La catedral de Notre Dame recupera este sábado la base de madera de la famosa aguja que coronaba su tejado justo cuando se cumplan cuatro años del fatídico incendio que destruyó parcialmente al edificio, emblema de la arquitectura gótica medieval.
Según informó la agencia francesa de noticias AFP, la base de madera sobre la que se erige la aguja «está viajando de regreso a París tras su restauración en la ciudad alemana de Colonia».
La base, un entramado de 80 toneladas, es el elemento central sobre el cual se asienta la aguja de 96 metros, erigida originalmente en el siglo XIX por el arquitecto Viollet-Le-Duc, el gran reconstructor de la catedral que es un ícono de la ciudad de París.
La faraónica obra de restauración avanza a buen ritmo, pero Notre Dame no estará lista para los Juegos Olímpicos de París, en el verano boreal de 2024 (el invierno sudamericano), más allá de que los expertos están concluyendo la limpieza de los casi 42 mil metros cuadrados de paredes, ornamentos y bóvedas.
El gran órgano, que resultó indemne pero quedó cubierto de ceniza de plomo, fue desmontado y sus ocho mil tubos están siendo reinstalados uno a uno; mientras que la investigación judicial sobre el origen del incendio sigue abierta, así como otra sobre la contaminación que provocó la fundición del plomo.
La obra se prevé que finalizará a fines de 2024, para que el edificio construido entre los siglos XI y XV reabra sus puertas al público y recupere parte del flujo de visitas, cuyo promedio anual era de 13 millones de personas y uno de los lugares más visitados de la capital francesa.
El 15 de abril de 2019, el incendio que destruyó casi por completo el techo de la catedral hizo que se derrumbara la icónica aguja del edificio de Nuestra Señora de Notre Dame, situado en la pequeña isla de Cité y rodeado por las aguas del río Sena.
Notre Dame es una catedral de culto católico, sede de la arquidiócesis de París, que se erige como uno de los edificios más antiguos del estilo gótico de los que se tenga registro en la historia.
Su construcción, que comenzó en el año 1163 y terminó en el 1345, está dedicada a María, madre de Jesucristo, por lo que se convirtió en uno de los monumentos más populares de la capital francesa, obra clave del gótico y testigo de algunos de los hitos más trascendentes de la historia de ese país.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien este viernes, en medio de la compleja situación social que atraviesa Francia visitó el edificio, prometió reconstruirla en cinco años, promesa que, pese a la parálisis que generó la pandemia de coronavirus, llegaría a cumplirse en 2024.