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Tiros y bronca en Empalme

Policías se toparon con un evadido y cuando quisieron arrestarlo se produjo un tiroteo en el que dos niños resultaron baleados. Vecinos destrozaron un patrullero y el sospechoso logró darse a la fuga.

Lucía Demarchi.- Una persecución y tiroteo por el barrio Empalme Graneros entre policías y un evadido de la comisaría 12ª terminó con dos niños heridos de bala e internados con pronóstico reservado, un patrullero destrozado y el prófugo en libertad. “Estaban tomando una gaseosa. Toda la cuadra estaba llena de chicos y ellos tiraron igual. Sabemos que los policías tienen que resguardar su vida, pero no pueden poner el riesgo las de todos nosotros”, dijo Elba, la tía de Isaías, uno de los chicos heridos.

El incidente ocurrió cerca de las 15 de ayer, cuando personal de la comisaría 20ª, de barrio Empalme Graneros, fue en el patrullero 2924 a entregar una citación judicial a una persona residente en Cullen al 700.

Cuando regresaban a la seccional, en la esquina de Campbell y La República, los policías vieron a una persona caminando con un arma en la cintura, explicaron fuentes del caso.

Ante esto, uno de los uniformados se bajó del rodado y le dio la voz de alto. Cuando el hombre armado miró a los policías, éstos se dieron cuenta de que era un evadido de la seccional 12ª, identificado como Gustavo G., quien tenía familiares en la zona. En este punto, el relato de los vecinos de la zona y de la Policía coinciden: el evadido sacó un arma que tenía entre sus ropas y comenzó a disparar contra el personal policial. “El pibe al que venían persiguiendo miró a los milicos, se empezó a reír y disparó”, explicó el hermano de uno de los chicos heridos.

“Yo estaba con mi hermanito y otros dos chicos en la puerta del pasillo de La República 3066 tomando una coca. Cuando pasa todo esto mi hermanito se para. Quedamos en una punta nosotros, en la otra los policías y en el medio el que venían persiguiendo. Los milicos le dispararon, pero no le dieron a él, nos dieron a nosotros, y encima ni se pararon a ver cómo estábamos”, dijo el muchacho.

Luego, según los pesquisas, el hombre armado se dio a la fuga por los pasillos de un asentamiento precario ubicado en las inmediaciones, seguido por uno de los policías, que logró darle alcance en medio de uno de los pasillos, relataron los voceros.

Ambos se trenzaron en lucha en el pasillo, hasta que aparecieron varias personas. Según los vecinos, el efectivo, que estaba vestido de civil, tenía un arma en cada mano. De acuerdo con voceros de la UR II, la explicación a esto es que el policía logró quitarle el arma de fuego al evadido (que había sido robada en abril de 2009 a un policía en jurisdicción de la seccional 7ª) y conservar la suya, mientras gente de la zona comenzó a empujarlo para desarmarlo. De acuerdo con los uniformados, vecinos se llevaron a Gustavo G., que tiene familiares en la zona. Como resultado del enfrentamiento, dos chicos resultaron heridos. Isaías P., de 9 años, recibió un disparo con orificio de entrada en el tórax y salida en el hombro derecho, que le provocó la fractura del esternón, mientras que Cristian R., de 13 años, recibió un impacto de bala en el abdomen, con salida en la zona lumbar izquierda.

“No estaban los dos juntos. Isaías estaba conmigo tomando una gaseosa, nosotros vivimos a una cuadra de ese lugar. El otro chico pasaba justo por ahí y se quedó paralizado cuando vio lo que pasaba, pero vive un poco más lejos”, puntualizó un familiar.

De acuerdo con el papá de Isaías, él le exigió a un policía que subieran al niño a uno de los patrulleros que comenzaron a llegar al lugar, que terminó por trasladarlo al Hospital de Niños Zona Norte, y desde allí fue derivado al Vilela.

En tanto, Cristian R. esperó en vano una ambulancia, y terminó arriba del auto de un vecino, que lo llevó hasta el Hospital Alberdi, para luego ser trasladado al hospital Provincial del Centenario, donde al cierre de esta edición estaba siendo operado.

“Nosotros somos gente de laburo, no somos delincuentes”, remarcó Elba. “Cuando nos pasa algo a nosotros no aparece nadie, pero ahora porque un compañero hizo esto se llena de policías ¡Ni que vinieran a sacar a Al Capone! Y todo porque a nosotros nos tocó vivir en una villa”, expresó la mujer. Es que ayer, después de que los niños fueran baleados, vecinos de la zona apedrearon el patrullero en el que habían llegado los policías implicados, y por esto mismo llegaron refuerzos del Cuerpo Guardia de Infantería, que efectuaron disparos con proyectiles antitumulto y Bomberos Voluntarios. “Había más de 20 móviles y los chicos no fueron los únicos heridos, porque la Policía empezó a reprimir. Tiraban con balas de goma”, detalló Elba.

El caso es investigado por el juzgado de Instrucción 1ª, a cargo de Roxana Bernardelli y la división Judiciales de la UR II.

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