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Trágica muerte de un joven

Iba a tomar un colectivo para volver a su casa cuando recibió un disparo en la cabeza efectuado por un policía federal que perseguía a chicos que provocaron disturbios durante festejos por el Día del Amigo.

Un joven de 22 años murió en la tarde de ayer en el barrio porteño de San Telmo, luego de recibir un tiro en la cabeza efectuado por un policía federal que perseguía a un grupo de muchachos que instantes antes habían provocado disturbios mientras festejaban el Día del Amigo. El uniformado dijo que el arma se disparó de manera accidental al caérsele al piso. No obstante esto, fue demorado y puesto a disposición dela Justiciade Instrucción, y el arma fue secuestrada y entregada a Gendarmería Nacional, que la peritará.

El episodio se produjo en las primeras horas de la tarde de ayer en avenida Paseo Colón al 1100, donde un cabo primero que presta servicio en la comisaría 44ª del barrio de Liniers, pero que en ese momento realizaba un servicio adicional en el Registro Nacional de las Personas, perseguía a pie a varios muchachos.

Un jefe policial explicó a Télam que todo comenzó cuando alrededor de medio centenar de jóvenes, aparentemente alumnos secundarios, protagonizaban una serie de incidentes y disturbios en medio de supuestos festejos por el Día del Amigo.

Además, el jefe policial negó que haya existido un hecho de robo, y aseguró que la intervención policial se produjo a raíz de los incidentes generados por los jóvenes.

Ante esa situación, efectivos de la comisaría 14ª intentaron persuadir a los jóvenes y solicitaron apoyo, por lo que el cabo primero que realizaba la custodia en el Renaper se acercó a ver lo que ocurría y se ofreció a intervenir.

La primera hipótesis señaló que mientras el efectivo corría, trastabilló, cayó al piso y en ese momento se le escapó un tiro que impactó en la cabeza de Ariel Domínguez, de 22 años, quien iba caminando hasta una parada de colectivo para regresar a su casa.

Otra línea investigativa apunta a que el arma reglamentaria, una pistola calibre9 milímetros, se le salió de la funda y se le cayó al piso.

Damián Pérez, un joven que se identificó como compañero de trabajo del fallecido, dijo a la prensa que a él le contaron que la víctima había terminado su jornada laboral y se dirigía a la parada de colectivos, y cuando cruzaba la avenida recibió el tiro efectuado por un policía federal.

Héctor, quien trabaja en una rotisería ubicada a metros de la parada, contó a Télam que la víctima iba habitualmente a comer allí y que ayer a la tarde vio cómo un efectivo policial corrió por la vereda donde detuvo y esposó a un joven por una supuesta pelea con otros chicos de un colegio de la zona.

Luego –según el relato del empleado de la rotisería–, ese mismo policía detuvo a otro muchacho y, finalmente, cuando salió a perseguir a otros, se le cayó el arma y se le escapó el tiro que mató a Domínguez.

La víctima residía junto a sus padres y hermanos en la localidad bonaerense de Villa Domínico, partido de Avellaneda, y trabajaba en una empresa de movimiento de bultos situada en Humberto Primo al 100, precisaron los testigos y allegados a la víctima que se presentaron en el lugar del hecho.

“Ya había terminado de trabajar y se iba para la parada (de colectivos) cuando le pasó esto. Ahora, nosotros estamos tratando de contener a los padres. Pedimos que los testigos que hayan visto todo se presenten a declarar para dar precisiones sobre esto”, dijo un compañero de trabajo, que se identificó como Damián Pérez.

“¡No puede terminar así!”, exclamó la madre de Domínguez en medio del llanto al arribar a la escena del crimen.

En tanto, un hermano de la víctima exteriorizó su dolor por el proceder policial que provocó la muerta de Ariel y remarcó: “Salía de trabajar y lo mataron. Dicen que se le cayó el arma al policía, pero yo no creo que se le haya caído. Y si fue así qué clase de policía tenemos. Queremos justicia”.

Fuentes del Ministerio de Seguridad aseguraron que el cabo primero quedó demorado en la comisaría 14ª a disposición de la jueza de instrucción porteña María Gabriela Lanz, quien dispuso que el uniformado quede demorado, que se le secuestre su arma reglamentaria para que sea peritada y que sea personal de Gendarmería Nacional el que se encargue de todos los peritajes, ya que hay personal policial implicado en el hecho.

En tanto, fuentes policiales aseguraron que otras dos personas, una de ellas menor de edad, quedaron demorados por los disturbios que motivaron la intervención policial.

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