Policiales

Ni un pibe menos, ni una bala más

Todos contra el gatillo fácil

Este lunes se realizará la primera marcha nacional en repudio a la violencia institucional. Con una conmovedora campaña en las redes sociales, familiares de víctimas convocaron a la ciudadanía a acompañarlos en su reclamo de Justicia.


La lista es larga. En su mayoría eran jóvenes, algunos ni alcanzaban la mayoría de edad y otros, apenas convertidos en hombres ya se había aventurado a ser padres. Todos fueron asesinados por balas de uniforme en oscuros procedimientos que la Justicia nunca termina de esclarecer. Hoy sus nombres volverán a escucharse en las calles de Rosario en la primera marcha nacional contra el gatillo fácil, que tendrá su edición en otras ciudades del país. La movilización partirá a las 17 desde Tribunales provinciales (Balcarce 1651) hasta la sede local de Gobernación (Santa Fe 1950) y está organizada por la Multisectorial contra la Violencia Institucional.

La convocatoria de hoy fue promovida con una conmovedora campaña en las redes sociales donde las víctimas de gatillo fácil son recordadas con spot realizados por sus propios familiares. Parados frente a una cámara inmóvil, madres, padres, esposas, hijos o hermanos nombran a los suyos y piden justicia por otra víctima.

“Soy la mamá de Jonatan Herrera. Mi hijo fue asesinado el día 4 de enero de 2015 en manos de la Policía de Acción Táctica (PAT) y del Comando Radioeléctrico. Convocamos a la marcha nacional para pedir Justicia. Para decir basta de impunidad y de gatillo fácil. También te queremos decir que en Rosario es la primera vez que se va a hacer esta marcha nacional y por eso te pedimos que nos acompañes. Justicia por Quique Lescano”. Así habla Elena en un spot al que le sigue Luís (padre de Emmanuel Medina fusilado por agentes del Comando y las PAT que pide Justicia por Jorge Julio López); Marisabel (mamá de Michel Campero, fusilado por dos policías el 7 de enero de 2014); Melisa (esposa de Alexis Berti, fusilado por la Policía el 13 de mayo de 2017); Mirta (mamá de Alejandro Ponce, asesinado en el río por agentes del Comando, pide por Franco Casco); Eri (hija de María de los Ángeles Paris, muerta en custodia dentro de la seccional 10ª, pide por los siete chicos asesinados en la masacre de Pergamino); Ramón (padre de Franco Casco, desaparecido tras su detención en la seccional 7ª y hallado en el río pide por Pichón Escobar); Gloria (madre de Diego Fernández, acribillado en manos de un policía pide por Emmanuel Medina y David Campos) y la lista sigue.

Ni un pibe menos

“Hablar de Violencia Institucional es referirse a un fenómeno sistemático, extendido en el tiempo y focalizado contra un grupo social específico, como lo son los jóvenes de sectores populares, abarcando las prácticas de las fuerzas de seguridad que van desde detenciones por averiguación de identidad, torturas y ejecuciones sumarias hasta desapariciones forzadas de personas seguidas de muerte”, reza una comunicado de la Multisectorial contra la Violencia Institucional.

“Estas prácticas son sistemáticamente negadas por el Estado, que no implementa políticas adecuadas para su prevención, detección y sanción, como tampoco se ocupa de garantizar el acceso a la Justicia a las víctimas y sus familiares. Involucra, entonces, no solo a las fuerzas de seguridad sino a los tres poderes del Estado tanto a nivel nacional, provincial como local”, continúa.

“En Rosario los acontecimientos de la historia reciente muestran la profundización de estas prácticas, el año 2013 registró un récord de homicidios dolosos y se intensificaron los casos de “gatillo fácil”. En ese sentido, desde la Multisectorial creemos que sólo a partir de la organización y activismo de las víctimas, sus familiares y amigos con la constante y tenaz labor de las organizaciones sociales, políticas, académicas, sindicales y de derechos humanos podremos incidir en las decisiones que deben tomarse para detectar, prevenir, sancionar, detener y erradicar estas prácticas”.

El texto finaliza con las mismas premisas que los actos: ¡Basta de gatillo fácil! ¡Ni un pibe ni una piba menos! ¡Ni una bala más! ¡El Estado es responsable!