Política

Tras intervención, Kirchner se siente mejor y mantiene reuniones políticas

de Ambito.com // Por: Liliana Franco

A diferencia de lo sucedido en febrero pasado, cuando el ex presidente Néstor Kirchner fue sometido a una intervención quirúrgica por un problema en la carótida, en esta oportunidad su problema de salud inicialmente no dio lugar a un desfile de funcionarios y simpatizantes. La orden estricta de la presidente Cristina de Kirchner fue que mantuvieran distancia y hermetismo, según trascendió en fuentes de la Casa Rosada. Así, los celulares y twitters de los funcionarios se mantuvieron inactivos y las noticias oficiales quedaron concentradas en el operativo montado por el subsecretario de Medios, Alfredo Scoccimarro.

Sin embargo, Néstor Kirchner, como es típico de él según señalan sus íntimos, apenas se sintió bien volvió a las andadas: vio con el ministro de Planificación, Julio De Vido, el partido de básquet con que Argentina logró el quinto puesto en el campeonato mundial de baloncesto, momento que aprovechó para conversar sobre los próximos anuncios en el marco del plan de obras públicas. Luego mantuvo una larga conversación con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández: la política nuevamente desplazó a la medicina.

Cuando Néstor Kirchner ejercía la presidencia, su vida era más metódica que en la actualidad. De manera regular llegaba pasadas las 7.30 horas a su despacho en la Casa Rosada donde permanecía hasta el mediodía, para luego ir a la Quinta de Olivos a almorzar frugalmente respetando la dieta, luego dormía la siesta y retomaba sus tareas en la Rosada por la tarde. Ahora no solo cuenta con una agenda más desordenada sino que también, según comentan allegados, tiene algo menos de cuidado con su salud.

Los médicos coinciden en que en todo episodio cardiovascular, las tensiones tienden a agravar estas patologías. El ex presidente, sostienen, no estaría pasando un buen momento. Dicen que cuestiones como los traspiés con el tema Papel Prensa, las trabas de la oposición en el Congreso y las dificultades en el armado político para competir el 2011, lo tienen a maltraer.

También se comenta que hay diferencias dentro del matrimonio Kirchner y un tema no resuelto es si será Néstor o Cristina el próximo candidato presidencial. Al respecto, el jueves circulaba una encuesta según la cual Cristina supera en imagen positiva (52,7%) no sólo a su marido sino también al Daniel Scioli (52,3%). Cabe recordar que el ex motonauta en casi todas las encuestas se encontraba al tope de la consideración pública.

Como otra muestra de la tensión que envuelve a la política, en el entorno más estrecho del ex presidente llamó la atención la forma brutal con le pidió de manera pública, al gobernador bonaerense que identifique quien le ata las manos para poder actuar en materia de seguridad. Dicen que Néstor montó en cólera cuando conoció esas declaraciones efectuadas por el marido de la víctima de una salidera bancaria, Carolina Píparo, sobre la imposibilidad de hacer más contra el delito.

La relación con los varones del conurbano es otro de los temas que lo preocupa a Néstor Kirchner y más después de la conformación del llamado grupo de los ocho, que reúne a los intendentes díscolos del kirchnerismo. Ellos son Pablo Bruera (La Plata), Sandro Guzmán (Escobar), Sergio Massa (Tigre), José Eseverri (Olavarría), Joaquín de la Torre (San Miguel), Jesús Cariglino (Malvinas Argentinas), Gilberto Alegre (Villegas) y Luis Acuña (Hurlingham).

Hasta el viernes se pensaba que el chequeo médico previsto para ayer iba a ser sólo de rutina. Tanto es así que ese día, como es habitual, el diputado Kirchner jugó al fútbol con sus más allegados. Vistiendo la camiseta del club de sus amores, Racing, tuvo a mal traer a los contrincantes. Habitualmente suelen desplegar sus habilidades en la cancha de la quinta presidencial, el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, el ministro de Economía, Amado Boudou, el secretario de Obras Públicas, José López, el titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga, el subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta y Alfredo Corcho Scoccimarro, entre otros. Luego de sudar la camiseta, una picadita, el asado y la charla política son el broche de una noche de distensión en Olivos.

Pero quienes lo conocen dicen que son contados los momentos que Néstor Kirchner dedica al recreo. Obsesionado permanentemente por la política, está siempre en tensión al punto que es habitual que a las horas más insólitas levante el teléfono e increpe personalmente, por ejemplo, a un intendente si vio alguna declaración que no le gustó.

De cara al futuro, el interrogante que se plantea su entorno y conociendo que Néstor desayuna política, almuerza política y termina el día cenando política, es si va a serenarse en momentos en que esta dispuesto a jugar a todo o nada para que el kirchnerismo siga en el poder.

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