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Finanzas

Tras el pago a fondos buitre, Griesa levantó las cautelares

Argentina canceló la deuda con holdouts y el juez de Nueva York destrabó desembolsos a bonistas reestructurados.


La Argentina pagó ayer a fondos buitre la deuda en litigio y la Justicia de Nueva York levantó de inmediato las cautelares que le impedían al país concretar otros desembolsos a bonistas que habían aceptado los canjes de 2005 y 2010, con lo que el país salió después de 15 años de la cesación formal de pagos (default) y, tras tomar nueva deuda para cumplir con los holdouts, se reconcilió con los mercados internacionales.

La Casa Rosada efectuó un pago de 9.300 millones de dólares a bonistas litigantes que aceptaron los términos de los acuerdos propuestos, incluidos los fondos especulativos.

El Poder Ejecutivo reclamó al juez Thomas Griesa una orden para confirmar el “levantamiento de cautelares en todas las causas” en su contra. El magistrado accedió rápidamente a ese pedido y los bonistas empezaron a recibir su dinero vía transferencia bancaria.

Deuda para pagar deuda

La Argentina pagó a los fondos buitre NML Capital y Aurelius, y a otros querellantes, con parte del dinero proveniente de una emisión de deuda por 16.500 millones de dólares, que fue colocada esta semana en los mercados internacionales.

A principios de marzo último, Griesa había exigido como primera condición para levantar las cautelares que la Argentina derogase las leyes que impedían un acuerdo con los querellantes (Cerrojo y Pago Soberano), algo que se cumplió a fines de ese mes.

Pero el juez neoyorquino también impuso como condición el pago a todos los acreedores judiciales con los que se hubiese llegado a un preacuerdo hasta el 29 de febrero.

El Ministerio de Hacienda explicó que del total de la colocación de bonos, 9.300 millones de dólares se depositaron en el Banco de Nueva York y otros 7.200 millones se contabilizarán como reservas del Banco Central.

De los 9.300 millones de dólares abonados, unos 6.200 millones se destinarán al pago de los acuerdos judiciales que la Argentina selló antes del 29 de febrero con los fondos buitre.

En tanto, los 3.100 millones restantes irán a un fideicomiso que manejará el Banco de Nueva York y se utilizarán para pagar el resto de los acuerdos con los fondos buitre que se logró después de esa fecha, según la información oficial.

A Griesa le dio “placer”

Por su lado, Griesa aseguró que le dio “un enorme placer levantar las medidas cautelares” que pesaban contra la Argentina que impedía los pagos de la deuda en default.

“El juez Griesa me expresó y me pidió que haga público el hecho de que le dio un enorme placer poder ejercer su discreción y levantar la cautelar como resultado del cambio dramático de circunstancias en la Argentina después de la elección del presidente Macri”, destacó en un comunicado el mediador Daniel Pollack.

“Chau default”

Entre los primeros acreedores en cobrar estuvieron los cuatro grandes fondos buitre –NML, Aurelius, Davidson Kempner y Bracebridge– que se encontraban en el centro del acuerdo.

Medida “cautelar levantada. Basta de ataduras. Basta de cepos. Chau default, arranca una nueva etapa. Los argentinos, listos para emprender y crecer”, escribió el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, en su cuenta de Twitter.

Luego, en declaraciones radiales, Prat Gay consideró sobre este que a partir de este arreglo la “Argentina se vuelve a conectar con el mundo, porque desde el punto de vista de los inversores externos, hasta que nosotros no arregláramos esto (el default) no éramos merecedores de ninguna inversión”.

Como ejemplo, destacó que las calificadoras de riesgo crediticio ya “le han mejorado la calificación al país”, por lo cual el gobierno, las provincias, o las empresas privadas, pueden tomar préstamos a menor tasa.

“Necesitamos mucho crédito para invertir en infraestructura, para volver a crecer, para que la pequeña y mediana empresa se pueda desarrollar, para que haya empleos genuinos”, destacó Prat Gay.

Todo tiene un final: el juez de Nueva York se jubila

Con el pago a los fondos buitre y el levantamiento de las cautelares, se cerró el llamado Juicio del Siglo y se abre una nueva etapa en la vida del polémico juez Thomas Griesa: la jubilación. En febrero pasado, el diario Ámbito Financiero anticipó que el magistrado ya le había hecho saber a sus colaboradores más cercanos cuáles serían sus planes cuando se cerrara la pelea entre la Argentina y los buitres: descasar en su casa de Montana y escribir sus memorias. Con 86 años, el juez de Nueva York padece problemas de sordera, de habla, inconvenientes en la piel y una prominente joroba que le impide caminar correctamente. Griesa nació en Kansas City en 1930, se graduó en Harvard y obtuvo un posgrado en leyes en Stanford. En 1972 fue nombrado juez durante el gobierno de Richard Nixon, en medio del escándalo del Watergate. Pero todo concluye al fin, todo tiene un final y para Griesa llegó el momento que esperaba: su añorada jubilación.

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