Torrico Peña: “Es un Golpe como nunca se vio en la historia de Bolivia”

La situación en Bolivia es clara: el pueblo en las calles pidiendo por su presidente Evo Morales; mientras que las fuerzas de seguridad reprimen y matan para sostener a los usurpadores que tomaron el gobierno. No hay eufemismos, no hay giros verbales, se trata de un Golpe de Estado. La cobertura parcial de los medios de comunicación dificulta saber con certeza la ferocidad de la represión y la comunidad internacional parece no reaccionar, convalidando la violencia.

Así describe Ester Torrico Peña, con crudeza, la situación que atraviesa su Patria. Hace un año y medio que Ester es la cónsul en Rosario del Estado Plurinacional de Bolivia, con jurisdicción sobre todo el litoral argentino. Es de Cochabamba, “como mi presidente”, dice en relación a Evo Morales, y aún se mantiene en funciones pero no sabe hasta cuándo.

Torrico Peña dice a El Ciudadano que no recuerda una violencia y una caza de brujas tan brutal como la que se cierne sobre los funcionarios del gobierno de Morales y sus familias. Está preocupada por el derramamiento de sangre en su país y la pasividad de los organismos internacionales. Pero advierte que está preparada para la lucha, para la resistencia: “Morir antes que esclavos vivir, como dice nuestro himno”.

El Golpe está motorizado por el revanchismo de un sector oligárquico que en los últimos 13 años vio menguado sus privilegios de clase y que ahora va por todo. La quema de la Wiphala, el símbolo de las 36 naciones originarias –que representan al 62% de la población de Bolivia– lo dice todo: los asquea el indígena, los asquea la identidad cultural boliviana. No soportan que un dirigente campesino le haya devuelto la dignidad a su pueblo.

“Estamos en un momento muy doloroso, con una situación de un derramamiento de sangre que se está suscitando en nuestro país. Esto es un Golpe de Estado cívico-militar; el pueblo está en las calles pidiendo que regrese nuestro presidente, que actualmente se encuentra en México”, detalló Torrico Peña.

“La Constitución Política del Estado (CPE) indica muy bien la sucesión de un presidente. Primeramente tiene que haber una reorganización de las directivas de Cámara de Senadores y Diputados. Además, la renuncia tiene que ser considerada en un plenario. Si la renuncia no está aprobada, él sigue siendo presidente porque Evo fue electo con más del 61% de los votos”, detalló la cónsul para describir la ilegalidad de la autoproclamada presidente Jeanine Añez.

—Es curioso que justamente aquellos que ponían la lupa en el proceso electoral y hablan de legalidad, no respetan la sucesión y los plazos democráticos.

—Totalmente. Es una violación a la Constitución. Por otro lado, el pueblo pide la renuncia de Añez por la discriminación. Ella se expresó por una “Bolivia libre de indios y que se vayan al Chaco”, ofendiendo a todos los indígenas latinoamericanos. Chaqueños existen en Paraguay, Bolivia, Argentina. Son totalmente repudiables esas actitudes golpistas, derechistas. Es un títere de la extrema derecha, al igual que (Luis) Camacho.

—Estamos viendo el retorno de una élite blanca que quiere volver a tomar los privilegios que con la presidencia de Evo vieron perdidos.

—Así es. Durante 13 años Evo Morales fue el mejor presidente después de 500 años, de la lucha de las estructuras sociales más grandes de Bolivia, del sector que representa. Lo más doloroso es rechazar la inclusión que se ha dado en estos 13 años, del trabajo, de la equidad, de la unidad del pueblo. Por eso tenemos nuestra Wiphala, el símbolo patrio que está constituido en la CPE y que la hayan quemado de esa manera… es como quemar el corazón de las 36 nacionalidades que representa. Es totalmente terrorífico lo que se está viviendo. Hoy el pueblo sufre y queremos denunciar que la policía está reprimiendo a la gente, que hay muchos muertos, disparan desde los helicópteros a la gente. La mayoría está en las calles, la gente que votó pide que se respeten sus derechos democráticos y derechos humanos.

—Además están denunciando ataques sobre los familiares de los funcionarios.

—Nunca en la historia de Bolivia se vio un Golpe de Estado con esta magnitud de violencia, secuestrando a los familiares de los dirigentes, quemando los domicilios de las personas. Es totalmente aterrorizante lo que está pasando. Nuestros familiares tienen que estar ocultos para que no les pase nada. Hay una cacería de brujas a los familiares de las autoridades, de la parte sindical.

—También es difícil saber lo que está pasando, no hay coberturas muy jugadas de los medios de comunicación.

—Los medios de la derecha siempre se han vendido por centavos. Lo más doloroso es que por dinero se venden las fuerzas armadas, por dinero se venden los medios de comunicación, tapando todo lo que está ocurriendo. Por eso queremos denunciar a nivel internacional todo lo que está sucediendo, todo lo que está viviendo nuestra Patria.

—¿Cuáles son los pasos a seguir para tratar de reverter esto?

—En estos momentos estamos buscando apoyo internacional, queremos denunciar y vamos a seguir con esta lucha, a hacer la resistencia, desde lo que nos toca, como dice nuestro himno: “Morir antes que esclavos vivir”, y esa es nuestra decisión.

 

“Evo nos devolvió la dignidad”

 

—¿Qué significa para vos la figura de Evo Morales?

—Es el padre de la Patria, es un presidente que representa a todos los sectores indígenas de Latinoamérica y el mundo. Es el único presidente que les ha devuelto la dignidad a los bolivianos y ha recuperado nuestra riqueza, nuestros recursos naturales. Es un líder indestructible a nivel internacional y también para nosotros como bolivianos. Y sigue siendo nuestro presidente.

—¿Creés que justamente le están facturando eso, las reformas de su gobierno y el proceso de inclusión que lideró en Bolivia en este tiempo?

—Aquí la derecha tiene otros intereses, más allá de lo ideológico es más el económico: el saqueo de nuestros recursos nacionales. Y su intención ahora es otra vez saquear nuestros recursos, como lo hacían hace 15 años atrás. Es lo que buscan.

—Que los bolivianos salgan a las calles demuestra que no hay apoyo popular a este Golpe, que se trata de una intervención de los sectores de poder y de las fuerzas de seguridad.

—Todos los bolivianos están saliendo a las calles pidiendo que regrese nuestro presidente y no sabemos qué va a pasar en los próximos días. Es una situación bien complicada, sin que uno esté preparado nos han agarrado por sorpresa y están matando a balazos a nuestra gente, ensangrentaron nuestro país.  En este momento lo que más nos preocupa es que a nivel internacional no reaccionen a tanta violencia, a tanta masacre que está ocurriendo en este momento. Los organismos internacionales no reaccionan, esto es lo más preocupante.