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Tras 44 años, Robledo Puch salió de la cárcel para ir al médico

El apodado "Ángel de la muerte" fue llevado en una camioneta del Servicio Penitenciario, que lo trasladó desde la cárcel de Sierra Chica a la asesoría pericial de San Isidro par ser sometido a una serie de pericias médicas.


Carlos Robledo Puch fue llevado esta mañana a la Asesoría Pericial de San Isidro par ser sometido a una serie de pericias médicas durante alrededor de una hora, en lo que fue la primera recorrida del asesino serial fuera de prisión en los últimos 44 años .

En medio de un importante operativo de seguridad, “El Ángel de la muerte” fue llevado en una camioneta del Servicio Penitenciario, que lo trasladó desde la Cárcel de Sierra Chica a la oficina  judicial a la que ingresó a las 9:30.

Alrededor de las 10:30, el preso fue llevado en el mismo vehículo a la cárcel situada en el distrito de Olavarría.

El trámite fue solicitado por la Cámara Primera del Crimen de San Isidro y no obedeció a los múltiples pedidos realizado por el reo para salir de prisión.

Robledo Puch, de 64 años, purga una condena a cadena perpetua por haber matado a once personas entre 1971 y 1972, entre otros delitos graves.

Robledo Puch fue condenado el 27 de noviembre de 1980 a la pena de reclusión perpetua por tiempo indeterminado por los crímenes que cometió.

A fines del año pasado, el abogado de Robledo Puch contó que su defendido tenía recursos para poder vivir fuera de la cárcel, ya que tenía dinero de una herencia y que un empresario (con el que lo uniría una relación familiar) le ofreció radicarse en Paraguay.

El 23 de marzo pasado el juez Duilio Cámpora rechazó un pedido de excarcelación presentado por la defensa de Robledo Puch.

El habeas corpus que había sido presentado por el abogado defensor general José Luis María Villada, fue denegado por el magistrado, el cual consideró que “no se advierte en el presente que la privación de libertad del interno resulte ilegal o arbitraria”.

Villada, en su presentación realizada en febrero, había argumentado que “la excesiva e injustificada demora (…) en resolver en definitiva la situación de Carlos Eduardo Robledo Puch, importa lisa y llanamente un agravamiento de las condiciones de detención”.

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