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Tertulia en el batallón

Por: David Narciso

Una mañana primaveral en pleno invierno, un distendido paseo por la arboleda de un viejo predio   militar y la presentación de una fenomenal reconversión urbana de 34 hectáreas en el sur de Rosario, comparable a la transformación del área ferroviaria Scalabrini Ortiz que a partir de los 90 impactó en la forma de vivir, desplazarse y disfrutar de la ciudad.

Como el Scalabrini Ortiz, el ex Batallón es una especie de agujero negro en la trama urbana. A medida que vayan cayendo sus paredones, tenderá puentes entre el melancólico barrio Saladillo, con sus hileras de plátanos que contornean las calles mechadas con aristocráticas casonas de antaño, y las barriadas ubicadas al este, originalmente habitadas por gente de laburo y que en los últimos años fueron copadas por bandas violentas que las hicieron famosas en las páginas policiales de los diarios.

Tras el acto de rigor, encabezaron la caminata Antonio Bonfatti, Mónica Fein y Hermes Binner. La dinámica de la coyuntura hace olvidar a veces que los protagonistas de esa postal hace 10 meses reunieron más de 4,2 millones de votos. Un montón de sufragios que representan un respaldo envidiable, pero que en el día a día no garantiza un tránsito de gestión fácil por sí mismo.

Batallón mermelada

Quizás por esa razón la semana que pasó fue muy valorada en el oficialismo. Bonfatti empezó el lunes presentando un proyecto para tomar deuda por 500 millones de dólares, ya no para financiar el día a día de la caja sino para grandes obras de infraestructura; el miércoles inauguró el complejo público cultural Lavardén; el jueves anunció el proyecto (que ahora debe ser aprobado por el Concejo) de reconversión de 34 hectáreas que contará con millonarios aportes privados (entre otros el de la Fundación Messi) y exhibe el modelo de gestión preferido de las gestiones socialistas: allí estaban intendencia, gobernación, universidad y privados, como lo destacó la intendenta.

Ladrillos celestiales

Hablando de privados, algunas presencias llamaron la atención más que otras. La puerta que se abre a negocios e inversiones privadas más que justificaba a representantes del Colegio de Arquitectos y de las cámaras de Inmobiliarias y de la Construcción. No cerraba la visita de un grupo de pastores evangélicos que se movía con discreción entre la gente, ya que el proyecto no incluye un área religiosa. Cuando entre ellos asomó el pastor y megaempresario inmobiliario Alberto Di Carlo (dueño de los  polémicos y fuera de regla proyectos Tierra de Sueños), el verdadero motivo de su presencia asomó claro. ¿No tiene suficiente la provincia con las aventuras loteadoras de Di Carlo en el Gran Rosario para abrirle la puerta aquí?

Renovadas expectativas

La Cámara de la Construcción también vivió una semana de renovadas expectativas. Ya encaminada la negociación de la deuda de la provincia a través de cheques de pago diferido, el ex Batallón se proyecta como una formidable unidad de negocios para las constructoras locales. Sin embargo Ricardo Griot, presidente de la Cámara, pone las mayores expectativas en la emisión de títulos públicos por 500 millones de dólares para grandes obras públicas que debe autorizar la Legislatura. “Siempre coincidimos con que este es el camino; si no se traen recursos del futuro al presente no se puede superar el atraso en infraestructura”, elogió. Para el empresario, “hay préstamos disponibles muy convenientes de organismos multilaterales. Hay que aprovecharlos porque eso sí reactivaría de forma sostenida la obra pública”.

Un proyecto grande

El oficialismo apurará el pedido de preferencia en el Senado para tratar ese endeudamiento. La oposición tiene poco margen para frenarlo, no sólo por el destino que planteó el gobernador, sino porque el proyecto incluye un guiño a la oposición al proponer que una comisión bicameral defina las obras a financiar.

“Puede que la oposición no acepte usar parte del dinero en el Puerto de la Música, pero no podrá rechazar los acueductos, rutas, instalaciones para la EPE”, pronosticó un empresario durante el paseo por el viejo Batallón.

Un socialista paladar negro con responsabilidades en la Casa Gris sumó su opinión a la conversación: “Quiénes se van a oponer. ¿Los reutemistas? Su gobernador en 2001 tomó 300 millones de dólares del Birf para reforma del Estado y buena parte fue a parar a rentas generales. ¿Los obeidistas? Que tomaron un crédito por 160 millones gracias a lo cual fue posible hacer la autovía de la ruta 19?”.

Las especulaciones políticas no van a faltar. 500 millones de dólares es un paquete de plata, y si bien Bonfatti no verá las obras terminadas en su mandato, se conforma con ponerlas en marcha.

Justicia perseguirás

Hablando de Legislatura, allá fue ahora el pliego de Jorge Barraguirre para ocupar la Procuración de la Corte Suprema. El nombre del ex fiscal de Estado y ex funcionario nacional surgió apenas quedó vacante la silla.

En la relajada caminata por el Batallón, cuando se mencionó Legislatura alguien contó que el que no la tiene fácil es el ministro de Justicia, Juan Lewis.

El gobierno envió a la Legislatura los primeros diez pliegos de postulantes a fiscales que funcionarán en el marco del nuevo Código Procesal Penal, de un total de 100 nombres que surgieron de concursos públicos que finalmente llevaron adelante los flamantes jefes del Ministerio Público Fiscal y del Servicio Público de la Defensa a pesar de la resistencia del anterior procurador de la Corte. Los 90 restantes irán en cuotas, como pidió la oposición.

El panorama hoy asoma más enmarañado para el gobierno que el pliego de Barraguirre y promete tanta tensión como la reforma tributaria. La Justicia santafesina, moldeada durante décadas a dedo, es siempre un órgano sensible para la oposición justicialista. Habrá más espacios en otro Panorama Político para explayarse en detalles.

Que no se corte

Promediaba la recorrida por el Batallón cuando se abrió paso apurado el ministro de la Producción, el radical Carlos Fascendini, que a esa hora lidiaba con el conflicto tambero. La cuenca lechera del centro-norte santafesino tenía a esa hora la mayor cantidad de piquetes frente a industrias lácteas.

Aquí también la Casa Gris se anotó un poroto al juntar, tal vez por primera vez, a industriales, productores, traer a los ministros de Córdoba y Entre Ríos, y lograr que “bajase” a Rosario el funcionario nacional del área, lo que permitió descomprimir y el viernes presentar un acuerdo, precario, pero acuerdo al fin.

La otra cara

Terminó así una semana que hacía tiempo el gobierno provincial no disfrutaba, pero que no por eso dejó atrás los sinsabores cotidianos con los cuales está obligado a convivir. Esto en referencia a la seguridad pública, que sufrió un golpe duro con el homicidio de un hombre de 57 años frente a su casa y que todo indica que se trató de una muerte en ocasión de robo.

O el increíble caso del apagón del viernes en Rosario, causado accidentalmente por equipos de una empresa contratista de la EPE que hacía trabajos de mantenimiento. Es decir, lo que se supone ideal, que es atender el mantenimiento de la red, terminó siendo lo que se quiere evitar, que son los cortes de luz y agua masivos.

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