Aunque el fuego del amor parece haberse apagado hace ya mucho tiempo, Tom Cruise y Nicole Kidman están ultimando los detalles de lo que podría volver a unirlos, esta vez, como ya pasó antes, por amor al cine y como productores.
La pareja de actores, que lleva más de 20 años separada, volverá a reunirse en lo que será la anunciada remake de Los Otros, del español Alejandro Amenábar, película de terror-suspenso que Kidman estelarizó en 2001, y que tendrá ahora una versión estadounidense renovada.
Los Otros, que fue uno de los mayores éxitos en la carrera de Kidman y la película que le dio a Amenábar reconocimiento internacional, cuenta la historia de una mujer sumamente religiosa que debe hacerse cargo de sus hijos en una desolada mansión en la que empiezan a ocurrir sucesos paranormales.
Un clásico de los 90
Cruise y Kidman eran la pareja más mediática de los años 90, y su matrimonio duró 11 años, un tiempo en el que la revistas del corazón se ocuparon de contar historias acerca de su intimidad, la mayoría de ellas bastante improbables.
Ahora, a dos décadas de un divorcio del que también se habló mucho y se pudo comprobar muy poco, la prensa norteamericana aseguró en las últimas horas que Kidman y Cruise están a un paso de volver trabajar juntos en el cine, pero no como actores, como sí lo hicieron, entre otras, en la polémica última película del realizador inglés Stanley Kubrick, de 1999, Ojos bien cerrados, acerca de un matrimonio en el que un conflicto dispara una odisea sexual, lo que para muchos llevó la realidad de ambos a la ficción.
La primera vez que se los vio juntos a ambos actores en la pantalla grande fue en 1990, en la película Días de trueno, para más tarde ser vistos nuevamente en Un horizonte lejano, aunque sin duda, una de sus apariciones más icónicas como pareja fue en la referida Ojos bien cerrados que terminó de cerrar con el divorcio el conflicto que atravesaba la pareja.
Ojos bien cerrados fue, además de la última película del grandioso Kubrick, una producción llena de tropiezos e idas y vueltas, con quince meses de rodaje y un final incierto. El director la presentó al estudio cuatro días antes de su muerte, por lo que no llegó a ponerle música, y muchos esperaban más de ella, sobre todo por las anunciadas escenas de sexo y desnudos que supuestamente había rodado la pareja (por ese motivo el director quería una pareja de la vida real) y que nunca aparecieron en el corte final.
Pero, al parecer, esas escenas sí se grabaron, de acuerdo a declaraciones de Nicole Kidman. Sin ser demasiado explícita, la actriz comentó en una entrevista reciente: “Filmamos algunas cosas que fueron mucho más extremas de las que se terminaron viendo en la película”.
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