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Premiada

Tokarczuk es el 5º Nobel literario polaco y 15ª mujer en la historia del premio

Reconocida en su país también por su compromiso político y sus críticas a los partidos de derecha, la escritora traducida a más de 30 idiomas fue premiada con el máximo galardón. En la Argentina el sello Anagrama publicará, todavía sin fecha confirmada, la novela "Los errantes"


Una de las escritoras más celebradas de la narrativa polaca contemporánea de las últimas tres décadas, la novelista, cuentista y ensayista Olga Tokarczuk (Sulechów, 1962), se alzó este jueves con el Premio Nobel de Literatura 2018 por una “imaginación narrativa” que “representa el cruce de fronteras como forma de vida”, destacó la Academia Sueca.

Reconocida en su país también por su compromiso político y sus críticas a los partidos de derecha, la escritora traducida a más de 30 idiomas fue premiada con el máximo galardón por su imaginación y su combinación con lo real.

“Ella -aseguraron desde la Academia- construye sus novelas en una tensión entre los opuestos culturales; naturaleza versus cultura, razón versus locura, hombre versus mujer, hogar versus alienación”.

Con la doble condición de ser valorada de igual forma por la crítica como por los lectores, que convirtieron algunas de sus novelas en bestsellers, Tokarczuk es autora de casi una veintena de títulos, entre ellos novelas, cuentos y ensayos, de los que, sobre todo, destacan “Un lugar llamado antaño” y “Los libros de Jacob”.

“Un lugar llamado antaño” (Lumen) es uno de los dos libros que tiene traducidos al español, junto con “Sobre los huesos de los muertos” (Siruela).

En la Argentina el sello Anagrama publicará, todavía sin fecha confirmada, “Los errantes”, una novela “ligera y honda” sobre “el cuerpo, el mundo y las estrategias siempre insuficientes con que intentamos cartografiarlos”, adelantan desde el sello editorial.

Nacida en 1962 en Sulechów, cerca de la frontera con Alemania, Tokarczuk se formó en psicología en la Universidad de Varsovia, trabajó como empleada doméstica en un hotel de Londres y fue psicoterapeuta en un centro mental, profesión que dejó de lado cuando sus libros comenzaron a tener cada vez más popularidad.

Aunque en 1979 ya escribía en la revista “Przelaj”, donde utilizaba el seudónimo de Natasza Borodin y en 1989 publicó un libro de poesía, como consigna la agencia EFE, su gran salto a la literatura fue en 1993 con “Podróz ludzi Księgi” (algo así como “El viaje de los hombres del libro”), una novela ambientada en el siglo XVII en Francia y España, que le valió en su debut literario el Premio del Editor Polaco.

La llegada de su tercera novela “Prawiek i inne czasy” 1996 (algo así como “Primitivo y otros tiempos”) marcó una dirección en su obra: en ese libro Tokarczuk dio vida a una saga familiar de varias generaciones con la historia polaca del siglo XX de trasfondo. La propia Tokarczuk afirmó alguna vez que “la narración fue un intento personal de aceptar la imagen nacional del pasado”, según indica la página web del Nobel.

“La novela es un excelente ejemplo de la nueva literatura polaca después de 1989, que se resiste al juicio moral y no está dispuesta a representar la conciencia de la nación. En cambio, muestra un notable don de imaginación con un alto grado de sofisticación artística”, señala la Academia Sueca en su página web.

Tokarczuk también escribió “Los Corredores” y “Ara a través de los huesos de los difuntos”, que fue llevada al cine por Agnieszka Holland en el 2017 bajo el título “Pokot”; pero su gran obra maestra, coinciden desde la academia, es “Los diarios de Jacob”, publicada en 2014 y donde retrata al líder carismático Jacob Frank, proclamado el nuevo Mesías en el siglo XVIII.

“Es fascinante -sostiene sobre esa novela el texto biográfico de la academia Sueca- cómo Tokarczuk nos permite entrar en las mentes de varias personas en esta crónica de 1000 páginas para darnos un retrato del personaje principal, mientras que él mismo solo se describe desde afuera. Era claramente un hombre de muchas caras: místico, rebelde, manipulador y embaucador”.

Por la revisión de la historia de su país, que la llevó a importantes investigaciones en archivos y bibliotecas, en 2015 la escritora polaca denunció haber recibido amenazas de muerte por grupos de extrema derecha que la acusaban por criticar el pasado colonial de Polonia.

“Es necesario y justo reconocer nuestros errores -señalaba la escritora en una entrevista-, sin esconder los terribles episodios que protagonizamos como potencia colonizadora porque se utilizó la esclavitud para reprimir a las minorías, llegando incluso al asesinato como fue el caso de la comunidad judía”.

Además de la historia política, Tokarczuk, que se convirtió en la decimoquinta mujer premiada entre 116 laureados, es una figura pública reconocida por su toma de posición en defensa de los refugiados, el ecologismo, las minorías y el feminismo, al que definió en entrevistas de la siguiente manera: “En mi comprensión del feminismo no es importante quién es mujer y quién es hombre, sino el derecho a expresar la individualidad “.

Además del Nobel, la obra de Tokarczuk viene acopiando numerosos premios que la convierten en una de las escritoras más premiadas de su país: en 2018 recibió el Man Booker International por su novela “Flights”; recibió dos veces el Premio Nike de Literatura; la Medalla de Plata Gloria Artis en 2010 y el premio de la ministra de Cultura y Patrimonio Nacional a la excelencia literaria en 2015.

Cuando Günter Grass recibió el Premio Nobel de Literatura en 1999, Tokarczuk -que con este galardón es la quinta polaca en ser distinguida con el máximo galardón literario junto a Wisława Szymborska y Czeslaw Milosz- lo describió como “uno de los escritores centroeuropeos más importantes de nuestra generación”, reconociendo la influencia del autor alemán.

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