Aplausos multiplicados en los principales escenarios del mundo, el reconocimiento unánime de la crítica especializada y la felicidad de haber sido junto a Julio Bocca los responsables de haber popularizado la danza clásica en la Argentinason algunas de las marcas distintivas de la carrera de tres décadas de la bailarina Eleonora Cassano, que comenzó en lo que va del año a despedirse de los escenarios con diferentes propuestas.
La bailarina, cuyo vasto repertorio incluye obras tales como Romeo y Julieta, El Quijote, Giselle, El lago de los cisnes yLa Bayadera, con las que recorrió América y Europa, desembarcará mañana y el domingo, a las 21, en el teatro El Círculo (Laprida y Mendoza), con ¡Chapeau!, espectáculo montado a partir de un programa mixto.
“Llevamos a Rosario el ballet completo de Carmen, que dura 40 minutos; es la primera parte del espectáculo y cuenta con la coreografía de Alberto Alonso y música de Georges Bizet, es decir la versión original; después, en la segunda parte, hacemos «Entre tangos y milongas» (G. Mollajoli, con música de varios compositores nacionales), que es un conjunto de tangos muy estilizados, que bailo con zapatillas de punta, muy refinado; dentro de esas piezas hay un tango que bailé hace muchos años junto a Julio Bocca, que fue uno de los primeros”, adelantó Cassano a El Ciudadano.
Respecto de los motivos que la llevaron a tomar la decisión de retirarse al menos del territorio de lo clásico, expresó: “Acabo de bailarLa Bayaderacompleta después de veinte años con tres funciones seguidas en el Luna Park y siento que puedo hacerlo, pero elijo retirarme en lo mejor, darle un cierre a mi carrera clásica, un final con lujo; en realidad, elijo dejar la danza y no que la danza me deje a mí (risas)”.
Inspirada por una versión de la emblemática El lago de los cisnes que vio cuando tenía apenas 7 años, Cassano supo desde siempre que la danza era su destino y que las zapatillas de punta la acompañarían por muchos años. “He bailado todo lo que estuvo a mi alcance, y ahora se cierra una etapa y comienza otra, donde seguramente bailaré algo que no sea clásico, pero seguiré bailando, no es un cierre definitivo a las puertas de los escenarios”, aseguró.
Respecto de la docencia, la bailarina comentó: “Es uno de los caminos seguros, me gusta poder trasmitir lo aprendido; de hecho, muchas veces he venido a Rosario con mis seminarios, aunque por el momento sólo doy algunas clases en forma esporádica”.
Con relación a los momentos vividos junto a Julio Bocca en los escenarios locales y respecto de ser la pareja que popularizó el clásico en el país, Cassano evocó: “Me hago cargo de eso, me siento responsable; fue una gran preocupación que tuvimos junto con Julio de acercar la danza clásica a la gente, y lo logramos, más allá de que al principio muchos colegas nos criticaron por llevarla por fuera de los escenarios clásicos, y por ejemplo bailar en un estadio de fútbol o en la calle. Hoy siento que dejamos un camino abierto para las nuevas generaciones y eso me hace feliz”.
Finalmente, respecto de la gran despedida planeada para fin de año, Cassano, que entre sus proyectos a futuro no descarta incursionar en el mundo de los musicales, expresó: “La idea original era hacer una función en la 9 de Julio, con un gran escenario y para todo el mundo, el 12 del 12 (diciembre) del 2012. Pero después nos dimos cuenta que cae miércoles y todo sería muy complicado. De todos modos, en diciembre habrá una gran despedida, una última función al aire libre y con entrada gratuita. Será mi último espectáculo bailando clásico y, seguramente, estarán quienes me acompañaron y a quienes acompañé en estos años. De todos modos, no será una despedida como la que hizo Julio, sino que será más a mi estilo; quizás con muchos bailarines argentinos y no tantos extranjeros, aunque todavía no está todo definido”.
Otros programas
De regreso de Europa donde giró con el espectáculoLa Duarte, Cassano, de 47 años, pasó por el Argentino deLa Platay el Luna Park conLa Bayadera, donde interpreta a Nikiya que, según sostiene, desde lo puramente técnico, es uno de los personajes más exigentes del universo de lo clásico. “Siempre me gustó bailarLa Bayaderay ya pasaron más de 20 años desde que lo hice por última vez en el Teatro Colón. Me gusta porque me permite mucho vuelo a la interpretación”.
Acerca de “Manon”
Si bien casi no quedan asignaturas pendientes en el gran recorrido que ha hecho Cassano en tres décadas, hay un personaje que no pudo ser. “Siempre dije que no me quería despedir sin bailar Manon (con música de Jules Massenet) en forma completa y no lo pude hacer, aunque sí bailé el pas de deux de ese ballet. Siento que en todos estos años me faltaron un montón de cosas, pero, por otro lado, estoy muy satisfecha con lo que hice”, expresó conforme.
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