El diputado provincial Eduardo Toniolli, del Movimiento Evita de Santa Fe, consideró hoy que “a 37 años del golpe cívico militar de 1976, el mejor homenaje a los compañeros caídos” -entre quienes se cuenta su padre desaparecido por la dictadura-, “es estar viviendo este cambio de época”.
El legislador santafesino consideró que “este cambio de época va en el mismo sentido de los objetivos que movilizaron a toda una generación y a tantas generaciones a lo largo de nuestra historia, que es la concreción de una patria justa, libre y soberana”.
En ese sentido, coincidió con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, al decir que “no se trata de una época de cambio, sino un cambio de época”.
“Desde 2003 se recuperó en el país la vocación de mayorías, de transformación de la realidad en base al respeto a la dignidad humana. Después de la noche de la dictadura y el neoliberalismo, ese es el mejor homenaje a nuestros compañeros caidos, más que cualquier medida en particular”, añadió en una entrevista con Télam.
Toniolli remarcó que su percepción de cada 24 de Marzo “ha ido cambiando, porque el devenir político de nuestro país también ha ido cambiando en estos últimos años”.
Comparó la primera movilización de la que participó como militante, en 1996, “en un momento en que primaba la impunidad respecto a los crímenes de la última dictadura militar” con “este presente donde se ha empezado a recorrer un camino, que es el de la
Justicia, la Verdad, la Memoria”.
El legislador consideró que “en el medio sucedieron dos cosas”: la crisis de diciembre de 2001 y “la aparición de Néstor Kirchner”.
“En diciembre de 2001 el pueblo argentino, sin saber todavía lo que quería, sí dijo lo que no quería, y que era el ciclo abierto por la dictadura militar y los gobiernos neoliberales que le siguieron, que entregaron el patrimonio nacional, impusieron la flexibilización laboral, y sellaron un pacto de impunidad que se mantuvo en democracia”, agregó.
Señaló como contrapartida “la aparición de Néstor Kirchner, que cambió la idea de gobernabilidad, que dejó de responder a los poderes fácticos y ser condescendientes para poder gobernar y que no te voltearan con un golpe económico o de Estado”.
“Néstor recuperó la idea que la gobernabilidad se tenía que fundar en la respuesta a la voluntad popular, entonces alguien que llegó con el 22 por ciento de los votos logró más adhesión, medida tras medida, y reconstruyó la autoridad presidencial, a la vez que recuperó el Movimiento Nacional, y recuperó el peronismo para un proyecto de liberación”, añadió.
Toniolli contó que su vocación política se forjó “desde siempre, ya que vivir en una familia de militantes de alguna manera le da a uno un marco donde la militancia aparececomo algo natural y como una opción posible de vida”.
El legislador es hijo de Eduardo Toniolli, secuestrado en Córdoba el 9 de febrero de 1977 por la patota que comandaba Luciano Benjamín Menéndez, cuando su esposa, la actual diputada provincial Alicia Gutiérrez (Frente Progresista), estaba embarazada de ocho meses.
Su círculo más cercano se completa con su abuela Matilde Espinosa de Toniolli, integrante de Madres de Plaza de Mayo de Rosario.
El legislador y su madre lograron escapar hacia Brasil y de allí a Francia, gracias a un pasaporte que otorgaba la ONU a refugiados políticos.
En tanto, según consta en la Justicia Federal, en el invierno de 1978 su padre y otras doce personas fueron fusilados en una casa quinta propiedad del represor Juan Amelong, y sus cuerpos fueron arrojados en aguas de la Bahía de Samborombón
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