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Tres décadas de “Ayúdame a mirar”, disco con el que Baglietto inició su tránsito a la música popular

El músico rosarino registró, entre abril y junio de 1990, un material que no sólo marcaría un quiebre en su estilo y carrera sino que también introduciría en su repertorio y en la música argentina a los compositores españoles Joaquín Sabina y Mezo Bigarrena


Tres décadas atrás Juan Carlos Baglietto registraba Ayúdame a mirar, un álbum acústico con el que inició su tránsito del rock a la música popular y que puso en conocimiento del público argentino a dos autores españoles desconocidos hasta entonces en el país: Joaquín Sabina y Mezo Bigarrena.

“Este disco presupuso un cambio en el estilo artístico que venía teniendo, esta idea de grabar todo acústico sólo con guitarras y percusión, creó una atmósfera distinta para las canciones y, por otro lado, visité autores que hasta el momento no había interpretado”, resumió Baglietto durante una entrevista con Télam.

Ayúdame a mirar se registró entre abril y junio de 1990 e interrumpió el perfil de Baglietto, que durante la década anterior fue parte de una nueva oleada del rock argentino, y con este material sentó las bases de un nuevo sonido para su música.

Los siete álbumes anteriores del rosarino en solitario (Tiempos difíciles y Actuar para vivir en 1982, Baglietto en 1983, Baglietto y Compañía en 1984, Modelo para armar en 1985 y Acné y Mami en 1986) portaban una atmósfera más portentosa.

Pero al dar este paso acompañado por guitarras y con únicamente las percusiones de su coterráneo Juancho Perone, el intérprete inauguró a su modo la corriente de los unplugged que por entonces empezaba a asomar impulsada por la cadena televisiva MTV.

“Este disco significó un cambio de rumbo sobre todo en las actuaciones en vivo, yo venía haciendo shows con una banda grande, con vientos, etcétera. Y aquí generamos una economía de recursos que permitió que las canciones sonaran más intensas, y que la poesía estuviera más expuesta”, destacó el artista, a 30 años de distancia de aquella aventura.

Ayúdame a mirar se nutrió de un elenco guitarrístico de excepción integrado por Lucho González, Rubén Goldín y tres notables ausentes: Lalo De los Santos (murió en 2001), Eduardo Rogatti (que partió en 2003) y José Luis “Sartén” Asaresi (fallecido en Suiza en 2011).

En las 14 canciones propuestas no solamente estrenó a nivel local a Sabina (con “Eclipse de mar”, una canción con música de Luis Eduardo Aute) y a Bigarrena (con los temas “En este barrio” y “Adoquines en tu cielo”).

Además la nómina sumó tres novedades de uno de sus autores de cabecera, Adrián Abonizio, con “Alguien que ve más lejos”, el tango “Todo a mi favor” y la testimonial “Constitución de noche”, obra pionera en pintar los estragos de la hiperinflación alfonsinista y el neoliberalismo menemista.

Otros rosarinos que formaron parte del material fueron Héctor “Pichi” De Benedictis (encargado de musicalizar a Mario Benedetti para “Ustedes y nosotros” y a Raúl González Tuñón en “Versos a Susana”), Goldín (en la guitarra y con su pieza “Las cosas que uno quiere”) y Sergio Sainz (aportando la canción “No estamos a salvo”).

La placa sumó también una versión en español de “Juan y María” de Chico Buarque, “Algún duende” (Debravo-Pagura), “La quiero” (Emilio del Guercio) y una creación que compuso con De los Santos titulada “Estaciones como siempre”.

Sobre aquella experiencia autoral, Baglietto comentó: “«Estaciones como siempre» no es la única canción que escribí, pero la verdad es que no fui muy prolífico en ese sentido. En las últimas épocas estuve escribiendo bastantes letras que en algún momento se transformarán en canciones”.

Según cuenta la leyenda, la grabación de este disco encuentra su génesis en una propuesta que Fito Paéz hizo a Baglietto. “Él me proponía que grabara un disco solista con mi guitarra y la verdad es que no me animé a hacerlo solo y convoqué a grandes guitarristas y a Juancho en percusión. También tuvo mucho que ver por aquel entonces mi amigo y productor Néstor Raschia. Ellos completaron este concepto y le dieron a las canciones un vuelo que solo no hubiera logrado”, apuntó el cantante.

Tendiendo puentes

De la mano de Ayúdame a mirar Baglietto introdujo a la escena de la música argentina a dos autores españoles desconocidos hasta ese momento: Joaquín Sabina y Mezo Bigarrena. “A Joaquín lo conocí porque a ambos nos invitaron a un recital de Silvio Rodríguez en Madrid. Yo paraba en la casa de Roque Narvaja, un día sonó el teléfono y era Silvio invitándonos a su concierto, donde conocí a Luis Eduardo Aute y a Joaquín Sabina. Luego por esas vueltas de la vida coincidimos en un hotel y ahí me tocó por primera vez una canción que había compuesto hacía poco con Aute que era «Eclipse de mar», a la cual yo le modifiqué algunos párrafos para «argentinizarla». Mientras que el Vasco (Bigarrena) cayó al estudio que había armado en el fondo de una casa que alquilaba en Palermo”, relató el rosarino.

El disco abre con “Eclipse de mar” y “En este barrio”, dos canciones potentes. “Y con letras que me contaban historias con las que me sentía representado. Ese tipo de canciones que me permitían meterme en la piel de esos personajes e interpretarlas como si fueran mías”, apuntó el cantante, miembro emblemático de la Trova Rosarina.

Después de la edición del disco comenzaron las presentaciones oficiales, conciertos que, según recordó Baglietto, contaron con tres pantallas de fondo que reproducían más de tres mil imágenes en diapositivas. “Era realmente complicado, pero llegábamos a los lugares con absolutamente todo lo que necesitábamos para hacer nuestro show, sonido, luces, pantallas de proyección, torres de proyectores, y eso nos permitía presentar el mismo show en todos los lugares a los que íbamos. Fue una gran experiencia que la gente agradeció en cada lugar”, concluyó.

De “Ayúdame a mirar” al vínculo con Lito Vitale

Aunque Ayúdame a mirar inauguró otra fase estética en el camino de Juan Carlos Baglietto, esa posible exploración minimalista se vio truncada por otra opción a la que todavía continúa ligado y que lo une al multi-instrumentista y compositor Lito Vitale. “No estaba previsto que fueran proyectos que se juntaran en el tiempo”, confesó Baglietto. Y relató: “Lo llamé a Vitale para hacer un disco para chicos y él me propuso grabar canciones de autores a los que admirábamos. En esa época existían los vinilos, por lo que nos propusimos grabar un lado de autores clásicos de tango y folclore y en la cara «b» a autores contemporáneos. Después nos dimos cuenta que le aportábamos mucho más a los clásicos que a los autores de nuestra propia generación y decidimos hacer un disco de tango y folclore que termino saliendo por la (discográfica) EMI como un disco mío por cuestiones de contrato, pero que en realidad era un trabajo de ambos”.

Fue así que comenzó el trabajo de la dupla que editó en 1991 Postales de este lado del mundo, primer material en conjunto al que le siguieron Postales del alma (1999), No olvides (2000), Qué más hacer en esta tierra incendiada sino cantar (2001), Más de lo mismo (2011), Clásicos y Acústicos (2012), Postales del Nuevo Mundo (2015) y Canciones inoxidables (2019).

Ahora, en tiempos de aislamiento social, Baglietto continúa pensando en ese trabajo en conjunto y en volver a los escenarios lo más pronto posible. “Cuando esto termine pienso actuar en cuanto lugar sea posible, es más, junto a Lito pensamos abrir un lugar propio adonde poder hacer una temporada e invitar a los amigos a compartir un ciclo de música desde ese lugar. Creo que esta experiencia del coronavirus nos cambió para siempre, y habrá que inventar nuevas formas de comunicarnos. Esto nos enseña lo frágil que es todo y creo que nos transforma en seres menos petulantes, menos soberbios, más conscientes de que solos no somos nada”, reflexionó mientras que consultado sobre las actividades que lleva a adelante por estos días de confinamiento contó: “Hago cosas que muchas veces no me permito hacer por falta de tiempo o de oportunidad. Por ejemplo escucho más música, toco más la guitarra, escribo y cocino. En relación a la cocina estoy haciendo un micro por las redes que cuenta cómo hacer platos con lo que va quedando en la heladera en épocas en las que salir a hacer compras no es lo más recomendable”.

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