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Taxis: ediles piden mejorar el servicio antes de tocar tarifas

Por Luciana Sosa.- Choferes y propietarios reclaman un aumento del 65% y amenazan con parar la próxima semana si no lo aprueban.


Concejales de la oposición manifestaron su desacuerdo con aumentar la tarifa de taxi un 65%, como piden los dueños de licencias, el Sindicato de Peones dado que en el último año “la calidad del servicio bajó muchísimo” y porque en esas condiciones “llevar ese porcentaje al bolsillo de los pasajeros no hará más que alejarlos de los coches”. Asimismo, coincidieron en que “no se hablará de aumento hasta tener listo el estudio de costos”, y se pedirán garantías en la oferta del servicio en todos los horarios, como también la instalación de GPS en todas las unidades.

El justicialista Osvaldo Miatello es vicepresidente del Ente de Transporte, y desde  su función insiste en la instalación de GPS en todos los taxis de la ciudad antes de hablar de tarifas: “Hay unos 800 coches que aún no lo tienen”, marcó. “Esto es necesario para mejorar el servicio –explicó–. La oficina de Servicios Públicos puede realizar la gestión de una flota, revisar si funciona bien o no. Es un servicio público, al igual que el colectivo y necesitamos esa información para que se pueda consultar vía on line, como las líneas de colectivo”.

También advirtió el edil que los taxis que ya cuentan con GPS lo conectaron directamente con la oficina de radiollamada “y lo usan sólo para conseguir un viaje, un uso interno, y eso no sirve al proyecto que se tiene, o se espera tener en materia de servicio público”.

Ante la consulta específica sobre el aumento del 65 por ciento de la tarifa que piden los taxistas, Miatello aclaró que el aumento sería escalonado hasta marzo. “De todas maneras, no se hablará de aumento sin antes conocer el estudio de costo que emitirá el Ejecutivo”, concluyó el concejal de Encuentro por Rosario.

Por su parte Norma López, del Frente para la Victoria, también plantó bandera contra “este aumento apurado y presionado” por los taxistas.

“Una vez más, (Horacio) Boix ejerce presión ante el Ejecutivo, amenaza con un paro del servicio el otro fin de semana y sabe que la gente no tiene la culpa de la situación que atraviesan. No es justo que se apriete de esta manera, siempre se pidió el aumento con inmediatez y esta vez no será así. Tenemos un servicio de taxis pésimo y también discutimos en esta oportunidad por la calidad de la jornada laboral de los chóferes, lo cual no es un tema menor”, disparó la vicepresidenta del Concejo.

“Entiendo que los trabajadores de taxis necesiten un aumento salarial y eso haya sido firmado, pero llevar ese 65 por ciento al bolsillo de la gente es una locura. No todo debe salir de los viajes generados. Cada empresa debe asumir los riesgos económicos, como en todo negocio, no me parece que todo se lo tengan que cobrar al usuario”, insistió.

“Si la intendenta, a través de sus funcionarios, considera que hay que aumentar la tarifa, en base a la metodología que hay que aprobar, se votará al respecto, pero hasta que no tengamos esos resultados no podemos hablar de aumento ni de porcentajes. Esto llevará el tiempo que deba llevar, y no comparto la medida de fuerza con la que amenazan los taxistas con tomar la próxima semana. No apruebo ese malestar social”.

En la misma sintonía el edil del PRO Roy López Molina opinó que el servicio de taxis de la ciudad “es uno de los más caros del país y cada vez empeora más”. Sobre la suba en la tarifa, el concejal coincidió con sus pares en que hay otros temas que acordar antes de aprobar un aumento. “Los taxistas se quejan de la inseguridad y es una realidad, pero ya hemos aprobado una ordenanza en 2008 (la 8.295), que establece una serie de puntos o medidas de seguridad para taxis, como el botón de pánico, el GPS, la cámara dentro del habitáculo que saque fotos, el blíndex, y hasta la tarjeta sin contacto para sacar el efectivo de los coches, lo cual reduciría mucho los robos. Pero los taxistas se rehúsan, por ejemplo, a la instalación de GPS porque temen al control municipal”, explicó.

Sin desentonar, el edil del ARI-Coalición Cívica Oscar Greppi aseguró que su equipo de trabajo realizó una encuesta a los usuarios del servicio de taxis y los resultados no han sido favorables, precisamente.

“La gente tiene un pésimo concepto del servicio de taxis y de algunos choferes por su maltrato. De nada sirve el aumento para que un grupo gane lo mismo con menos horas de trabajo. Inclusive dialogué con varios conductores y ellos quieren más trabajo en vez de aumento de tarifa, porque esto lleva a la merma de los viajes”, subrayó. “No voy a votar el aumento”, concluyó Greppi.

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