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Thomas Cooper, entre su gran temporada debut en el país y el pesar por las experiencias de racismo

“En todos los países en los que jugué viví situaciones de racismo, incluyendo Argentina", dijo el explosivo perimetral, quien sigue en Rosario y sueña con tener la chance de jugar la Liga A


Thomas Cooper cumplió con una gran temporada en Rosario Basket. Foto: Juanjo Cavalcante.

Thomas Cooper fue una de las gratas revelaciones de la temporada de Rosario Basket en la Liga Argentina. Hugo Luna acertó con su fichaje, que le dio una vía de gol y explosión que el equipo necesitaba para mejorar el rumbo en la campaña y el rendimiento, algo que fue notorio. Ahora, ya con el fin de la temporada decretado, el sitio Latin Basket ubicó al estadounidense como uno de los jugadores destacados de la campaña.

Según los datos que recoge el sitio, por sus números y rendimientos, Cooper integró el segundo elenco del certamen junto a Gastón Córdoba, Mauricio Corzo, John Morris y Juan Abeiro, mientras que estuvo entre los mejores extranjeros de la segunda categoría nacional compartiendo elenco con Latraius Mosley, Josh Morris, Kenny Jones y Howard Wilkerson.

Como si faltara algo, fue el segundo mejor anotador detrás de Franco Pennacchiotti y por delante de Mauricio Corzo y del rosarino Rodrigo Sánchez. Cooper promedió 19,8 tantos en su temporada debut en Argentina.

“La temporada se hizo difícil porque perdimos mucho, pero creo que fuimos creciendo hacia el final de la fase regular y creo que fuimos solucionando problemas para convertirnos en un mejor equipo. La suspensión llegó en un buen momento nuestro”, resumió Copper en diálogo con El Hincha desde Rosario, ya que permanece en la ciudad aunque ya está autorizado a regresar a su país.

El basquetbolista que pasó por las universidades de San Francisco en Estados Unidos y de Calgary en Canadá sabe que su paso por el básquet de argentina puede ser un buen disparador para su carrera: “Sé que es bueno para mi futuro, me gusta el país y la competencia de Argentina tiene un buen nivel, es verdad”.

Su experiencia como trotamundos del básquet incluye “tres años en Estados Unidos en la universidad y dos más en Canadá, pero también temporadas en Alemania y España, más el certamen de 3×3 de China”.

Claro que no todas fueron buenas experiencias para Thomas Cooper, quien prefiere no ahondar demasiado en detalles pero reconoce: “En todos los países en los que jugué viví situaciones de racismo, incluyendo Argentina, pero aclaro que la mayor parte de mi experiencia en este país fue positiva”.

“Estoy familiarizado con la discriminación racial, por eso lo ignoro. Hubo mucho de eso en mi país cuando era un chico”, explica el oriundo de Chattanooga, Tennessee, lugar al que dice “ahora iría de visita, pero no a vivir”.

Su familia se reparte entre su lugar de nacimiento, donde residen los familiares de su madre, mientras que su padre está radicado en North Carolina y tiene familia en Baltimore, Maryland y Nueva York, por lo que desde Rosario siguió atentamente lo que sucedía en las diferentes regiones de Estados Unidos con las protestas masivas, sumado al pesar de la pandemia de coronavirus.

Cooper espera que los hechos recientes sirvan para cambiar la mentalidad de mucha gente: “Creo que las cosas tienen  que cambiar para mejor en este mundo”.

En la Universidad cursó la carrera de Estudios Urbanos: “Se aprende sobre las fortalezas y debilidades de las comunidades urbanas, qué y cómo se necesita modificar o arreglar, que hay que agregar para mejorarlas, su desarrollo”.

Y para el futuro, Cooper sueña con dar un salto más en el básquet y hacerlo en el país: “Mi objetivo es tratar de jugar la Liga A si es que puedo conseguir esa oportunidad”.

Explosivo en velocidad, acrobático en sus rompimientos para atacar el aro, efectivo en el stop y jump para lanzar, respetable desde más allá de la línea de tres puntos, Cooper dejó una muy buena imagen en su paso por el básquet rosarino.

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