Tras la reactivación, sumaron mujeres ferroviarias al Belgrano Cargas

Triana Gianelli tenía dos años cuando su mamá perdió el trabajo como administrativa en el Belgrano Cargas tras el cierre en San Cristóbal en la década del 90. Durante años lo recordó con tristeza, aunque recién lo comprendió cuando ingresó a trabajar allí, pero como ferroviaria. “Me crié viendo esa nostalgia y ese dolor. El ferro es una gran familia. Ahora entiendo lo que mi mamá sentía cuando cerró su fuente de trabajo”, contó. Hoy Triana está en el área de ensamblado de ruedas. Fue la primera operaria en ingresar al ferrocarril y su camino lo siguieron otras cuatro mujeres. La incorporación como mecánicas y operarias fue impulsada por la firma y la Unión Ferroviaria para cumplir con el cupo laboral, pero entienden que es una decisión que llegó para quedarse. Las mujeres aclaran que, si bien las tareas implican fuerza, el secreto está en conocer los movimientos y regularla. “Todo se aprende”, aseguran, y esperan sumar más compañeras en los próximos meses.

Pionera

Triana ingresó al ferrocarril en abril de 2019 en el área de pintura. “Al ser la primera mujer que ingresaba era todo nuevo para todos. Estuve dos semanas ahí y me sirvió para empezar a conocernos”, recordó. Después, la trasladaron al sector de bogies donde se desempaña actualmente. Según explicó, es el área de ensamblados donde se reacondicionan las ruedas y se conectan al vagón. Su tarea consiste en soldar y cortar las piezas.

“Es una de las partes más completas y pesadas del trabajo. Me encanta lo que hago. En la escuela nos enseñaron el manejo de herramientas, la zona dura, el corte, máquinas y la importancia de la protección y los cuidados. Mis compañeros me enseñaron el oficio, me acompañaron, me ayudaron y trabajamos en equipo. Somos muy compañeros. Pasamos muchas horas juntos y nos hicimos amigos incluso de las familias. Eso es el ferro”, señaló.

En 2020, otras mujeres ingresaron al ferrocarril. En la actualidad son seis en el área mecánica: tres en la parte de tornería y fabricación de pares montados y colocación de rodamientos -que es el nuevo sector que se inaugurará oficialmente en marzo-, dos en reparación de vagones, y una como auxiliar de estación en entrada y salida, habilitación y programación de trenes. Todas son egresadas de la escuela técnica con la que el gremio firmó un convenio para incorporar personal.

“Si bien siempre me sentí cómoda y respetada está bueno tener un par femenino. Las chicas ingresaron con muchas expectativas. Somos muy compañeras. Nos sentimos muy protegidas por nuestros compañeros que están siempre ayudándonos. Es un trabajo en equipo y así aprendemos de forma más fácil”, aseguró Triana.

Según contó, sus compañeros se adaptaron muy bien a la incorporación de las mujeres: “Ellos dicen que es necesario porque tenemos otros puntos de vista, otros temas, otras ideas y somos más detallistas. Necesitaban un cambio”.

Para ella, la incorporación de mujeres al ferrocarril es un camino que recién empieza. “Todo es muy pesado y grande, pero nada es imposible. Como mujeres le ponemos todo y los compañeros nos enseñan cómo hacer la fuerza para no lastimarnos. Con el tiempo vas adquiriendo la fuerza y aprendés a hacer los movimientos”, contó.

“Estoy orgullosa de mis compañeras, se pusieron la camiseta y trabajamos a la par de los hombres. Estoy agradecida de tener esta oportunidad. Es un cambio de paradigma y quisiera colaborar con los sueños de otras chicas para que se animen. Ojalá que logren incorporar muchas más mujeres para distintas áreas porque se necesita. Está bárbaro que sumemos más gente y que seamos mujeres”, agregó.

Tradición familiar

Cuando Triana se graduó de la escuela técnica empezó a estudiar psicología pero no pudo afrontar los costos de la carrera por lo que regresó a San Cristóbal donde empezó a buscar trabajo. “Cuando me llamaron del ferrocarril nunca pensé que iba a ser para el taller. Siempre imaginé que era por algo administrativo”, recordó.

El interés por la mecánica viene de familia. Su mamá trabajó en el Belgrano Cargas como administrativa durante 19 años y su papá fue tornero. Su hermano trabaja en el taller desde hace 12 años y el papá de él también es ferroviario. “Es un orgullo muy grande saber del esfuerzo que hicieron y que hacen ahora. Somos muy afortunados de tener este trabajo. Nos cambió la vida. Mucha gente se fue de San Cristóbal cuando cerró el ferrocarril. Antes era una ciudad ferroviaria y terminó siendo una ciudad de comerciantes. Trabajar acá sana muchas heridas del pasado y es gratificante”, cerró.

Innovación

Desde la Unión Ferroviaria contaron que la idea de incorporar mujeres a la firma nació hace tres años. “Surgió la alternativa de sumarlas a áreas innovadoras como mecánicas y operativas, lo cual no es tan sencillo porque están vistos como trabajos de hombres. Desde el gremio armamos proyectos de trabajo y hace dos años tomamos la determinación de incorporar a la primera mujer al área mecánica, Triana Gianelli”, explicó Marcelo Andreychuk, secretario de la Unión Ferroviaria delegación San Cristóbal.

“La experiencia fue muy buena. La mujer se adaptó muy rápido. Éramos cerca de 60 hombres, era raro al principio, pero rápidamente se adaptó y continuamos con la misma modalidad. Los compañeros mostraron predisposición para enseñarles y colaboración. Se esperaba la incorporación de mujeres porque hay muchas hijas de ferroviarios que fueron a la escuela técnica y esperábamos el momento para sumarlas”, contó.

Para facilitar el camino, el gremio firmó un convenio con las escuelas de la localidad para que los ingresos al taller sean de parte de egresadas y egresados de escuelas técnicas o industriales.

“Estamos incorporando cada vez más mujeres, hace un par de años no era tan importante su figura. Está en las mismas condiciones que el hombre, cada vez van a ser más y en cualquier momento nos van a superar. Eso habla de igualdad y es algo que pregonamos que hace falta en el país”, señaló.

Andreychuk adelantó que están preparando un nuevo sector de tornería para el cual planean sumar alguna pasantía de la escuela en 2021 y así darle un crecimiento al área y preparar personal para un futuro ingreso. No descartan sumar más mujeres.

“Es un logro en conjunto. La Unión Ferroviaria está muy compenetrada con el proyecto, es una idea del gremio. Si bien la incorporación de mujeres es una realidad en todo el país, que lo hayamos hecho en San Cristóbal nos hace sentirlo como un logro propio”, cerró.

El Belgrano Cargas emplea en la actualidad a 97 operarias y operarios entre las áreas de reparación de vagones, tornería, estación y viaobras. Desde el gremio precisaron que en los últimos dos años ingresaron 33 operarios y operarias durante la pandemia 23 más, entre quienes están 4 mujeres del área mecánica.

Desde el gremio valoraron el crecimiento del ferrocarril gracias a un trabajo conjunto entre el sindicato, la empresa y las políticas de Estado.