Zulma Zarza tenía 36 años y era madre de cuatro hijos. La mañana del lunes, como todos los días, pero ese bajo la lluvia, cosechaba lechuga en un terreno de la periferia de La Plata cuando la alcanzó un rayo. La trasladaron al hospital de Melchor Romero, donde pese a la atención médica sufrió tres paros cardíacos y finalmente falleció. Tenía el 35 por ciento del cuerpo quemado por la descarga eléctrica. Otros trabajadores que estaban cerca de la mujer sufrieron efectos menores del fenómeno atmosférico. Hasta hace un tiempo, no salían a cumplir sus tareas cuando había tormenta, pero sus empleadores los recriminaban por ello y comenzaron a hacerlo.
La mujer, de nacionalidad paraguaya, trabajaba en tareas rurales –horticultura– en un terreno ubicado en la ruta 36 y calle 8, del barrio El Peligro de La Plata. Eran las 10 de la mañana, con una tormenta pese a lo cual Zarza y otros trabajadores cumplían con la recolección a la intemperie. Sus compañeros salieron despedidos por la onda expansiva del rayo, pero sólo a ella la alcanzó de lleno la descarga.
Zarza fue trasladada al hospital Julio Korn. Quedó internada en grave estado, en sala de terapia intensiva. Sus familiares pidieron que la llevaran a otro centro asistencial especializado en quemaduras, pero los médicos de Melchor Romero desaconsejaron el cambio por lo delicado del cuadro. Su salud empeoró este viernes. Sufrió tres paros cardíacos de los que pudieron sacarla pero finalmente murió al cabo de cinco días de agonía.
Condiciones laborales inhumanas
“Esta gente los días de lluvia no salía trabajar, pero como después los retaban, por temor comenzaron a hacerlo”, dijo un allegado a los trabajadores rurales. La misma fuente calificó las condiciones en las que realizan las tareas como “infrahumanas”, según reflejó el portal La Verdad de Junín.
Zarza vivía en el mismo predio donde trabajaba, y sus dos hijos mayores hacían las mismas tareas con ella.
La segunda muerte en un mes
La muerte de Zarza es la segunda de su tipo durante las últimas semanas en la Argentina. El 13 de octubre pasado, un hombre 57 años también falleció al ser alcanzado por un rayo mientras jugaba un partido de fútbol de una liga de veteranos en Monteros, localidad ubicada al sudoeste de San Miguel de Tucumán.
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