Policiales

Cárcel de Piñero

Trasladan a Monchi a un pabellón para presos de alto perfil

Uno de los cabecillas de Los Monos fue alojado en el pabellón 26, construido especialmente para presos de alto perfil. Está junto a Walter Daniel Jure y Ricardo Albertengo, un convicto sin vínculos con el clan de zona sur que carga con el crimen de un policía.


Uno de los cabecillas de Los Monos fue alojado en el pabellón 26, construido especialmente para presos de alto perfil.

Ramón Ezequiel Machuca, uno de los cabecillas de Los Monos conocido como Monchi Cantero, fue trasladado la noche de este martes a un pabellón común de la cárcel de Piñero, el mismo penal donde pasó las últimas tres semanas en resguardo, como se conocen los buzones de castigo. La medida se llevó a cabo luego de una presentación judicial que denunció la desobediencia de un habeas corpus correctivo que ordenaba que se termine el aislamiento del detenido, con fecha límite el 11 de septiembre, según informó su abogada Romina Bedetti. La letrada cuestionó al Servicio Penitenciario por no acatar las órdenes judiciales y poner en riesgo la vida de los reclusos. En ese sentido, dijo que a otro miembro del clan, Leandro “Gordo” Vilches, lo trasladaron el mismo día a un pabellón donde ya había denunciado problemas de convivencia (a través de un habeas corpus) y en el que los mismos internos lo rechazaron, por lo que volvió a presentar un amparo judicial.

En abril pasado se conoció la sentencia contra los 25 acusados en el publicitado juicio a la banda Los Monos. La pena más alta recayó sobre Monchi, condenado a 37 años de prisión como jefe de asociación ilícita e instigador de tres homicidios. De los acusados, más de la mitad policías y miembros de Fuerzas Públicas, 19 fueron declarados culpables (entre ellos el Gordo Vilches penado a una década de cárcel) y el resto absuelto.

Las denuncias de hostigamiento por parte de Monchi comenzaron desde su detención que tuvo lugar en el barrio porteño de Flores a mediados de 2016. En agosto de ese año, Machuca envió un video a los medios televisivos donde advirtió sobre “requisas exhaustivas” en el penal santafesino de Coronda que buscaban la reacción de sus compañeros de pabellón en su contra.

La última denuncia, luego de varios traslados en penales de Santa Fe, fue hace dos meses durante la feria judicial, cuando sus abogados presentaron un habeas corpus correctivo que denunciaba el agravamiento de las condiciones de detención y que tuvo el visto bueno de la Justicia. Según esa presentación, el Servicio Penitenciario sacó del pabellón 7 de Piñero a Monchi, a su papá de crianza Ariel Máximo “Viejo” Cantero, a Mariano Salomón y a Andrés Fernández y los aisló en boxes. El aislamiento en un lugar reducido y sin contacto con otros internos motivó la denuncia por agravamiento que contó, en paralelo, con una nota firmada por toda la población penal del pabellón 7 que les pidió a las autoridades penitenciarias que vuelva el cuarteto a convivir con ellos. Luego de un intervalo volvieron al pabellón, pero duró poco y Monchi volvió a ser aislado en un buzón.

Según la abogada Romina Bedetti, el juzgado de Sentencia 1 había dado lugar a su último habeas corpus para que Machuca sea alojado en un pabellón común. La letrada dijo que la excusa del Servicio Penitenciario era que todavía no estaba terminado de construir el Pabellón 26, preparado especialmente para presos de alto perfil, con capacidad para cuatro personas. Pero al vencerse la fecha máxima para que lo saquen del buzón, y al ver ella “personalmente que el lugar ya estaba acondicionado, presentó tres escritos en un mismo día para que lo trasladen”, se quejó la letrada. En ese sentido, Bedetti dijo que finalmente la noche del martes Monchi fue trasladado a ese lugar junto a Walter Daniel Jure, también condenado en la megacausa, y a Ricardo Albertengo, un convicto sin vínculos con el clan de zona sur que carga con varias condenas, la última por el homicidio de un policía.

“Una de cal y otra de arena”, ironizó la abogada en relación a que si bien consiguió el traslado de Machuca, “cortaron” el teléfono público del penal para dejarlo incomunicado, lo que motivó la presentación de un escrito judicial.
En el mismo, presentado en el mediodía de este miércoles, también denunció la situación de Vilches, que según Bedetti fue trasladado al pabellón 25, junto al Viejo Ariel Cantero, con quien ya había manifestado problemas de convivencia.

Bedetti dijo que Vilches estaba alojado en el pabellón 5, de ingreso, y sin motivo lo volvieron a llevar a un lugar donde judicialmente estaba aclarado que no debía estar. “Es más, los internos de ese pabellón manifestaron que no lo querían ahí y el Servicio Penitenciario lo dejó igual”, sostuvo.

“De los cinco años que Vilches lleva detenido, jamás tuvo un problema, ni causas por mala conducta. Cuando manifestó problemas de convivencia lo castigaron en un buzón. Y ahora lo vuelven a mandar al 25”, denunció la letrada.

Pero ese mismo motivo, Vilches hizo una huelga de hambre y de líquidos el mes pasado.
Según contó en ese momento su defensora, tomó la decisión porque sin haber cometido falta alguna, personal penitenciario le anunció que lo trasladaría al pabellón 25. “Leandro se negó a pasar al pabellón 25 porque tiene problemas de convivencia (con los allí alojados) y fue en ese circunstancia que lo trasladaron a un buzón, la cual no cumple con ninguna de las condiciones mínimas de detención”, dijo la letrada para señalar que el lugar donde fue alojado desde el miércoles pasado es muy frío, el baño está inundado y sucio.

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