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Tarifazos: “No hay bolsillo que aguante de esta forma”

La secretaria de Energía de Santa Fe, Verónica Geese, buscó despegar a la provincia de fuertes aumentos en marcha y también de los que vendrán. Adelantó que la suba en la boleta de gas que impondrá Nación llegará a un 250%.


La secretaria de Energía de Santa Fe, Verónica Geese, señaló ayer que la suba en la tarifa de gas producto de la quita de subsidios del gobierno nacional podría llegar a ser del 250 por ciento en la provincia y se aplicaría antes del invierno. La funcionaria fue tajante también a la hora de analizar los incrementos que (según el caso) ya rigen y se avecinan para ese servicio y el de la luz. “No hay bolsillo que aguante de esta forma”, sostuvo, buscando así despegar a la administración santafesina de los aumentos.

Las palabras de Geese llegaron luego de la reunión que se desarrolló este lunes en Capital Federal con el ministro de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, a la que también asistió el gobernador Miguel Lifschitz.

En el cónclave, el mandatario santafesino le pidió al funcionario nacional que los aumentos en los costos del precio mayorista de energía que Camesa impuso en la venta a la EPE (y al resto de las distribuidoras) se apliquen de forma gradual de aquí en adelante para determinados sectores productivos que hoy pasan por recesión y no pueden soportar subas de 300 a 400 por ciento. No pidieron reponer parte del subsidio o volver atrás con la medida, sino que esas empresas puedan pagar aumentos progresivos y que la deuda que se va generando se empiece a pagar dentro de un año con un plan de cuotas, apostando a que en 2017 se reactive la economía.

Lifschitz llevó esa propuesta por el efecto negativo del incremento en industrias de alto consumo eléctrico, como las metalmecánicas y las fundiciones, que reciben  facturas con montos que superan el 400 por ciento en relación al mes anterior.

Aranguren prometió analizar la situación y responder en 8 a 10 días. De todas formas, en el mejor de los casos los privados solo podrían conseguir una financiación transitoria que les permita pagar la suba en forma escalonada.

Claro está, la situación no sólo impacta fuerte en el sector industrial. Los usuarios residenciales y los comerciantes que recibieron su boleta este mes también ya están padeciendo una parte el fuerte incremento. Y el mal humor empieza a agigantarse, pero en esos casos no queda más que los esquemas de subsidios sociales vigentes.

En ese marco, Geese despegó al gobierno  provincial no sólo de los aumentos que están en marcha, sino también de los que vendrán.

“Lo que quiero que quede aclarado es que la política energética es una responsabilidad del gobierno nacional. Este tarifazo fue una decisión del ministro Aranguren y fue planteado durante la campaña. Por eso a mí me llama la atención que haya personas  que salgan ahora a hablar de este tema como si fuera una sorpresa”, señaló la funcionaria santafesina.

El gobierno provincial también salió a recalcar, números en mano, que con los aumentos aplicados la electricidad es menos gravosa en Santa Fe que en Córdoba y el área norte de Buenos Aires (ver gráficos).

El gas también

Tras eso, la secretaria de Energía adelantó que en el corto plazo el de la luz no es el único incremento que habrá que padecer. “Ahora se viene un tarifazo de entre el 200 y 250 por ciento en el gas, que en la matriz energética provincial es importante. Además, Santa Fe no tiene una empresa de gas propia y no vamos a poder hacer nada” (la distribuidora es Litoral Gas), apuntó Geese. La funcionaria precisó que en la reunión del lunes con Aranguren se conversó sobre ese aumento. Aunque admitió que allí no se aludió a posibles guarismos. “Menciono ese porcentaje de suba porque es el que se baraja en todos los ámbitos. Es el que supuestamente tiene que darse de acuerdo al atraso que según ellos –por el gobierno nacional– tiene hoy la tarifa de gas”, precisó.

Consultada ya por El Ciudadano, la secretaria de Energía estimó que el ajuste se aplicará “antes de que llegue el invierno”.

“No creo que cometan el mismo error que se dio con la luz que lo impusieron en pleno verano, cuando se da el mayor consumo. Lo van a hacer sin anestesia y todo de una. La verdad que yo hubiera preferido que los subsidios se retiraran gradualmente. Todos pensábamos que se iba a hacer de esa manera. Pero no fue así”, agregó. En ese marco, se le preguntó a la funcionaria sobre la delicada situación en que quedarán muchos usuarios (sobre todo trabajadores, que tienen ingresos fijos) dado el golpe que implica la suba paralela de tarifas. En su respuesta Geese fue tajante. “No hay bolsillo que aguante de esta forma”, señaló, para insistir rápidamente en que “hay variables que desde la provincia se pueden controlar y otras que no”.

“Por ejemplo, los planteos para que desde el gobierno santafesino subsidiemos ahora  la boleta de luz son de una irresponsabilidad importante. La política energética debe ser nacional”, enfatizó.

SI HAY RESPUESTA POSITIVA, SERÁ “CASO POR CASO”

El ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, sostuvo ayer a El Ciudadano que se le planteó en primer lugar al ministro de Energía de la Nación, Juan José Araguren, las dificultades que generó el aumento del 1.000 por ciento en el precio del megavatio (pasó de 80 a 772 pesos para los grandes consumidores y de 30 a 320 en clientes residenciales y comerciantes) en un contexto recesivo para la economía y la imposibilidad de parte del sector productivo de trasladar esos aumentos a precios.

En segundo lugar, explicó que se le propuso habilitar un mecanismo de financiamiento desde la generación de energía (Cammesa) a la distribuidora (EPE) para que ésta pueda financiar “a industrias o empresas en las que la provincia pueda constatar fehacientemente, caso por caso, que el aumento de tarifa compromete su viabilidad”.

En eso caso se propuso un mecanismo de prorrateo, de modo que el incremento sea progresivo y con el resto se va generando una deuda que dentro de un tiempo, que podría ser 12 meses, se comenzaría a cancelar con un plan de pago. Para eso, es imprescindible que se cumplan la reactivación económica que pronostica la Casa Rosada para afrontar esos compromisos.

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