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Tras el rastro de la cocina

Agentes antinarcóticos allanaron laboratorios dedicados a la fabricación y venta de precursores químicos en Santa Fe y San Lorenzo en el marco de la investigación por la venta de drogas en el norte provincial.

La Dirección General de Prevención y Control de Adicciones de Santa Fe (ex Digedrop) realizó a primera hora de ayer cuatro allanamientos en simultáneo en las ciudades de Santa Fe y San Lorenzo. Tres de ellos se llevaron a cabo en laboratorios dedicados a la fabricación de precursores químicos y un cuarto en una empresa de transportes. El operativo –en el que se secuestró gran cantidad de documentación– se realizó en el marco de la investigación en la que se desbarató una cocina de cocaína en una vivienda ubicada en las afueras de Tostado, departamento 9 de Julio, el mes pasado.

Según fuentes de la pesquisa, los allanamientos se realizaron ayer a primera hora en forma simultánea. En la ciudad de Santa Fe, los procedimientos se llevaron a cabo en tres puntos: el laboratorio B&B, ubicado en Hipólito Yrigoyen al 2200 y cuyo titular es Juan Manuel B.; otro laboratorio ubicado en Padilla al 1700 y que está a nombre de Alberto F.; y la empresa Transportes Pedrito, ubicada en Peñaloza 6310. Al mismo tiempo, en San Lorenzo se realizó otro allanamiento en el laboratorio Ciccarelli SA, ubicado en Hunzinger 434.

Hugo Tognoli, titular de la ex Digedrop, explicó que los allanamientos fueron ordenados por el juez federal Nº 5 de Reconquista, Aldo Mario Alurralde, “y tienen su génesis en la cocina de cocaína que se desbarató en Tostado el 20 de octubre pasado”.

De acuerdo con la investigación, ese día fueron detenidos Eligio Waimar S., de 30 años, y Nene Williams M., de 41 años, ambos procedentes de la ciudad boliviana de Yacuiba, quienes regenteaban una cocina de cocaína en una pequeña localidad llamada Lavanda, ubicada unos 4 kilómetros al norte de Tostado, en el departamento 9 de Julio.

Según los investigadores, se trataba de la mayor cocina de cocaína desbaratada en la provincia de Santa Fe. En el lugar se secuestraron 71 litros de éter sulfúrico distribuidos en bidones, 45 litros de acetona, medio litro de ácido clorhídrico, medio kilo de xilocaína, 50 kilos de manitol y cerca de 100 litros de otros precursores químicos que se utilizan para fraccionar la sustancia, la cual en este caso es de máxima pureza, informaron las fuentes policiales.

De acuerdo con Tognoli, “ésa fue la punta del ovillo”. Lo que a partir de ese momento los investigadores intentaron determinar fue cuál había sido el recorrido de los precursores químicos incautados antes de llegar a la cocina de cocaína.

“Sin precursores químicos no tengo cocina. Sin éter no puedo transformar la pasta base en clorhidrato de cocaína”, explicó Tognoli, que realizó el operativo de ayer junto con personal del Sedronar.

La Sedronar (Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la lucha contra el Narcotráfico) fue la que notificó que la firma Regeants SA (Ciccarelli SA) informó haber vendido el 9 de abril pasado 120 litros de éter etílico al laboratorio de Alberto F.; y este último haber vendido, en 9 operaciones, un total de 321 litros de éter etílico o sulfúrico a la firma B&B.

Además, el organismo nacional también destacó en su informe que el titular de ese laboratorio solicitó su reinscripción ante el organismo (que todavía no le fue otorgada), toda vez que no satisfizo la totalidad de los requisitos necesarios para su obtención.

Según el portal Notifé, esta última empresa resultaría ser la adquirente los días 12 y 16 de abril de este año de al menos 89 litros de éter etílico. Igualmente, el 30 de abril, habría movido al menos 41 litros del mismo precursor. Esto no significa que hayan cometido ilícitos o que estén en el negocio de las drogas, “pero sí nos permite seguir hacia atrás una ruta de investigación que estamos profundizando con respecto a los precursores que utilizaron los dos ciudadanos bolivianos para fabricar la droga en Tostado”, añadió Tognoli.

En tanto, la firma Transporte Pedrito, se encuentra inscripta en el Registro de Precursores Químicos “y habilitada para transportar algunos de ellos, entre los que no se encuentran el éter etílico o sulfúrico”.

De acuerdo con Tognoli, durante el operativo realizado ayer se secuestró gran cantidad de documentación que da cuenta del recorrido que realizaron los precursores químicos antes de ir a parar a la cocina clandestina. El seguimiento se hizo a partir de los números de lote de los precursores secuestrados cuando la cocina fue desbaratada.

“Muchos tienen los papeles en regla y no hicieron nada ilegal. Pero será el juez quien tendrá que determinar las responsabilidades de cada uno de ellos”, finalizó Tognoli, haciendo alusión al titular del Juzgado Federal de Reconquista, Aldo Mario Alurralde, a cargo de la investigación.

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