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Tiempo y clima no son lo mismo al definir tendencias

El planeta nunca tuvo tanto calor como en los seis primeros meses de 2010. ¿Culpa del cambio climático? Los expertos, prudentes, consideran que hace falta más tiempo para analizar esas cifras récords e identifican otras causas posibles, como la corriente del Niño.

De enero a junio la temperatura media del planeta –océanos y tierra– fue la más elevada que jamás se haya registrado, según las mediciones de la Agencia Océanica y Atmosférica estadounidense (Noaa). Alcanzó 14,2 grados centígrados en promedio, es decir 0,68 grado por sobre la media del siglo XX.

Los picos de calor se constataron principalmente “entre abril y junio en Europa Central, en la parte norte de América del Norte, el norte de América del Sur, África Occidental, y la cuenca del Caribe”, precisó Jean Pierre Ceron, director adjunto de climatología del organismo francés Meteo France.

Y “hasta fines de la primavera (boreal), los océanos eran calientes”, agregó.

¿Un fenómeno que se atribuye al recalentamiento climático? Climatólogos interrogados por la agencia de noticias AFP estiman que es difícil por el momento imputar a ese fenómeno las cifras récords registradas, incluso si esas “altas temperaturas son coherentes con lo que podemos esperar”, según el francés Hervé Le Treut.

Según la Noaa, los diez récords de temperatura global constatados desde 1880 se sitúan todos en los últimos 15 años.

“Las tendencias vinculadas al cambio climático se evalúan en décadas y no a la escala de unos meses; todos los récords están hechos para ser superados. El problema es el de saber si se inscribe en una evolución a largo plazo”, señaló, en especial cuando es extremadamente difícil dirimir entre lo que corresponde al recalentamiento global del planeta –0,7° en promedio desde hace un siglo– por la emisión de gases con efecto invernadero y las “variabilidades” del clima imputables a fenómenos naturales.

“Comparo esto al efecto de la marea. Si está al borde de la playa y tiene olas que van y vienen, es muy difícil saber si el mar sube mirando las olas. Efectivamente el mar sube poco a poco pero es muy difícil detectarlo”, explicó.

Si la marea es el cambio climático las olas pueden ser, en este caso, El Niño, el fenómeno que reapareció en el Pacífico en junio de 2009 y se disipó en mayo de 2010.

“El océano Pacífico se recalienta y hay bruscamente fenómenos de reajuste que perturban los climas de la zona intertropical e incluso más allá”, explicó Le Treut, que atribuye los récords de 2010 “en parte” a este fenómeno natural. Para el climatólogo británico Andrew Watson, los efectos de El Niño no dejan dudas. “Sabemos que el año que le sigue a El Niño será globalmente más caluroso. Por ejemplo 1998 (NdelaR: hasta ahora el año más cálido jamás registrado para sus primeros seis meses) batió el récord y el episodio se produjo luego de que apareciera el fenómeno El Niño, en ese caso el más fuerte del siglo pasado”, explicó.

“El clima, contrariamente al tiempo, concierne a los cambios, en promedio, a largo plazo. En especial cuando hay que tomar en cuenta variaciones del tipo El Niño que pueden extenderse por varios años”, agregó, sin dejar de observar que la prudencia científica no pone en duda la existencia del recalentamiento climático.

Según la Noaa, junio de 2010 fue el 304º mes consecutivo más cálido que para el promedio de temperaturas del siglo XX.

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