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Testigo señaló al acusado

Se trata de una persona que presenció el homicidio de Facundo Osuna, ocurrido el jueves pasado en villa Moreno. Ayer en una rueda de personas reconoció al único detenido por el hecho, que el sábado se había entregado a la Policía.


El presunto asesino de Facundo Osuna, el muchacho de 18 años atacado a tiros en la noche del jueves pasado en villa Moreno, fue reconocido en rueda de personas como el autor de los disparos que terminaron con la vida de la víctima. Durante la medida, el muchacho fue señalado por un testigo presencial del hecho, quien se encuentra bajo custodia. El sospechoso se había presentado el sábado pasado junto a su abogado en la comisaría 15ª y fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de la 14ª Nominación.

El joven sospechado del crimen de Osuna, uno de los actores claves en la causa que investiga el triple crimen de villa Moreno, es Lucas V., de 26 años, quien es conocido por los apodos de Lucho y Canallón.

Ayer, el sospechoso, que el sábado pasado se entregó en la seccional 15ª, fue sometido a una rueda de personas, durante la cual fue señalado como el autor de los disparos que terminaron con la vida de Facundo Osuna.

Según informaron fuentes judiciales, fue reconocido por un testigo presencial del crimen, ocurrido el pasado 20 de julio en Biedma y Balcarce, quien se encuentra bajo custodia.

El primer ataque sufrido por Facundo Osuna, de 19 años, ocurrió en la puerta de su casa de Dorrego al 4000 el 29 de diciembre pasado, y por ese hecho el joven acusó a Maximiano Rodríguez, alias Hijo del Quemado, y a Gerardo M., conocido como Jeta.

Horas más tarde, otro muchacho del barrio conocido como Negro, Ezequiel Villalba; fue imputado del ataque que sufrió Maxi, herido de bala en la cabeza el 31 de diciembre.

De acuerdo con la causa, ambos hechos terminaron con la desenfrenada reacción de su padre, el Quemado Sergio Rodríguez, quien volvió al barrio en busca de Ezequiel y ejecutó tres militantes barriales, que nada tenían que ver.

La investigación judicial por los homicidios de Jere (Jeremías Trasante), Mono (Claudio Suárez) y Patón (Adrián Rodríguez) derivó en la detención de todos sus imputados y además desentrañó una oscura trama de complicidades entre narcotraficantes y policías que derivó en una causa paralela en la que ya fueron interrogados más de diez uniformados, inclusive los máximos jefes de la Policía rosarina.

Casi siete meses después, Osuna encontró la muerte a cinco cuadras de su casa. El jueves a la noche, el muchacho salió de su vivienda junto a un amigo. Iba en moto y fue interceptado por un Renault Megane blanco. De acuerdo con la investigación, en ese momento la víctima detuvo la marcha y luego de un cruce de palabras con el ocupante del rodado recibió 4 disparos que resultaron fatales.

Luego del crimen, los pesquisas descartaron de plano cualquier vinculación con el triple crimen. Es que para los investigadores, lejos de tratarse de una venganza, el móvil se asienta en una cuestión sentimental o futbolística aunque algunos vecinos dijeron que horas antes la víctima había querido quemar la casa del acusado, a quien vincularon con vendedores de droga en la zona.

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