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Todo igual … de mal (Por Gabriel Pennise)

Por Gabriel Pennise.- El Canalla volvió a mostrar muchas falencias y sumó un pobre empate que sirve de poco ante el líder Independiente.


Está claro que el empate sirve de muy poco, apenas para salvar el orgullo de no perder en casa. También es cierto que no merecía quedarse con las manos vacías, más allá de haber jugado como siempre, todos a la carga y sin ideas claras. Contó con situaciones favorables como para merecer, al menos, el empate. Un punto es casi nada, en una tabla de posiciones en la que no es protagonista. Pero el empate salva la dignidad de muchos. Encabezados por el guerrero Méndez.

Desde lo colectivo Central no tuvo forma y fue resolviendo todo sobre la marcha. Independiente, adelantando a Brítez Ojeda y presionando con Quiroga, Gómez, Píriz Alvez y Longo le complicó la vida.

Nada de meterse atrás, la visita salió a jugar y así complicó a Central. Dos veces se puso en ventaja y dos veces le empataron, su culpa fue no defenderse con la pelota. Y eso mantuvo vivo a Central, que desde la lucha personal de Méndez, con pinceladas de Lagos y lo que propone desde el fondo Ferrari, trató de encerrarlo contra Ayala. A cinco del final, García metió la mano en el área y Lagos empató el partido. Un tranquilizante en medio de la tormenta.

Pensando el partido de cara al futuro hay decisiones de Russo que ya resultan inadmisibles: Peppino es insostenible, Casteglione en el segundo gol calculó mal y la pelota le pasó por arriba, Yacuzzi está tan distraído que no se dio cuenta que lo reemplazaban, Gagliardi jugó en medio de una profunda confusión y adelante Toledo y Bracamonte son casi lo mismo: nada.

Ayer, el empate salvó la honra. Pero sigue jugando mal, porque en cancha están los que habitualmente juegan mal y así todo será cuesta arriba.

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