demandantes de asilo, una idea que Hungría rechaza.

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