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Trabajadores de cooperativa se aferran a su fuente laboral

Por Laura Hintze.-Un juez avisó que los va a desalojar ante la imposibilidad de pagar el alquiler pretendido por la dueña del inmueble.


trabajadores-dentroLos 22 trabajadores de la fábrica y cooperativa Fabricaciones Rosario marcharán mañana a las 10.30 a los Tribunales provinciales para hacer oír su descontento por una orden de desalojo emitida por el juez en lo Civil y Comercial Marcelo Bergia. “Todo marchaba bien y esto es una gran desilusión. Nos quieren desalojar a pesar de que la fábrica funciona bien”, planteó el presidente de la cooperativa, Víctor Lombardo.

Fabricaciones Rosario está ubicada en Presidente Perón 7415 y produce insumos para equipos de GNC. Hace seis meses que está en manos de sus trabajadores, luego de la quiebra dictada en mayo de 2013.

El frente de Fabricaciones Rosario está pintado de rojo, amarillo y azul. Una bandera que cuelga del portón principal avisa: “Fábrica quebrada, trabajadores organizados en cooperativa”.

En la planta trabajan 22 personas, lo que significa que 22 familias comen de su producción. Gran parte de los operarios ronda los 50 años y no vislumbran la posibilidad de conseguir un nuevo empleo. El galpón en el que trabajan, donde hace años está emplazada la fábrica, no tiene ningún servicio: ni gas ni agua potable ni cloacas. Ni siquiera, contaron los propios trabajadores, figura en los planos de catastro. “Eso significa que hubo habilitaciones truchas. Nosotros queremos hacer las cosas bien y la sentencia del juzgado nos va a matar”, advierten.

En la fábrica, el tiempo se mide en función de cómo ellos dejaron de ser una pequeña empresa para convertirse en cooperativa. Así, cuentan los meses de las Fiestas de 2012 que pasaron sin un peso en adelante; y saben que empezaron a organizarse cuando el sueldo se transformó en apenas unos 200 pesos semanales. La única fecha exacta que tienen es la del día de la toma: el 7 de mayo de 2013. “Estábamos medio perdidos. Recibimos una mano de la Nación y la provincia. Nos dieron una mano para formarnos en cooperativa y también subsidios económicos. Llegamos hasta acá, con la cooperativa en orden y un comodato del juez Bergia para estar en la fábrica”, relató Lombardo.

Alquiler impagable

La orden de desalojo fue requerida por la dueña del inmueble, pareja del último administrador de Fabricaciones Rosario. Los trabajadores están dispuestos a pagar un alquiler por el espacio de trabajo, pero la mujer exige un monto de 80 mil pesos mensuales. Imposible de afrontar para la cooperativa.

El 28 de febrero la Justicia tenía que expedirse, decidir qué iba a pasar con las máquinas y el espacio físico. El silencio se mantuvo, sin embargo, hasta esta semana, cuando los trabajadores recibieron la noticia de que en diez días serán desalojados. La sentencia, cabe señalar, no está firme.

A lo largo de estos meses, los trabajadores mantuvieron la fábrica en pie. Pagaron deudas, pusieron en funcionamiento la planta, consiguieron obra social, seguro de vida y seguro contra incendio. Pagaron, además, 3 mil pesos por mes como fondo garantizador en una cuenta judicial.

“Esto es una gran equivocación. Nosotros pretendemos mantener la fuente laboral. No sé por qué no nos pueden dar uno, dos años como sucedió con Allocco”, manifestó Lombardo, ya que el juez que trabaja en esta causa es el mismo que falló a favor de la fábrica recuperada de Villa Gobernador Gálvez.

Fabricaciones Rosario se dedica desde 1977 a la producción de piezas del rubro automotor. En su planta de avenida presidente Perón 7415 fabrica expansores para aros de pistón, válvulas y componentes para equipos de GNC, carburación y resortes. La firma es proveedora de importantes empresas del sector, como Kim, Galileo y Fric-Rot, y hasta llegó a exportar sus productos.

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