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Trasladaron al Iberá a dos cachorros de yaguareté nacidos en el Parque Nacional El Impenetrable

La madre, Mbarate, fue llevada en marzo de este año temporalmente al Parque Nacional El Impenetrable para aparearse con un macho silvestre, llamado Qaramta. Este viernes regresó junto sus crías a su hábitat correntino

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Los cachorros de yaguareté nacidos en el Parque Nacional El Impenetrable

Los cachorros de yaguareté nacidos en el Parque Nacional El Impenetrable y su madre correntina sumarán tres individuos a la creciente población de la especie en Iberá, donde “aumentarán su diversidad genética en pos de salvar a esta especie en peligro de extinción” gracias al trabajo de distintas provincias y Parques Nacionales, informó este viernes la Fundación Rewilding Argentina.

Según detalló la Fundación, días atrás se completó una ambiciosa acción de conservación activa iniciada en marzo de este año, cuando la yaguareté correntina Mbarete fue llevada temporalmente al Parque Nacional El Impenetrable, ubicado en la provincia de Chaco, para aparearse con un yaguareté silvestre.

Mbarete ahora regresó en “perfectas condiciones” a su hogar en el Parque Nacional Iberá, Corrientes, donde podrá ser liberada con sus cachorros, que llevan al Iberá los genes de su padre, Qaramta, y aumentará la diversidad genética de esa población incipiente.

“Lo que se hizo con Mbarete y sus cachorros, que comprende la crianza en semicautiverio, la junta con un individuo silvestre y el traslado, es una acción extrema pero indispensable si queremos revertir la amenaza de extinción que pesa sobre la especie”, explicó Sebastián Di Martino, director de Conservación de Fundación Rewilding Argentina.

Esta acción fue posible gracias a un trabajo en conjunto realizado por las provincias de Chaco y Corrientes, y los Parques Nacionales Iberá y El Impenetrable.

Por su parte, el gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, manifestó que la recuperación del yaguareté en ambas provincias “viene dando grandes pasos y es ejemplo del esfuerzo conjunto y políticas públicas de conservación de la biodiversidad”.

El yaguareté es una especie clave para garantizar la salud y el buen funcionamiento de los ecosistemas que habita, debido a que es el depredador tope, es decir, que se encuentra en la cima de la pirámide alimenticia.

De acuerdo a lo detallado por Rewilding, los resultados del proyecto de reintroducción en los Esteros del Iberá, iniciados en el 2012, son contundentes.

En los últimos dos años se logró pasar de cero a 12 yaguaretés libres en el humedal correntino.

Asimismo, estos individuos se vienen desempeñando positivamente en su vida en completa libertad: se alimentan por sus propios medios y han llegado a reproducirse, haciendo que la población crezca favorablemente.

Hace siete meses Mbarete, una de las dos primeras yaguaretés nacidas en el Centro de Reintroducción de Yaguareté en el Parque Nacional Iberá, llegaba al Parque del Impenetrable para cruzarla con Qaramta, el único macho silvestre registrado en ese Parque.

Tres meses más tarde, nacieron dos saludables cachorros, pero aún restaba capturar a Mbarete y sus cachorros recién nacidos para trasladarlos de vuelta a Iberá.

Los cachorros y Mbarete fueron exitosamente trasladados y actualmente se encuentran en un inmenso corral a la espera de ser liberados a la brevedad.

Se espera que estos cachorros aporten variabilidad genética a la incipiente población de Iberá, y resguarden los genes de los últimos yaguaretés del Chaco argentino.

“Estas acciones de manejo activo resultan imprescindibles para salvar a especies en peligro crítico de extinción”, remarcaron desde la Fundación Rewilding.

El yaguareté, también llamado jaguar (panthera onca), es el felino viviente más grande del continente americano y uno de los mayores del mundo, el tercero detrás del león y el tigre.

 

Especies en peligro: revisarán en Panamá reglas de comercio

 

Expertos en conservación y delegados de más de 180 países se reunirán en Panamá a partir de este lunes para revisar las reglas de comercio de tiburones, reptiles, tortugas y otras especies silvestres que se encuentran en peligro de extinción o son fuente de riesgos sanitarios. Durante el encuentro, que se realizará en Panamá y culminará el 25 de noviembre, los participantes examinarán 52 propuestas para modificar los niveles de protección establecidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites).

En la 19° Conferencia de las Partes de la Cites participarán 183 países junto a la Unión Europea y se votarán nuevas resoluciones, entre ellas sobre los riesgos de zoonosis (enfermedades transmitidas por animales a humanos), un tema que cobró importancia con la pandemia de covid-19, cuyo origen no está determinado con certeza.

Esta convención, que entró en vigor en 1975 y desde entonces se reúne cada dos o tres años, fijó las reglas de comercio internacional de más de 36.000 especies silvestres, que van desde la entrega de permisos hasta la prohibición total.

“Definitivamente Cites ha sido un mecanismo que ha logrado reducir la presión generada por la comercialización sobre muchas especies”, señaló Juan Manuel Posada, gerente de Ciencias de la fundación MarViva, organización que opera en el Pacífico Tropical de América latina.

En esta conferencia, los tiburones réquiem, los tiburones martillo y las rayas guitarra encabezarán los debates, por las propuestas para ser colocados en el Anexo II (comercio permitido bajo condiciones).

“Sería un hecho histórico si estas tres propuestas son aprobadas: pasaríamos de controlar casi el 25% del comercio de aletas de tiburón a más del 90%”, sostuvo Ilaria Di Silvestre, responsable de campañas europeas del Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW).

Asimismo, Luke Warwick, de la organización Wildlife Conservation Society (WCS), remarcó: “Estamos en medio de una gran crisis de extinción de tiburones”, que son “el segundo grupo de vertebrados más amenazados del planeta”.

Y advirtió que “las aletas pueden alcanzar 1.000 dólares el kilo en mercados de Asia oriental”, por lo que la pesca cobra niveles de exterminio.

En ese sentido, la vicepresidenta de WCS, Sue Lieberman, señaló que “China nunca ha votado en la Cites en favor de una especie marina”, pero sin embargo “aplica las resoluciones una vez aprobadas”.

En tanto, tres especies de cocodrilos, tres de lagartijas, varias de serpientes y 12 tortugas de agua dulce fueron propuestas para ser inscritas en el Anexo I (prohibición total) o en el Anexo II.

“Las tortugas de agua dulce de todo el mundo son explotadas de manera no sostenible e ilegal para el comercio de mascotas exóticas, para coleccionistas y en el comercio de alimentos en Asia”, explicó Lieberman.

Entre la flora, la caoba africana podría pasar al Anexo II, así como ciertas especies de tabebuias. Estos árboles crecen en América y el Caribe y las especies argentinas recientemente tuvieron su floración en Rosario: son los lapachos.

 

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