El Ciudadano
El senador Armando Traferri cambió la estrategia y comenzó a contraatacar. Lejos de anteponer a sus abogados para que respondan en nombre suyo, decidió adoptar un perfil de mayor exposición ante la opinión pública. El legislador provincial por el departamento San Lorenzo, señalado por la investigación de integrar la pata política en la megacausa de juego clandestino en la provincia de Santa Fe, no descartó presentarse en audiencia aunque negó que vaya a hacerlo con los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery.
“Estoy dispuesto a presentarme pero no con estos fiscales, porque responden a Marcelo Fabián Sain, quien reconoció que los asesoraba. Ahora aparecieron personas para hablar de lo que pasaba en el Órgano de Investigaciones mientras Sain era ministro de Seguridad, de lo que hacía Débora Cotichini (suspendida bajo la sospecha de filtrarle información a Saín), de las computadoras que se borraron y resetearon”, contragolpeó el senador Traferri en diálogo con LT8.
“Cuando se dé la posibilidad de tener fiscales imparciales, no habrá inconveniente para presentarme porque nada tengo que ocultar. Decidí hablar en los medios porque sino queda la versión de los fiscales, que están haciendo una causa más mediática que judicial. Hicimos varios pedidos para que se cambien estos fiscales porque han demostrado que tienen intencionalidad política en la investigación”, consideró Traferri.
El martes pasado, el ex fiscal Gustavo Ponce Asahad recuperó la libertad a dos semanas de haber sido condenado a tres años de prisión en un procedimiento abreviado donde se lo reconoció como imputado colaborador y aceptó su responsabilidad como integrante de una asociación ilícita dedicada al juego ilegal, en cuyo marco recibió coimas e incumplió sus deberes de funcionario público.
La pena acordada para Ponce Asahad era del doble, a seis años, que se redujeron a tres al aceptar el ofrecimiento de ser imputado colaborador, ya que confesó haber cobrado coimas del juego clandestino y acusó a su superior, el ex fiscal regional Patricio Serjal y al senador Traferri.
“Mi situación no empeoró, para nada. Esperamos demostrar que Ponce Asahad ha mentido. Tengo guardados los mensajes de whatsapp de las comunicaciones que tuvimos y eso deja en claro que les mintió a los fiscales. Basta con seguir sus declaraciones desde el primer día. Es un manipulador y un mentiroso compulsivo. No conozco ningún rancho en la isla; nunca hablé de la vicegobernadora Rodenas, a quien él descalifica. Llegará el momento de poder demostrar fehacientemente quién es Ponce Asahad”, replicó.
Traferri, con fueros parlamentarios, se presentó a fines del año pasado audiencia en el Centro de Justicia Penal. “Por consejo de mi abogado de ese momento, José Luis Vázquez, filmamos todo el desarrollo y luego la mostramos en el Senado. Planteé a los fiscales que me hicieran todas las preguntas que consideraran necesarias porque fui a colaborar con la Justicia y así corresponde. Me dijeron que me iban a dar un diskette (sic) para que yo escuche las preguntas y luego regrese a contestarlas”.
“Pregunté qué sentido tenía no tener la posibilidad de contestar, y que si no les convencían mis respuestas, pidieran mi desafuero. El diskette estaba vacío y cuando fuimos a reclamar, estaban dando una conferencia de prensa en donde faltaron a la verdad y dijeron que me había negado a declarar y que pedirían mi desafuero”, señaló Traferri.
Para el senador del departamento San Lorenzo, “no hay pruebas; son todas conjeturas. Faltaron a la verdad en sus declaraciones en la Comisión de Acuerdos, donde varios senadores tuvieron que corregirlos. Siempre buscando el show mediático en una causa que está politizada. Ojalá pidan el desafuero y presenten las pruebas que tienen. Yo pediré que sea público y que esté presente la prensa”, planteó.
Traferri remitió el origen a una nota que el ex ministro Sain ofreció en septiembre pasado en una emisora de la ciudad de Santa Fe. “Descalificó al Senado y después hizo lo propio con la dirigencia política y con las instituciones intermedias, como las cámaras de comercio y la sociedad santafesina en su conjunto. Incluso hubo un discurso desacertado de mi gobernador –porque yo trabajé mucho para que llegue a gobernar esta provincia– en la apertura de sesiones parlamentarias, tratando a Miguel Lifschitz y a toda la dirigencia de cómplices del narcotráfico y del delito en la ciudad de Rosario. El tiempo nos dio la razón: no se pudieron corregir las desviaciones que tenemos en cuestiones de inseguridad”, concluyó.
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