Ciudad

Tras 13 años, otro impulso al esperado cielo sin cables

Lifschitz se reunió con empresas de telefonía y televisión para avanzar en cómo poner fin a la mañana.

El intendente Miguel Lifschitz, el secretario de Obras Públicas, Omar Saab, y representantes de distintas empresas telefónicas y cableoperadoras con base en la ciudad dieron a conocer avances y detalles en torno a la “nueva” reglamentación –en rigor una modificación de la antigua– sobre cableado aéreo, en el marco de la política de “descontaminación visual” en Rosario. Así, en la conferencia de prensa que se realizó ayer por la tarde en el salón Carrasco del Palacio Municipal, se informó acerca de las características de la última regulación sancionada al respecto y el actual avance de los trabajos, intentando así volver a darle estado público a un proyecto que parecía olvidado. “La idea es hacer visible el trabajo que venimos realizando. Y también que estamos cumpliendo la última ordenanza aprobada en 2008 y el decreto reglamentado de 2009”, explicó, en diálogo con El Ciudadano, Saab. A pesar de que la primera legislación en torno a la maraña que afecta a toda la ciudad data de 1997, las sucesivas modificaciones impidieron culminar la quita, por lo que el reordenamiento de cables sigue siendo una materia pendiente.

El proceso de reordenamiento del cableado aéreo en Rosario se inició en 1997 con la sanción de la ordenanza Nº 6.489. Tal cual fue expuesto, ésta fue la primera normativa específica que abordó el tema de la contaminación visual provocada por los cables. Sin embargo, esta reglamentación poco se cumplió, y todo se modificaría siete años después.

En 2004 se sancionó la ordenanza 7.694, que representó un punto de inflexión, ya que a partir de esta norma se desarrolló un nuevo esquema de trabajo, las disposiciones reglamentarias se verificaron en la calle y fue a partir de aquí cuando, siempre a un ritmo lento, se comenzó con la remoción de todos aquellos cables que no se ajustaran a los requerimientos municipales.

Desde ese año, el municipio comenzó un proceso de trabajo junto a las empresas prestatarias de servicios a domicilio donde, en forma consensuada, se establecieron los recorridos que deben seguir los cables en los distintos sectores de la ciudad, y los plazos de reordenamiento para que, una vez cumplidos estos, el Ejecutivo local proceda a la remoción de todos aquellos que no estuvieren enmarcados en los trazados autorizados. Igualmente, habría más modificaciones.

Como consecuencia de la puesta en vigencia de una tercera ordenanza, la 8.312, aprobada en 2008, y del decreto 1.327, que la reglamentó al año siguiente, el municipio decidió llevar adelante finalmente un proceso de reordenamiento que involucre esta vez a toda la ciudad, dividiendo a ésta en cuatro zonas y destinándole un año de trabajo a cada área afectada. Actualmente el municipio todavía se encuentra realizando trabajos en la denominada Zona 1, la cual comprende bulevar Oroño, avenida Pellegrini y el río Paraná. En tanto, la Zona 2 alcanza 27 de Febrero, Francia y los límites que indican el anterior sector y, por último, se decidió que la Zona 3 estuviera delimitada por Sorrento, Provincias Unidas y Circunvalación.

En rigor, el reordenamiento del cableado aéreo comenzó con trabajos en la peatonal Córdoba, donde se acordó que no debía existir ningún cable en cruce transversal, y se continuó con calle Laprida, en especial en la zona empedrada lateral al teatro El Círculo, donde se soterraron todos los cables existentes en el sector.

Asimismo, actualmente se está reordenando el sector del microcentro que comprende las calles Buenos Aires, Mendoza, Corrientes y San Lorenzo, y, con criterios especiales, se está haciendo lo propio en la peatonal San Martín y en calle Corrientes. En tanto, también se están realizando tareas en calle Mendoza, racionalizando los tendidos de cables a través de la utilización de las columnas del trolebús y además en avenida Pellegrini desde Necochea hasta avenida Francia.

En diálogo con este medio, Saab explicó que las empresas deben ir reordenando sus cables en función de la normativa vigente para cada área. En el centro los cables pueden tener dos o tres cruces transversales, pero igualmente estos deben pasar por las luminarias. En tanto, el tendido debe ser longitudinal y paralelo a la línea de edificación. “Además lo que están haciendo las empresas es colocarle un precinto del color que cada una tiene asignada para identificarla en el lugar que corresponde”, explicó el funcionario.

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