Policiales

Ejecución en barrio Plata

Tres hermanos quedaron desvinculados de un resonante crimen

El abogado que los representó dijo que nunca se probaron los presuntos "problemas de vieja data" que había entre la víctima y sus defendidos y adelantó que hay una nueva hipótesis sobre el autor y móvil del crimen


Imagen TV / Telefe Rosario

Tres hermanos que habían sido detenidos en la causa que investiga el homicidio de un vecino de 28 años, asesinado en agosto pasado en barrio Plata, resultaron absueltos del caso. El abogado que los representó, Ezequiel Torres, dijo que ninguno de los tres tenía antecedentes penales y que nunca se probaron los presuntos “problemas de vieja data” entre la víctima y sus defendidos. Al respecto adelantó que la Fiscalía sigue ahora una nueva hipótesis sobre el móvil del crimen.

Poco antes del anochecer del jueves 15 de agosto, Diego David Caraballo recibió un certero tiro en la sien que lo dejó sin vida en la vereda de Cafferata al 5300. Según voceros del caso, el agresor iba en moto, aunque no estaba claro si viajaba solo o acompañado.

Minutos después de crimen, la Policía detuvo a dos vecinos a metros del lugar. A un joven de 28 años y a su hermana de 23. Según la versión de los uniformados, ambos fueron demorados en la vereda porque portaban armas de fuego y con ese argumento ingresaron al domicilio sin orden judicial, para requisar si había más armas. Luego informaron el secuestro de una pistola Bersa 9 milímetros y un revólver calibre 38.

Ezequiel Torres representa a los tres hermanos que quedaron desvinculados de la causa.

 

Con eso, Diego C. y Yamila C. fueron detenidos y acusados por el fiscal Florentino Malaponte como coautores de los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de guerra y tenencia de arma prohibida, por lo que pidió prisión preventiva por el plazo de ley. Pero la jueza Isabel Mas Varela ordenó en esa audiencia del 17 de agosto que la medida cautelar sea de 15 días para que se presenten más pruebas y se profundicen los peritajes, ya que ambos hermanos aseguraron no conocer a la víctima, no tener nada que ver con el asesinato y desmintieron haber estado armados en la vía pública el día del crimen.

En ese lapso se tomó la versión de un testigo del homicidio, quien describió al tirador como una persona delgada, de aproximadamente un metro setenta de altura. Las características no coincidían con las de Diego, un muchacho robusto que mide más de un metro ochenta y su peso supera los cien kilos, según describió Torres.

Mientras tanto un tercer hermano, de 20 años y más acorde a las características físicas descriptas por el testigo del crimen, fue detenido días después. A Enzo C. también lo imputaron por los delitos de homicidio agravado, además de portación y tenencia de armas, en una audiencia realizada el 21 de agosto donde quedó detenido con prisión preventiva por 15 días.

El abogado defensor de los tres hermanos, Ezequiel Torres, sostuvo que ninguno de sus clientes tenía vínculos con el crimen de Caraballo, al tiempo que reconoció que Enzo era el más complicado. Agregó que el muchacho puso a disposición su celular, declaró dónde se encontraba al momento del hecho y presentó testigos. Finalmente terminó sobreseído en la causa cuando fue sometido a una rueda de reconocimiento que dio resultados negativos y recuperó la libertad.

En tanto Diego, su hermano mayor, recuperó la libertad el 27 de septiembre, un día antes de cumplir 29 años, tras acordar una pena de tres años de prisión condicional por el delito de portación ilegal de arma de guerra atenuada por la falta de intención de utilizarla con fines ilícitos. El acuerdo abreviado fue alcanzado entre la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro y homologado por el juez Hernán Postma.

La última en recuperar la libertad fue Yamila, de 23 años, quien siguió un camino similar. El viernes de la semana pasada, 24 de octubre, firmó un abreviado de dos años y ocho meses de prisión condicional por el delito de portación de arma de fuego de uso civil atenuada. El juez Postma homologó el acuerdo que alcanzó con la fiscal Georgina Pairola.

“Fue una causa de locos. Estaban los tres hermanos coimputados de homicidio y varios medios los tildaron de sicarios”, dijo Torres tras reprochar que los estigmatizaron en las noticias cuando estaban acusados, y al quedar desvinculados, nadie publicó nada.

En ese sentido, Torres recordó que un diario porteño tituló que uno de ellos estaba preso por sicario e igual salía a trabajar como seguridad. Y celebró que los tres hayan quedado “totalmente desvinculados del crimen de Carballo”, sobre el que asegura hay una hipótesis nueva que podría quedar despejada en los próximos días.

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