El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, consideró que la CGT afronta “una crisis de conducción” y señaló que los propios sindicalistas “deben resolverlo”. Además, descartó que la inminente división de la central obrera obedezca a una maniobra política como indicó ayer le jefe de la CGT, Hugo Moyano, al señalar que “este gobierno siempre promovió la unidad del movimiento obrero”.
“El problema ha vuelto a manos de las organizaciones sindicales y son ellas las que deben resolverlo”, sostuvo el funcionario kirchnerista. Consultado por Página 12 sobre las maniobras políticas que denunció Moyano, el ministro sostuvo que “decir eso implica desconocer el trabajo realizado por este gobierno y la posición histórica que tuvo de promover la unidad del movimiento obrero”. “Esta es una crisis de conducción que tiene el movimiento sindical y debe resolverla el movimiento sindical, intentar adjudicarle este problema al gobierno nacional es un sinsentido”, concluyó.
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