Finalmente, todo parece indicar que el Concejo Municipal no tratará en la sesión de hoy el incremento en la tarifa de taxis y así se tensa la cuerda entre parte de los ediles locales y los peones y titulares de licencias, quienes exigen una suba inmediata del 30 por ciento y podrían apelar ahora a una medida de fuerza para el próximo lunes.
La discusión por la tarifa de taxis ingresó en tramo de definiciones la semana pasada, cuando se oficializó que el último estudio de costos arrojó un desfasaje del 60 por ciento.
A esa cifra se llegó producto del fuerte alza en los insumos y variables económicas que hacen al sector en el último año.
El titular de la comisión de Servicios Públicos y edil (por la Coalición Cívica) del interbloque oficial, Carlos Comi, mencionó días atrás que la idea era desdoblar el incremento y tratar de llegar a la sesión de hoy con una suba acordada del 30 por ciento.
Sin embargo, este lunes el asunto no se trató en comisión y eso provocó la irá de peones y titulares de licencias, quienes exigen que esa primera parte del aumento se aplique de inmediato.
En ese marco, el Socialismo (que con sus aliados en el Frente Progresista sólo suman 9 concejales de un total de 28) aún no reúne consenso con ningún sector de la oposición para avanzar hacia el aumento.
En algún tramo de la jornada de ayer se planteó la posibilidad de que los integrantes de la comisión de Servicios Públicos se volvieran a reunir con el fin de empezar a encontrar un acuerdo, sin embargo eso no sucedió.
Así, la única alternativa que queda es que hoy el ajuste de la tarifa se trate sobre tablas en el recinto al momento de la sesión. Eso implicaría que para aprobarlo se requieran 21 adhesiones (las tres cuartas partes del total), algo que difícilmente se consiga esta tarde.
Por el lado del PRO (que cuenta con cinco ediles), la idea de aportar a un acuerdo sigue lejana.
En diálogo con este medio, Renata Ghilotti señaló ayer que esa bancada sólo discutirá un retoque de la tarifa si a la par se abordan medidas “para mejorar la calidad del servicio y de seguridad en los coches”.
“Hoy hay una ordenanza vigente desde 2008 que no se está implementando en torno a esta última cuestión” señaló la edila.
La actitud del PRO provocó fuertes críticas de los peones de taxis en las últimas horas. El líder histórico de ese gremio, Horacio Boix, disparó: “La fuerza política de ellos (por el gobierno nacional) son los responsables de que estemos atrasados en esta situación de crisis, del flagelo del incremento de los servicios y la canasta familiar. Pero a la hora de otorgar un miserable aumento para poder hacer frente este flagelo, se hacen los boludos”.
“Hablaría muy mal del PRO local –continuó– no reconocer el flagelo que estamos viviendo por el incremento de la canasta familiar y los servicios ya que ningún trabajador del taxi que hoy gana 8 mil pesos puede pagar mil pesos de luz”.
En tanto, desde el interbloque que integran los ediles referenciados en el kirchnerismo (Norma López, Fernanda Gigliani, Eduardo Toniolli, Lorena Giménez, Carlos Cossia y Marina Magnani) sí son más proclives a avanzar con algún tipo de aumento. De hecho, ayer mantuvieron un encuentro para unificar una posición final sobre el tema, aunque las definiciones las expondrán la semana próxima.
Parte de este sector admitió que el retraso tarifario es “contundente producto de la altísima inflación que genera la política económica nacional”, y que la suba “mejoraría la situación salarial de los peones”. De todas formas también fueron cautos al mencionar que cuando se dan incrementos “muy altos” el impacto se siente en la caída de pasajeros.
Lo cierto es que habrá que ver qué sucede la semana próxima. Las organizaciones que nuclean a los titulares de licencias y los peones mencionaron que si hoy no se logra el aumento reclamado el lunes habrá una movilización (ese día volverá a sesionar la comisión de Servicios Públicos) o un paro.
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